Marruecos no es una excepción Marruecos no es una excepción en el Magreb, pues tiene una situación económica y social muy parecida al resto de países árabes. En Marruecos, un país de cerca 35 millones de habitantes, hay 5 millones en la extrema pobreza y otros 5 millones más en la emigración (el 18% de […]
Marruecos no es una excepción
Marruecos no es una excepción en el Magreb, pues tiene una situación económica y social muy parecida al resto de países árabes. En Marruecos, un país de cerca 35 millones de habitantes, hay 5 millones en la extrema pobreza y otros 5 millones más en la emigración (el 18% de la población), de los cuales oficialmente 800.000 están en España. Miles de marroquíes han perdido la vida al tratar de cruzar el estrecho en busca de un trabajo y un salario para sobrevivir y poder enviar a sus familias. La tasa oficial de paro en Marruecos es del 9,1%, aunque con grandes desigualdades, puesto que hay regiones donde supera el 18%. Un tercio de los licenciados universitarios está en paro y el 50% de los desempleados nunca consiguió su primer empleo. El salario es tan bajo como en el resto de la región, 10 veces inferior al del Estado Español. La tasa de analfabetismo supera el 50%.
Aliado del imperialismo y de Israel
El régimen marroquí es un fiel aliado de EEUU, con quien tiene firmado un TLC (tratado de libre Comercio) y es socio militar privilegiado. Con la OTAN además mantiene acuerdos de colaboración y ha participado en varias maniobras militares conjuntas. El apoyo a los palestinos por parte de los reyes marroquíes es usado como pantalla frente a la oposición interna, puesto que siempre han mantenido excelentes relaciones con Israel. Hasan II ayudó a que se establecieran relaciones entre Egipto e Israel en 1978 y desde los años 50 ha sido la sede del Mosad, servicio secreto israelí para el norte de África. Israel ayudó a la formación de la guardia personal del rey y ha sido uno de los proveedores de armamento del ejército marroquí.
Las movilizaciones crecen
Las movilizaciones actuales tienen su antecedente en el proceso de luchas que ya existía en el país. Ha habido importantes movilizaciones de los universitarios y de los licenciados en paro, y de los trabajadores de ramas como el textil, fosfatos y los pescadores. En 2008, con la crisis por la subida de los alimentos, hubo grandes movilizaciones como la rebelión del pan, duramente reprimidas. Con la crisis económica mundial se produjeron despidos masivos como los más de 50.000 de la industria textil en la ciudad de Tánger (cerca de la mitad de la fuerza laboral). En el Sáhara, que fue tomado por la fuerza en el año 1975, con acuerdo de Franco y su heredero Juan Carlos, ha seguido habiendo movilizaciones. El campamento que se formó a las afueras de El Aiun, donde reclamaban mejoras sociales (trabajo y vivienda) fue desmantelado a sangre y fuego el pasado mes de noviembre. El Rif (la región de mayoría bereber del norte de Marruecos), que fue la zona más castigada por el régimen de Hasan II (donde utilizó hasta bombardeos aéreos contra la población civil en los años 60), es donde ahora ha habido también más dureza en la represión de las movilizaciones, con varios muertos en la ciudad de Alhucemas en la primera marcha del 20 de Febrero.
Desde el comienzo de este nuevo proceso de movilizaciones ha habido varias jornadas centrales de lucha (20 febrero, 20 de Marzo, 24 de Abril y 15 de Mayo). Entre fecha y fecha se han producido decenas de movilizaciones en multitud de ciudades, como las convocadas varios días por los licenciados desempleados en Rabat y la movilización de parados y de los hijos de los jubilados de la fábrica de Fosfatos exigiendo trabajo, que también fue reprimida por la policía en la ciudad de Khuribga. Los trabajadores de la otra gran fábrica de Fosfatos en la ciudad de Yorf Asfar, cerca de El Jadida, realizaron una gran huelga a inicios de mayo.
El gobierno hace concesiones para frenar la lucha
El gobierno ha tratado de frenar las movilizaciones mediante la represión de las protestas, haciendo también continuas concesiones para salvar al régimen y sus negocios. En su discurso Mohamed VI anunció reformas constitucionales pero a continuación fue él mismo quien nombró a la comisión que estudiaría las propuestas de cambios. Otra medida urgente que tomó fue aumentar el salario de las fuerzas de seguridad y asegurar fondos para ayuda al mantenimiento de los precios de la cesta básica. Pero esto no ha sido suficiente y las movilizaciones han continuado. En cada convocatoria se suman más ciudades a las movilizaciones y la última superó las 100. Por ello tuvo que anunciar una subida del salario mínimo de 20 euros a partir del 1 de mayo y la subida de 55 euros a los funcionarios del Estado, así como una subida de las pensiones que puede alcanzar hasta 90 euros más al mes. Eso sí las subidas serán escalonadas. Ante las continuas movilizaciones de los licenciados en paro, también anunció que se contratarían 4.000 nuevos funcionarios entre ellos.
La misma lucha
En el Estado español los inmigrantes marroquíes han iniciado también las protestas como sus familiares en Marruecos. En Madrid se han sumado a las protestas de la Puerta del Sol del movimiento del 15 de Mayo. Los inmigrantes marroquíes sufren con gran dureza la situación de la crisis económica con un gran crecimiento del paro. La lucha de los jóvenes y trabajadores marroquíes es la misma que la de aquí. Los inmigrantes, como parte de la clase obrera de este país, luchan tanto por los cambios en Marruecos como por los cambios aquí. Por ello desde Corriente Roja damos todo nuestro apoyo a las movilizaciones en Marruecos y aplaudimos la unidad de los trabajadores inmigrantes marroquíes en las protestas de las plazas de todo el Estado Español.
Una monarquía capitalista y de millonarios
El rey y su familia son los propietarios del principal holding industrial y comercial marroquí ONA (Omnium Nord-Africain) del que poseen el 60% de las acciones. Controlan la producción y exportación de fosfatos, que es una de las principales industrias del país, y de la pesca, lácteos, petróleo, banca… Como dicen en aquellas tierras, es el pulpo de la economía marroquí. Como el resto de los gobierno de la región, desde los años 90 aplicaron las privatizaciones que recomendaba el FMI, de las que se beneficiaron las multinacionales y, por supuesto, la familia real y sus amigos.
Artículo publicado en Página Roja de mayo de 2011, publicación mensual de Corriente Roja