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Las tropas de ONU compran sexo de adolescentes refugiadas en un campo en el Congo

Fuentes:

Adolescentesque fueron víctimas de violaciones al huir de la guerra en la RepúblicaDemocrática del Congo están siendo explotadas sexualmente por lastropas de Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, enviadaspara acabar con su sufrimiento. The Independent se ha encontrado con que madres tan jóvenes comode 13 años, víctimas de violación múltiple por parte de […]

Adolescentesque fueron víctimas de violaciones al huir de la guerra en la RepúblicaDemocrática del Congo están siendo explotadas sexualmente por lastropas de Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, enviadaspara acabar con su sufrimiento.


The Independent se ha encontrado con que madres tan jóvenes comode 13 años, víctimas de violación múltiple por parte de milicianos,sólo pueden conseguir suficiente alimento para sobrevivir en el extensocampo de refugiados si rutinariamente se acuestan con soldados de laONU para el mantenimiento de la paz.

Testimonios de niñas y detrabajadores de ayuda en el campo para Personas DesplazadasInternamente (IDP) de Bunia, en la esquina nororiental del Congo,señalan que todas las noches niñas adolescentes se arrastranatravesando una cerca de alambre a un recinto de la ONU adyacente paravender sus cuerpos a soldados Marroquíes y Uruguayos.

El comercio, que según una víctima tiene como resultado un plátano o unbizcocho para alimentar a su bebé, sucede a pesar de una promesa de laONU de adoptar una actitud de «tolerancia cero» respecto a casos demala conducta sexual por parte de aquellos que están representando a laorganización.

Una niña, Faela, de 13 años, cuyo hijo, Joseph, todavía no tiene seismeses, ha descrito como el estigma social de su niño sin padre,consecuencia de la violación repetida por parte de milicianos en sualdea, significa que sea tratada como una paria en el caótico yviolento campo de Bunia, que alberga a 15.000 personas.

Dijo: «Es duro en el campo para chicas como yo con bebés pequeños y sinmarido. No tenemos ningún hombre que nos cuide. Hemos sido deshonradaspor los soldados que vinieron a nuestras aldeas. Nadie nos tomará poresposas y nos resulta difícil conseguir comida en el campo.»

Agregó: «Es fácil para nosotras llegar a los soldados de la ONU.Saltamos la cerca cuando está oscuro, a veces una vez en una noche, aveces más.»

Durante un período de cinco días, The Independenthabló con más de 30 niñas, la mitad de las cuales dijeron que habíanhecho el viaje de 20 metros desde el campo a brechas en las cercas dealambre del recinto que está a cargo de la MONUC, misión de la ONU enel Congo.

Un trabajador, empleado por Atlas, el grupo de ayudaque dirige el campo, confirmó que el personal estaba enterado delcomercio sexual pero estaba demasiado asustado para atajarlo.

Dijo: «No hay nada para pararlas y las niñas necesitan comida. Es mejormantenerse callado, no obstante. Tengo miedo de que si digo algo puedaperder mi trabajo y yo tengo que alimentar a mis propios hijos.»

La ONU ha anunciado su propia investigación sobre las alegaciones,advirtiendo de que aplicará «todas las sanciones disponibles» contralos responsables. Pero existen dudas acerca de la eficacia de lainvestigación y la habilidad de la ONU para llevar ante la justicia alos responsables.

Dominique McAdams, jefa de la ONU en Bunia, afirmó que creía que habíaviolencia sexual en el campo, pero dijo que todavía no había vistoninguna evidencia.