«Sabemos que todo el ataque contra Venezuela es para tratar de impedir que el ejemplo de una revolución democrática, profundamente popular, con una profunda identidad latinoamericana con la bandera de Bolívar y el espíritu de este gigante Hugo Chávez, siga cabalgando en el siglo XXI y siga consolidándose».-Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, en El Bronx, […]
«Sabemos que todo el ataque contra Venezuela es para tratar de impedir que el ejemplo de una revolución democrática, profundamente popular, con una profunda identidad latinoamericana con la bandera de Bolívar y el espíritu de este gigante Hugo Chávez, siga cabalgando en el siglo XXI y siga consolidándose».-Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, en El Bronx, NY Sept. 2014.
Si usted me lee entre México y Argentina, Europa, o en otras partes del mundo no le será fácil creer que el fantasma de Hugo Chávez no es que sale para asustar a nadie, no, tal parece que vive en el Sur del Bronx de la ciudad de Nueva York.
La primera vez que los visité me fue imposible no quedarme perplejo con el dinamismo en todo su esplendor: un tractorcito de carga moviéndose de un lado a otro; camiones parqueados y voluntarios en plena labor de descarga; las voluntarias en plena organización del producto recibido, que no es otra cosa que toneladas de alimentos que se distribuyen, sin sesgo político y sin aduanas migratorias, a los pobres que lo necesiten.
Son de Nueva York pero llegaron de la República Dominica, Puerto Rico, Honduras, Guatemala, El Salvador, Chile, Nicaragua, Argentina, México, en fin parece una America Latina en asamblea plena de trabajo solidario. Y esto es allí, en el Sur del Bronx, en la Iglesia Evangélica Española del Bronx, liderada por el Reverendo Danilo Lachapelle.
Algo que también sorprende es que no son solapados, no bajan la frente, no se esconden, son decida y categóricamente chavistas. Y cuando lo dicen, es con orgullo del bueno. Allí he estado en varias oportunidades, ofreciendo también la poca o mucha solidaridad que pueda aportar. La fecha más reciente es de hace apenas unos días, en un acto en donde ya se comenzó a conmemorar el segundo aniversario del desaparecimiento físico del Comandante Presidente -con la solemnidad que allí suele mencionarse -Hugo Chávez Frías.
En esta ocasión, dando apertura a una serie de eventos en honor al Presidente Hugo Chávez, conmemorando el segundo aniversario de su muerte que será el cinco de marzo, se presentó la extraordinaria película venezolana Diario de Bucaramanga. En donde aparte de mostrarnos al valiente y humano libertador Simón Bolívar, también se revindica a la mujer a través de Manuela Sáenz, bautizada por el Libertador como «La Libertadora del Libertador». De entrada nadie pudo ser indiferente al decorado del lugar, a cada lado de la pantalla, un gigante mural: uno de Hugo Chávez y otro del libertador Simón Bolívar. Una secuencia en fotos y fechas de los logros del presidente Chávez para Venezuela, America Latina y el mundo. Impresionante. Así mismo, una foto tamaño original del preso político puertorriqueño, quien lleva ya 33 años en prisión en los Estados Unidos, Oscar López.
Hacía un frío más que invernal, infernal. No obstante, allí estaba ese público, incólume. El cónsul de Venezuela en Nueva York, Calixto Ortega, al cierre de la película, dio una breve exposición y abrió micrófonos para responder preguntas del público. Y hubo tremendo repertorio, lo más importante es que se trata de gente pobre, que no ha tenido acceso a los libros, ni al buen cine, pero que en esta Iglesia ha encontrado no solo la alimentación que combate el hambre física sino también que sacia la del espíritu, del conocimiento.
Apenas han pasado unas cuantas semanas en que esta misma Iglesia, en el templo, se rindió homenaje al Dr. Martin Luther King, con un lleno a capacidad, y esto que la Iglesia es grande. Cuando estás en medio de aquello no puedes creer que estás en Nueva York, o como diría Jose Martí: «en las entrañas del monstruo». Allí también se hizo memoria del Presidente Hugo Chávez, se dieron palabras solidarias hacia Venezuela que está en la mira de los «buscadores» de petróleo. Y fiel a las bases con que se creó este programa en la Iglesia llamado «Dadle vosotros de comer», después del acto, hubo comida caliente para toda aquella multitud. Es emocionante ser testigo cuando el ser humano trabaja en colectividad, con el corazón hecho solidaridad, sin poses ni arrebatos de protagonismos, simplemente una gran lección de humanismo desde el Sur del Bronx, monumento a la pobreza dentro del imperio.
