Faltan seis extenuantes meses para las elecciones de noviembre. Adhesivos para el parachoques como «Perros a Favor de Romney: Un Fuerte Viento de Proa Tiempla el Carácter», y «Perros contra Romney: Acaríciennos, No Nos Aten al Techo del Auto» pudieran muy subrayar la publicidad de campaña. Imagínense al anunciante de una pelea de pesos pesados […]
Faltan seis extenuantes meses para las elecciones de noviembre. Adhesivos para el parachoques como «Perros a Favor de Romney: Un Fuerte Viento de Proa Tiempla el Carácter», y «Perros contra Romney: Acaríciennos, No Nos Aten al Techo del Auto» pudieran muy subrayar la publicidad de campaña.
Imagínense al anunciante de una pelea de pesos pesados presentando a los contendientes en el debate.
Don Funfry: En el centro derecha del ring se encuentra el presidente Barack Obama, un ex abogado experto en Derecho Constitucional que ha tenido que sacrificar su inmenso aprendizaje de la ley para dirigir durante cuatro años al imperio de EE.UU. y mantener a las grandes corporaciones y enormes bancos como razón de ser de las principales políticas de EE.UU. Sus oponentes republicanos lo han derribado, pero nunca noqueado. Es más, después de sufrir un castigo excesivo, ha sonreído y ha preguntado a sus oponentes que gruñen: «¿Se sienten mejor ahora?»
Él promete que si gana la pelea mantendrá la Agencia de Protección al Medio Ambiente y que no la llenará de violadores del medio ambiente. ¿Su táctica de pelea? Ser escurridizo. Volar Como una Mariposa. Pero ¿puede él picar como una abeja? Promete que no situará en la judicatura federal a los que solo batean a la derecha o que no nombrará para la Junta Nacional de Relaciones Laborales a defensores del derecho al trabajo. Nunca ha sido cruel con los animales, sabe cómo cantar una melodía y tiene a una esposa que lucha contra la obesidad -no la suya propia.
El contendiente ultraderechista, que ascendió por si solo desde una posición de mucha riqueza a mayor riqueza aún, considerado en una oportunidad un moderado en el ring, recibió fuertes golpes en los choques primarios que lo llevaron hasta la gran pelea. Sufrió de una amnesia grave y no recuerda que una vez fue gobernador de Massachusetts, donde apoyó el derecho de las mujeres al aborto y formuló un plan gubernamental de atención de salud.
Mitt «Señor Insinceridad» Romney llega a esta contienda con un singular estilo de vida, un elevador para su auto y una soga encima de su auto para atar a su perro. Quiere que cada norteamericano pueda empinarse, para poder él reducir el gobierno mientras expande simultáneamente la capacidad de las fuerzas armadas. Se le hace la boca agua ante la posibilidad de enfrentarse a esos amenazantes persas junto con su socio israelí, Corajudo Ben Netanyahu, el cual debe superar enormes obstáculos morales y éticos para continuar con su política de asentamientos en tierras palestinas.
Pasamos ahora el micrófono a Howard Gosell para un análisis en profundidad del retador.
Gosell: Los seguidores de Obama en esta pelea aseguran que él ha hecho todo lo que ha podido, aunque otros en su esquina ya no están comprando el nuevo caramelo con su foto en la caja: Mentas Decepción.
Para que Obama pueda ganar, puede que tenga que deshacerse de la estrategia de George W. Bush: rescatar a los banqueros y joder a los propietarios de casas que ellos estafaron.
Sin embargo, Romney diría a los hipotecados que se jodan: «Ustedes compraron la estúpida hipoteca, es culpa de ustedes».
Sus fanáticos de derecha quieren menos gobierno -excepto en lo militar. Sus representantes al Congreso creen que los pobres tuvieron su oportunidad en el siglo pasado y la echaron a perder. Y ahora tienen lo que se merecen.
Un proyecto de ley presentado por los republicanos al pleno de la Cámara de Representantes la semana pasada eliminará miles de millones de dólares del fondo de prevención y salud pública de la Ley de Atención Asequible de Obama, el fondo que ayuda a las mujeres a recibir atención médica preventiva para las pruebas de cáncer cervical y de mama y reduce costos médicos innecesarios para ellas y para los contribuyentes. El fondo también apoya a los centros comunitarios de salud, brinda inmunización a niños y ayuda a niños con defectos de nacimiento.
El tipo duro republicano cree que eliminando para las mujeres y los niños la libertad de elección en la salud se les fortalece el carácter.
El Comité de Vías y Medios de la Cámara de Representantes, dirigido por los republicanos, formuló un proyecto de ley que dificulta a miles de familias pobres recibir subsidios para comprar seguros de salud. Los republicanos eliminaron casi $17 mil millones de programas de protección infantil y de prevención del abuso a niños y ancianos, y además recortó el presupuesto de «Comidas en Ruedas» (para ancianos que no pueden salir de su casa) y para atención médica infantil. ¡Estos tipos son duros!
¿Quieren ver a un tipo duro? Mientras dirigía Capital Bain desde 1984, Mitt aprendió cómo «virar» compañías -«destrucción creativa». La eficiencia exige que lo nuevo ataque constantemente a lo viejo, aunque signifique destruir a algunos en el proceso, según el reportero Pete Kotz.
«Bain compraba una firma con poco dinero de entrada, luego comenzaba a cobrar enormes salarios por administrar y pagaba a Romney» y a sus socios grandes dividendos.
«Bain reducía costos, se deshacía de trabajadores, reposicionaba líneas de productos y fusionaba su nueva compañía con otras firmas. Con suerte», escribió Kotz, «eran capaces de soltar la firma en pocos años a cambio muchos millones más de los que pagaron por ella».
El éxito no importaba desde que Mitt «estaba sacando efectivo enseguida, y a menudo obtenía ganancias hasta cuando sus objetivos se destruían», dijo Kotz.
En 1994 American Pad & Paper, una compañía de Romney, compró una planta en Marion, Indiana que trabajaba tres turnos. Bain despidió «a los 258 trabajadores, luego los invitó a que de nuevo solicitaran empleo con salarios más bajos y un recorte de 50 por ciento en los beneficios de atención médica».
«Llegaron y dijeron, ‘Todos están despedidos’,» dijo el empleado Randy Johnsons a The Los Angeles Times. «Si quieren trabajar para nosotros, aquí tienen una solicitud’. Teníamos seguro hasta el fin de semana. Eso fue todo. Fue brutal».
The Wall Street Journal estudió 77 inversiones hechas bajo la dirección de Romney. Casi una de cada tres «experimentó graves problemas financieros. Una de cada cinco terminó en bancarrota». Él es duro. Destruyó cuatro de sus diez negocios más lucrativos. Los jueces de bancarrota limpiaron los escombros. (Kotz, Broward Palm Beach New Times, 19 de abril de 2012.)
Veremos en noviembre si Obama puede competir con ese tipo de experiencia de combate.