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Las áreas consideradas abandonadas, ya han vuelto a ser propiedad del estado

Las autoridades de Mozambique nacionalizan las tierras abandonadas

Fuentes: Agencias

La política de reparto de tierras se pone en marcha con las autoridades provinciales de Maputo aplicando la legislación nacional de tierras. Las autoridades están desarrollando ahora su antigua amenaza de cancelar los derechos de propiedad de los inversores que no cultivan las tierras. Según una información del diario de Maputo ‘Noticias’, inspectores de la […]

La política de reparto de tierras se pone en marcha con las autoridades provinciales de Maputo aplicando la legislación nacional de tierras. Las autoridades están desarrollando ahora su antigua amenaza de cancelar los derechos de propiedad de los inversores que no cultivan las tierras.

Según una información del diario de Maputo ‘Noticias’, inspectores de la Dirección Provincial de Agricultura de Maputo ha visitado 287 concesiones de tierra en cinco distritos y clasificado 95 de ellas como «abandonadas».

La Ley de Tierras de Mozambique establece que los inversores que quieran ser propietarios de terrenos tienen que presentar un plan detallando de lo que van a hacer con ella. Los inversores de Mozambique tienen cinco años, y los foráneos dos, para poner dicho plan en marcha. Durante ese periodo sus derechos sobre la tierra son solo provisionales, según la agencia de noticias estatal ‘AIM’.

Si, a la conclusión de este período, no hay señal de que la tierra está siendo usada de forma productiva, en línea con el plan original de los inversores, entonces vuelve al estado según estipula la Ley de Tierras.

La ley permite a los inversores solicitar una extensión de su propiedad provisional si ocurren imprevistos, y pueden presentar un caso plausible de por qué han sido incapaces de desarrollar sus planes iniciales. Esto no ha sucedido en Maputo.

Hasta el momento, estas provisiones de la ley no se han aplicado apenas. Durante la última década, el gobierno de Maputo ha querido atraer a los inversores extranjeros y hecho todo lo posible para conseguir la confianza de éstos. Mozambique ha llegado incluso a ser un lugar atractivo de acogida para algunos de los agricultores blancos que perdieron sus tierras en Zimbabue.

Pero desde mediados de 2006, las autoridades en el área de la capital han empezado a poner en duda si esta política generosa ha sido de hecho fructífera. La presión sobre los recursos de la tierra está aumentando en el área de Maputo desde finales del año pasado, cuando las autoridades provinciales suspendieron la concesión de terrenos por seis meses, mientras se computerizaba los registros provinciales de los terrenos.

Según ‘AIM’, la nueva y comprensiva base de datos permite a los inspectores investigar sistemáticamente lo que han hecho los inversores con las tierras. «El cuadro no era muy alentador. Algunas de las concesiones de tierras habían sido abandonadas por siete o incluso diez años. Las personas con títulos sobre esta tierra deben de haberlas mantenido por puros motivos especulativos», señalaron las autoridades.

Basándose en esas conclusiones, las autoridades entraron en acción. De las 95 áreas consideradas abandonadas, 70 ya han vuelto a ser propiedad del estado, con la Dirección de Agricultura cancelando los títulos concedidos.

Los procedimientos legales para cancelar los títulos de las otras 25 áreas están en marcha. En otras 71 concesiones, los inspectores descubrieron que los concesionarios de las tierras no las estaban aprovechando al máximo, reduciendo su área de ocupación. En 121 casos, se ha dado más tiempo a los concesionarios.

Las autoridades de Maputo han estado bajo presión popular para confiscar los terrenos que no se usaban según los acuerdos de concesión. La directora de agricultura de Maputo, Setina Titosse, enfatizó la necesidad de dar uso a la tierra productiva.

«Las sequías cíclicas afectan a la provincia de Maputo, lo que significa que el hambre está continuamente presente en algunas áreas», señaló. «Pero tenemos un potencial latente, porque muchas personas tienen tierras que pueden ser productivas, pero no las están explotando».