Pero no solo la gente latina o de origen latinoamericano recuerda con cariño y admiración al líder Hugo Chávez, no, también estadounidense blancos, ojos azules, rubios, pero pobres. La solidaridad de Chávez, en el programa conducido por el ex senador Joe Kennedy, de combustible barato para los pobres, funciona en varios estados del país. Y no son pocos los testimonios de esta gente blanca, agradeciendo y admirando al ya inmortal Hugo Chávez. Y sobre todo en estas fechas de cruel invierno, en donde mucha gente se favorece de la nobleza del presidente Chávez y tienen calefacción en sus hogares. De hecho, al ex senador Joe Kennedy le ha llovido críticas de la ultraderecha por su amistad con Chávez, pero él nunca se ha retractado, por el contrario, estuvo en una iglesia de Manhattan, junto al actor Sean Penn y otras personalidades en la misa que se brindó al presidente Chávez por su fallecimiento. Así también han soportado críticas fuertes el director de cine Oliver Stone y el actor Danny Glover, la periodista Eva Golinger, entre otras personalidades del séptimo arte y la prensa, por su defensa a la revolución bolivariana.
Por supuesto, como escritor y periodista no me basta con que me cuenten las cosas, me gusta, de ser posible, ver y palpar los hechos. Así pedí al Reverendo Danilo Lachapelle un espacio en su apretada agenda para que me mostrara las huellas de Hugo Chávez, las huellas de la solidaridad. Y así hicimos un recorrido.
A través de Citgo, Venezuela brinda solidaridad para los pobres. Y en el caso de la Iglesia Evangélica Española del Bronx, las donaciones han permitido reparar el piso que estaba en malas condiciones, se construyó una bodega con un amplio cuarto de refrigeración, en donde se conservan los alimentos que a diario son repartidos entre los más pobres del área o de donde lleguen. En el segundo piso el Reverendo Danilo Lachapalle (quien, por cierto, presentó al presidente Nicolás Maduro en el Hostos Community College, en septiembre del 2014), me mostró los instrumentos musicales, completamente nuevos, donados por Citgo, con los que muy pronto se hará una academia de música en donde los niños y jóvenes puedan invertir su tiempo sanamente.
La solidaridad que brinda esta iglesia, a veces combinando esfuerzos con los líderes religiosos, sacerdotes Luis Barrios y Juan Carlos Ruiz, es infinita y se necesitarían muchas páginas para enumerarlas, es el caso reciente que ha servido no solo de refugio sino de guía para las mujeres de la etnia garífuna procedentes de Honduras, quienes ingresaron indocumentadas y muchas con sus niños a los Estados Unidos, y se les conoce porque portan grilletes, estilo gps, que registran todos sus movimientos. TeleSUR ha visitado varias veces esta iglesia para hacer reportajes denunciando lo inhumano de las mujeres del grillete.
Para que la Iglesia Evangélica del Bronx pueda sobrevivir, ha hecho importantes asociaciones a largo plazo con las organizaciones que les apoyan de forma regular incluyendo: City Harvest, Inc.; Food Bank for New York City; United Way of New York; Hunger Prevention and Nutrition Assistance Program (HPNAP); World Vision; The Emergency Food Assistance Program (TEFAP); Mothers on the Move; Way Out Church Ministries; Congregational Church of North New York, UCC. Por supuesto, el aporte de Citgo, viene a fortalecer este programa, tal como lo explica el Reverendo Danilo Lachapelle: «Es extraordinario». El líder religioso destacó que la ayuda de la compañía hizo más sostenible el programa «Dadles vosotros de comer», que cada mes ofrece alimentos a más de 30,000 personas con hambre. Así mismo confirmó que la empresa con sede en Houston, en Texas, financió un almacén de alimentos y sus programas existentes de música y deporte.
Todo este ambiente solidario, sin lugar a dudas, gira en torno a la figura del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, y mucha gente aprovecha la conmemoración del segundo aniversario de su muerte para agradecerle a través de oraciones el apoyo que les brindó y les sigue brindando, pues el fantasma de Chávez aparece a diario en las comunidades del Bronx, en Nueva York. Y no se esconde.
Roberto Quesada: Escritor y periodista hondureño residente en Nueva York, autor de El desertor, Los barcos, Nunca entres por Miami, Big Banana, El Equilibrista, entre otros.
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