La violencia sigue en el Magreb y se ha cobrado ya al menos ocho muuertos. Cuatro personas han muerto y 789 han resultado heridas en las protestas que se suceden por toda Argelia desde el martes, debido al alza de los precios de los productos básicos, según los últimos datos divulgados este sábado por el […]
La violencia sigue en el Magreb y se ha cobrado ya al menos ocho muuertos. Cuatro personas han muerto y 789 han resultado heridas en las protestas que se suceden por toda Argelia desde el martes, debido al alza de los precios de los productos básicos, según los últimos datos divulgados este sábado por el Gobierno.
En Túnez, otras cuatro personas han muerto como consecuencia de los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en la ciudad de Tala, en el oeste del país. Otras seis personas han resultado heridas.
En una intervención en la televisión estatal, el ministro del Interior argelino, Daho Ould Kablia, ha precisado que una de las víctimas murió el viernes en la localidad de Ain H’djal, en la provincia de M’sila, al este de Argel, después de ser alcanzado por disparos de la policía.
La víctima, Azzedine Lebza, de 18 años, formaba parte de un grupo de jóvenes que intentó entrar por la fuerza en una comisaría.
La segunda víctima mortal es un hombre de 32 años, cuyo cuerpo fue encontrado en mitad de la calle en la localidad costera de Bousmail, a 50 kilómetros al oeste de la capital, y falleció en el hospital.
«Las circunstancias exactas de esta muerte están aún por determinar. Solo sabemos que presentaba heridas en la cabeza«, ha dicho el ministro.
Asimismo, ha informado del fallecimiento de una tercera persona en Tidjellabine, en la provincia de Boumerdes, cuyo cuerpo apareció completamente calcinado después de que un hotel fuera incendiado. La cuarta víctima murió tras sufrir heridas graves en los disturbios de la provincia de Blida, según el ministro.
Además, según el balance oficial, unas 789 personas, entre ellas 736 miembros de las fuerzas de seguridad y 53 manifestantes, han resultado heridas en los enfrentamientos registrados desde que el martes comenzaran los disturbios en Oran, capital del oeste argelino.
Una calma precaria
En la jornada de este sábado, reinó una calma precaria en la práctica totalidad de las regiones de Argelia escenario de disturbios, a excepción de algunas localidades en la Cabilia y en la provincia de Annaba, en el este del país, donde continuaron los problemas.
La televisión estatal difunde imágenes de desolación, de escuelas y centros culturales totalmente destruidos por el fuego, de vehículos quemados y de comercios objeto de pillajes.
Las protestas, que han alcanzado a 18 de las 48 provincias del país, se deben al aumento de los precios de los productos de mayor consumo, como el azúcar y el aceite, pero los acontecimientos han girado repentinamente y las reivindicaciones sociales se han visto acompañadas de actos de vandalismo y de pillaje.
Si bien ha reconocido que el poder adquisitivo de la población ha pasado una dura prueba y que los últimos aumentos de los precios de los productos básicos son «injustificados e inaceptables», el ministro de Interior ha calificado de «criminales» los actos de sabotaje y saqueo.
También, ha anunciado que las investigaciones al respecto están curso y que los autores de estos hechos que sean pillados en flagrante delito o filmados por cámaras de seguridad serán castigados por la ley.
Medidas para frenar la subida
Por otra parte, este sábado se reunió un consejo interministerial, encabezado por el jefe del Gobierno Ahmed Ouyahia, que adoptó diferentes medidas con objeto de frenar el alza de los precios.
Así, según un comunicado, se decidió la suspensión de los derechos de aduanas y del impuesto sobre el valor añadido del 5 y el 17% durante ocho meses (del 1 de enero al 31 de agosto) a la importación de azúcar moreno y de materias básicas para la fabricación de aceites alimentarios.
Otra medida es una exoneración del impuesto sobre el beneficio de las sociedades, durante el mismo periodo, en las actividades de producción, tratamiento y distribución de aceites alimentarios y azúcar.
Asimismo, habrá una exoneración temporal «excepcional» de los derechos de aduanas y del impuesto sobre el valor añadido a la importación del azúcar blanco.
No obstante, habrá que esperar al menos a la mitad de la próxima semana para ver si estas medidas tienen un verdadero impacto sobre los productos concernidos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/09/internacional/1294529680.html