Mozambique ha sido azotado por las más graves inundaciones de los últimos seis años. Se estima que hay 29 muertos y 60.000 personas evacuadas de la cuenca central del río Zambezi a territorios más elevados, según la agencia gubernamental de respuesta a los desastres.Las aguas han cubierto las carreteras, aislando a muchas ciudades y dificultando […]
Mozambique ha sido azotado por las más graves inundaciones de los últimos seis años. Se estima que hay 29 muertos y 60.000 personas evacuadas de la cuenca central del río Zambezi a territorios más elevados, según la agencia gubernamental de respuesta a los desastres.
Las aguas han cubierto las carreteras, aislando a muchas ciudades y dificultando las operaciones de socorro. «Antes se podía alcanzar a las comunidades utilizando un barco», dijo Eunice Mucache, director de los programas en Mozambique de la Cruz Roja, que tiene 500 voluntarios en las zonas inundadas. «Ahora la situación está empeorando – los pequeños barcos ya no sirven, y empezamos a necesitar helicópteros».
Las autoridades esperan que la inundación empeore en las próximas semanas, ya que han estado cayendo fuertes lluvias en las áreas dónde se alimenta el río Zambezi. Además, las descargas controladas del enorme embalse de Cathora Bassa, en la provincia de Tete en el noroeste, aumentarán la inundación en la parte baja del río.
La inundación de la zona central de Mozambique todavía no ha llegado a su culminación, sin embargo las autoridades han hecho una evaluación preliminar de los estragos calculando más de 4.500 casas, más de 100 escuelas, cuatro centros de salud y 15.000 hectáreas de campos cultivados – dos meses antes de la estación de cosecha.
La semana pasada, el gobierno pidió al Programa Mundial de Alimentos (WFP) que se preparara a proporcionar alimentos a los 285.000 desplazados durante los próximos tres meses. Karin Manete, directora del WPF en el país, dijo que la agencia ha empezado a enviar alimentos a las 20.000 personas que se encuentran en los centros de acogida, los que se suman a las 500 toneladas de alimentos que ya se encontraban en los centros antes de la inundación.
«No tenemos suficiente, y vamos a necesitar más ayuda por parte de los donantes», dijo Manete. «Tenemos un programa regular y nuestra fuente se está quedando vacía. Antes de finales de marzo nuestras reservas se habrán acabado».
La Cruz Roja de Mozambique está organizando una campaña para financiar la asistencia a decenas de miles de personas durante un período largo, para cubrir los gastos para las tiendas, los botiquines de urgencia, los tanques de agua y los sistemas de purificación del agua. También se necesitan otros artículos, como ejes de madera y palas para ayudar a la gente a volver a establecerse una vez que las aguas se retiren.
Los socorristas dicen que el desastre actual no va a igualar a los que tuvieron lugar en 2000 y 2001, cuando las inundaciones se cobraron la vida de 500 personas, ya que desde entonces la preparación y la coordinación de emergencia del gobierno ha mejorado significativamente.
Algunas autoridades del gobierno se han quejado del hecho que algunos habitantes se han negado a abandonar sus casas ubicadas en áreas inundadas o peligrosas, y el ejército de Mozambique ha desplazado de forma forzosa a muchas miles de personas hacia los centros de acogida.
Carvalho Muaria, gobernador de la provincia de Zambezia, dijo que las personas que viven en la llanura fértil deberían trasladarse definitivamente. «No queremos que esto siga así, con las personas cíclicamente expuestas a las inundaciones», dijo al periódico gubernamental, «porque estos fondos que estamos usando ahora deberían destinarse a programas de desarrollo».