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Ladran Sancho, señal que cabalgamos

Fuentes: Rebelión

La frase atribuida a Don Quijote de la Mancha «ladran Sancho, señal que cabalgamos» responde en pocas palabras a la algarabía que tratan de armar algunos ilusos y malintencionados después que Estados Unidos y Cuba decidieron restablecer las relaciones bilaterales, tras más de cinco décadas sin nexos diplomáticos. Los ladridos van desde aquellos que tienen […]

La frase atribuida a Don Quijote de la Mancha «ladran Sancho, señal que cabalgamos» responde en pocas palabras a la algarabía que tratan de armar algunos ilusos y malintencionados después que Estados Unidos y Cuba decidieron restablecer las relaciones bilaterales, tras más de cinco décadas sin nexos diplomáticos.

Los ladridos van desde aquellos que tienen inculcado el «sueño americano» como única solución a sus problemas y los del mundo, incluidos los de la Isla caribeña, y quienes tratan de sabotear con todo propósito que dos países muy cercanos vivan en buena vecindad, independientemente de sus marcadas diferencias políticas.

Unos aconsejan que desde La Habana no se debe ni siquiera criticar a Washington a pesar de que mantenga sus viejas posturas imperiales en política exterior, mientras otros llegan a subrayar que Cuba ya está entre el «capitalismo de Estado y el capitalismo privado».

Los más intolerantes, como el precandidato presidencial republicano Marco Rubio, aseguran que si se asoman a la Casa Blanca romperán las recién restauradas relaciones diplomáticas, y por supuesto mantendrán el prolongado bloqueo norteamericano a la mayor de las Antillas, que hoy todavía persiste.

Quiméricos, perversos y fanáticos coinciden en sus fines: crear confusión para sembrar la división, y claro, intentar destronar a la Revolución cubana como siempre han querido hacer, un objetivo en el cual los sectores conservadores estadounidenses no dejarán de persistir nunca, y en lo adelante tratarán de materializarlo con métodos subversivos, quizás más sofisticados, pero muy bien conocidos.

La Revolución en la nación caribeña es un símbolo histórico para América Latina y para el resto de la humanidad, y demolerla sería derrumbar un faro que alumbra los procesos progresistas e integracionistas que actualmente tienen lugar en la Patria Grande, y que desagradan a influyentes poderes norteamericanos y a la ultraderecha regional.

Por cierto, los que chillan conocen poco a Cuba, a su pueblo y a los líderes históricos Fidel Castro y el presidente Raúl Castro, quienes han dejado esclarecido el camino a transitar por la mayor de las Antillas ante un nuevo escenario con Estados Unidos, que de seguro será complejo, pero ante el cual no hay que confiarse ni muchos menos atemorizarse.

El Norte seguirá siendo brutal y revuelto, como lo definió el Héroe Nacional cubano José Martí, pero de otro lado un repetido refrán popular en la Isla reza que «el león no es tan fiero como lo pintan».

La expresión «ladran Sancho, señal que cabalgamos», muy repetida y a la vez discutida porque no aparece en el texto original de «Don Quijote de la Mancha», del soldado, novelista, poeta y dramaturgo español Miguel de Cervantes Saavedra, si vale para el decano archipiélago del Caribe.

Cuba cabalga, entre aciertos, tropiezos y obstáculos, y de seguro lo continuará haciendo tras reanudar sus nexos diplomáticos con Estados Unidos, porque lo ha hecho durante más de 50 años con bloqueo, agresiones, e incluso quedándose prácticamente sola en el mundo.

Tomando un buen ejemplo del maestro Angel Guerra Cabrera escribo una posdata.

PD: Los hipercríticos de la prensa cubana hacen también el juego a quienes gritan porque Cuba sigue cabalgando. Hay que darle un vistazo a la prensa de derecha latinoamericana, a la española, y también a la estadounidense, para darse cuenta que la de la Isla, con sus defectos, no es para nada superficial. No nos dejemos engañar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.