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El principal mandato de la mayor misión de paz de la ONU en el mundo, con un presupuesto de 1.000 millones de dólares, proteger a la población civil

La violencia no cesa en RDC

Fuentes: IPS

 Las fuerzas de seguridad de República Democrática del Congo (RDC) no han logrado controlar la violencia en el territorio de Walikale, en la oriental provincia de Kivu-Norte, donde más de 240 mujeres fueron violadas por rebeldes que arrasaron numerosas aldeas, informaron funcionarios de la ONU.  Los insurgentes al parecer seguir realizando pillajes en las zonas […]

 Las fuerzas de seguridad de República Democrática del Congo (RDC) no han logrado controlar la violencia en el territorio de Walikale, en la oriental provincia de Kivu-Norte, donde más de 240 mujeres fueron violadas por rebeldes que arrasaron numerosas aldeas, informaron funcionarios de la ONU. 

Los insurgentes al parecer seguir realizando pillajes en las zonas de Mubi y Pinga, tras los ataques realizados del 30 de julio al 3 de agosto.

La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en RDC (Monusco, por su acrónimo francés) y la brigada 121 del ejército congoleño aumentan su presencia en las zonas afectadas, según un comunicado de la fuerza de paz divulgado el miércoles.

También fueron despachados helicópteros de vigilancia a las áreas afectadas.

Además, el ejército «inició una investigación» de lo ocurrido. «Ya fue detenido un sospechoso», añade.

La ONU (Organización de las Naciones Unidas) mantiene una fuerza en RDC, pero la responsabilidad de detener y procesar a los culpables de violaciones sistemáticas es del gobierno.

El foro mundial identificó a los responsables, integrantes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda y Mai Mai Cheka, organizaciones activas en el este de RDC, rica en minerales, donde realizan saqueos y violan de mujeres, niños y niñas como armas de guerra.

Organizaciones humanitarias que prestan asistencia a las víctimas denunciaron ante la Monusco más violaciones tras el episodio de Walikale.

La ONU realiza su propia investigación, junto con su oficina de derechos humanos y la Monusco, para «establecer los hechos relacionados con su misión en el terreno, aprender de lo ocurrido y, al mismo tiempo, saber qué pasó», dijo a IPS el portavoz del foro mundial, Martin Nesirqv.

Desde que se supo de las violaciones a principios de la semana pasada, llueven críticas sobre la Monusco y la ONU por no haber prevenido los ataques, pese a saber que habían grupos rebeldes activos en la zona.

El principal mandato de la Monusco, la mayor misión de paz de la ONU en el mundo, con un presupuesto de 1.000 millones de dólares, es proteger a la población civil.

Ochenta cascos azules patrullan los 300 kilómetros cuadrados de densa selva de Walikale, una cantidad considerada insuficiente por la ONU.

«No pueden estar detrás de cada arbusto», declaró la semana pasada el secretario general adjunto para asuntos humanitarios, John Holmes.

La ONU sabía de la actividad rebelde y de un caso de violación en la zona de Walikale cuando comenzó la agresión el 30 de julio y supieron de otros 24 casos el 10 de agosto, aseguró el miércoles el periódico The New York Times, lo que contradice la versión de funcionarios que dijeron no haberse enterado hasta el 12.

Efectivos de la Monusco no pasaron por las aldeas afectadas hasta el 2 de agosto. Funcionarios de la ONU dijeron no haber recibido indicios de la presencia de rebeldes, pese a que estaban en plena actividad, ni de las violaciones masivas.

Por su parte, el gobierno insiste en que no necesita la misión de paz de la ONU, cuya presencia se remonta a 1999, cuando se declaró el cese del fuego entre las fuerzas en pugna.

Kinshasa no quiere extender el mandato de la Monusco, que vence en 2011, y pretende disminuir la cantidad de efectivos. Casi 2.000 cascos azules estacionados en el oeste del país, relativamente más estable, abandonaron el país en junio.

Por su parte, organizaciones humanitarias alegan que las fuerzas de seguridad del país son incapaces de mantener la paz y la estabilidad. El propio ejército congoleño ha sido criticado por violar los derechos humanos, hasta cometer violaciones sistemáticas.

«En tanto las fuerzas armadas congoleñas sean indisciplinadas y ellas mismas representen una amenaza para la población civil, en especial para las mujeres, la Monusco es la mejor opción para protegerlas», dijo a IPS Marcel Stoessel, director del capítulo de Amnistía Internacional en RDC.

A largo plazo, la forma de poner fin a la impunidad y a la violencia sexual en este país es realizar una reforma integral del sistema de seguridad, apuntó Stoessel.

«La Monusco no puede ser una solución a largo plazo», dijo Stoessel a IPS.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96340