Un grupo bipartidista de legisladores introdujo en el Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley que pretende poner fin a la recolección de millones de registros telefónicos de ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Legisladores estadounidenses pidieron hoy una revisión de las actividades de espionaje del país ante el malestar interno y externo por las denuncias de esas practicas en forma masiva, y la prensa afirmó que el presidente Barack Obama evalúa prohibir escuchas a líderes mundiales de países aliados.
En un día de gran actividad, el gobierno de Obama buscó mitigar hoy los efectos del escándalo desatado este año, que creció la semana pasada con revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense espió durante años el celular de la canciller alemana, Angela Merkel, y a otros 34 líderes mundiales.
El director nacional de Inteligencia norteamericano compareció hoy ante una comisión del Congreso y confirmó que Estados Unidos ha espiado durante décadas a líderes de países aliados, aunque agregó que, del mismo modo, los servicios secretos de naciones amigas han espiado a los gobernantes estadounidenses.
En la misma audiencia, convocada para discutir cambios en la ley de inteligencia vigente hace 35 años, el director de la NSA negó tajantemente ante los legisladores informaciones publicadas por diarios de Francia y España de que su agencia monitoreó millones de llamadas telefónicas de ciudadanos europeos.
El gobierno del demócrata Obama enfrenta también quejas internas por programas por los cuales la NSA registra las comunicaciones telefónicas, los correos electrónicos y la navegación por internet de millones de estadounidenses, una práctica que la administración defiende como importante en la lucha contra el «terrorismo».
Hoy, un grupo de legisladores republicanos y demócratas introdujo un proyecto de ley que pretende poner fin a la recolección de millones de registros telefónicos por parte de NSA.
«Es hora de reformas serias y significativas para que podamos recuperar la confianza en nuestra comunidad de inteligencia», subrayó el senador demócrata Patrick Leahy, presidente de la Comisión de Asuntos Judiciales del Senado, en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.
Más tarde, en la audiencia ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el director nacional de Inteligencia, James Clapper, negó que Estados Unidos espíe a sus ciudadanos «indiscriminadamente» e insistió en que solamente lo hace «para propósitos legítimos de inteligencia» y de acuerdo con la ley.
En cuanto al espionaje en el extranjero, el funcionario indicó que el objetivo es «proteger la seguridad» de Estados Unidos u de sus aliados, y que Washington únicamente espía «para propósitos válidos de inteligencia».
Por su parte, el director de la NSA, general Keith Alexander, calificó de «completamente falsas» informaciones aparecidas en los diarios francés Le Monde y español El Mundo de que la NSA registró millones de llamadas telefónicas de ciudadanos de Europa, según documentos filtrados por el ex técnico de la CIA Edward Snowden.
En coincidencia con una información aparecida hoy en el diario The Wall Street Journal, Alexander dijo que la información sobre comunicaciones en Europa a la que accedió la NSA fue recabada por servicios de inteligencia europeos en zonas de combate y fuera de sus respectivas fronteras y luego compartida con su agencia.
En su testimonio, tanto Alexander como Clapper defendieron los programas de espionaje de la NSA de interceptación de llamadas telefónicas e e-mails, argumentando que éstos evitaron una repetición de atentados como los del 11 de septiembre de 2001.
Al inicio de la audiencia, el presidente de la Comisión de Inteligencia también defendió esas prácticas y dijo que el proyecto de ley presentado hoy para ponerle fin eliminaría una herramienta muy últil en términos de seguridad nacional.
«No podemos pedirle al FBI que encuentre a terroristas planeando un ataque y luego no darle la información que necesita», dijo el presidente de la comisión, el congresista republicano Mike Rogers.
La audiencia fue convocada luego de que el propio Obama y destacados legisladores dijeron que es tiempo de revisar programas que enojaron a muchos estadounidenses y que generaron quejas de líderes extranjeros ante denuncias de que la NSA los espió a ellos mismos o a ciudadanos o empresas de sus países.
Hoy, el diario The New York Times afirmó que Obama, que este año ordenó una revisión profunda de los programas de inteligencia ante el escándalo por las revelaciones de Snowden, evalúa ordenar el fin del espionaje a líderes de países aliados de Estados Unidos.
La decisión final sobre este tema aún no se tomó, dijeron funcionarios no identificados citados por el periódico.
Consultado sobre las noticias de espionaje a líderes extranjeros, Obama reiteró anoche en una entrevista por TV que su país está llevando a cabo una «revisión completa de cómo opera nuestra inteligencia fuera del país».
«Lo que hemos visto en los últimos años es que sus capacidades continúan desarrollándose y expandiéndose, y es por eso que estoy dando inicio a una revisión que garantice que lo que sean capaces de hacer no se corresponda con lo que deberían estar haciendo», dijo el mandatario al nuevo canal de TV Fusion.
Hoy, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que debería haber una revisión de todas las prácticas de espionaje, aunque sin descuidar la responsabilidad de mantener a salvo a los estadounidenses y a los aliados de Washingyon.
«Acá tenemos que hallar el equilibrio justo. Y, claramente, estamos desequilibrados», señaló Boehner.
La senadora Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, pidió una «revisión total de todos los programas de inteligencia y dijo que la Casa Blanca le había informado sobre planes para modificar sus objetivos y métodos de recolección de información.
«No creo que Estados Unidos debería estar recolectando llamadas telefónicas o correos electrónicos de los presidentes y primeros ministros aliados», dijo Feinstein en un comunicado.