La pasada noche del 20 de enero Teemu Matinpuro, director del Comité de Paz finlandés, se encontraba de viaje de ocio y vacaciones en el Sáhara Occidental, donde iba a visitar a un viejo amigo, cuando las autoridades de ocupación marroquíes le impidieron bajar del avión en el aeropuerto de El Aaiún.
El Sr. Matinpuro había planeado una breve visita de tres días a El Aaiún, donde se alojaría en casa de un amigo de la familia, sin intención de reunirse con activistas o asociaciones saharauis, ni de emprender ninguna acción política.
Al llegar a El Aaiún, todos los pasajeros abandonaron el avión, pero al Sr. Matinpuro se le impidió hacerlo y se vio obligado a permanecer en el interior del avión hasta Casablanca.
A su llegada a Casablanca no se le permitió salir del aeropuerto, su pasaporte fue incautado por la policía y se le alojó en una habitación de hotel dentro de la zona de tránsito del aeropuerto bajo vigilancia policial constante, es decir, se encontraba efectivamente bajo custodia policial sin que hubiera habido ningún procedimiento, acusación o acción legal contra él.
Antes de regresar a Las Palmas, Gran Canarias, las autoridades marroquíes informaron al Sr. Matinpuro de que era persona non grata en Marruecos y le entregaron un documento oficial denominado “notificación y motivación de una decisión de no admisión en el territorio del Reino de Marruecos” invocando el artículo 4 del Dahir 01-03-196 de 11/11/2203 sin indicar sin embargo cuál era la supuesta infracción o incumplimiento por parte del Sr. Matinpuro.
Esta extradición se produce apenas dos semanas después de la visita a Rabat del jefe de la política exterior de la UE, Joseph Borrell. El máximo diplomático de la UE se ha referido al régimen de Rabat como un “socio fiable, sólido y estratégico” a pesar de que Marruecos ha sido vinculado, junto con Qatar, a un gran escándalo que se desarrolla en el Parlamento Europeo.
Teemu Matinpuro es un conocido activista por los derechos humanos y la paz, y no esperaba la reacción de las autoridades marroquíes, pues el país ya tiene un estatus avanzado en las relaciones con la Unión Europea desde 2008 y los ciudadanos de la UE no necesitan visado para visitar el país durante menos de 90 días.
El Sr. Matinpuro afirma que “mi visita no tenía ningún objetivo oculto y las autoridades no me preguntaron nada al respecto. La expulsión es una muestra más de la situación real de deterioro de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. A pesar de sus afirmaciones, no quieren que nadie de fuera vea siquiera cómo es la vida cotidiana en el territorio. Incluso el turismo está muy restringido por las autoridades. Y hasta que no se resuelva el conflicto del Sáhara Occidental de acuerdo con las exigencias del derecho internacional, la UE no debería incluir el territorio en ningún acuerdo comercial o político con Rabat”.
Según él, “el Sáhara Occidental sigue siendo el agujero negro que Marruecos no quiere mostrar a la opinión pública internacional, contradiciendo totalmente sus garantías con la UE. Por no hablar del modo en que Marruecos trata la situación de los derechos humanos”.