El hombre acusado del peor atentado terrorista en América Latina fue liberado hoy por el gobierno de Estados Unidos que rehusó detenerlo y enjuiciarlo aquí por ese y otros delitos, o cumplir con la orden de extradición interpuesta por el gobierno de Venezuela. Luis Posada Carriles, ex operativo de la CIA, acusado del bombazo en […]
El hombre acusado del peor atentado terrorista en América Latina fue liberado hoy por el gobierno de Estados Unidos que rehusó detenerlo y enjuiciarlo aquí por ese y otros delitos, o cumplir con la orden de extradición interpuesta por el gobierno de Venezuela.
Luis Posada Carriles, ex operativo de la CIA, acusado del bombazo en el avión de Cubana de Aviación en el que perecieron 73 personas, y de una serie de atentados en Cuba y Centroamérica, fue liberado en Nuevo México hoy bajo fianza de 250 mil dólares.
El hecho provocó la indignación de los gobiernos de Venezuela y Cuba, y de defensores del derecho internacional. José Pertierra, abogado que representa aquí al gobierno de Venezuela en el caso de extradición, declaró a La Jornada desde Washington que la decisión «fue una burla a la justicia estadunidense y a la memoria de las muchas víctimas de Posada Carriles en Cuba, Centroamérica y Venezuela».
Posada Carriles, informó su abogado Felipe D. J. Millán, partió rumbo a Miami a la casa de su esposa, donde permanecerá bajo arresto domiciliario y con una pulsera electrónica para monitorear sus movimientos a la espera del inicio de su juicio por violaciones migratorias programado para el 11 de mayo.
Veterano de Bahía de Cochinos
El anticastrista, veterano de Bahía de Cochinos, operativo de la CIA, veterano de las fuerzas armadas estadunidenses, y acusado de ser el autor intelectual de atentados y complots terroristas en varios países en el transcurso de unas cuatro décadas, fue detenido en Miami en mayo de 2005 por ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Aunque tiene orden de deportación, un juez había determinado que no podía ser enviado a Cuba o Venezuela porque podría ser torturado, decisión basada en un solo testigo aliado del propio Posada Carriles. Sin embargo, el gobierno estadunidense no ha logrado que ningún otro país acepte recibirlo.
Subsecuentemente, Washington decidió formular cargos por el delito mayor de fraude migratorio y falso testimonio por mentir a las autoridades federales sobre su ingreso al país, por lo cual ahora espera juicio.
El gobierno federal dijo que intentó mantenerlo encarcelado hasta el juicio, pero ayer una corte federal de apelaciones rechazó la petición de suspender la libertad condicional que una juez federal en Texas le otorgó a principios de abril. Algunos señalan que el esfuerzo de las autoridades fue casi nulo ya que no presentó testigos o pruebas para asegurar su encarcelamiento.
«La Casa Blanca tiene la llaves de la celda de Posada Carriles», afirmó Pertierra; explicó que la Casa Blanca realizó toda una obra «para engañar a los estadunidenses de que un juez fue quien liberó a Posada Carriles», porque no tuvo que permitir esto. Por un lado podría haber mantenido encarcelado a Posada con una orden de detención migratoria, ya que «bajo las reglas de migración, él no tiene ningún derecho a estar en este país». Por otro lado, dijo Pertierra, podrían haber cumplido con la petición de extradición de Venezuela y mantenerlo encarcelado durante el proceso establecido por el acuerdo bilateral en la materia. Añadió que el caso demuestra a qué extremos ha logrado el gobierno de Bush «desprestigiar la justicia estadunidense».
Posada Carriles ahora regresa a Miami, donde entre los sectores ultraconservadores es una figura heroica.
Para el gobierno de George W. Bush, la reaparición de Posada Carriles en este país ha provocado problemas, ya que un sector poderoso y con gran influencia en el Partido Republicano y en la Casa Blanca -la comunidad conservadora cubanoestadunidense de Miami- presiona por un lado para liberar a su héroe, mientras que ante la vista del mundo, y hasta de algunas agencias del propio gobierno estadunidense, es un terrorista con un largo historial de crímenes.
Todos recuerdan la advertencia de Bush poco después del 11-S de que su gobierno no toleraría ningún gobierno que albergue a terroristas. Así, críticos dentro y fuera de Estados Unidos señalan que este caso revela un doble mensaje, y que no todos los «terroristas» son iguales, dependiendo de los intereses que benefician.
Por lo tanto, hasta el momento, la Casa Blanca ha evadido acusarlo formalmente por los crímenes que se le imputan y ha intentado tratar el asunto como otro caso de un inmigrante indocumentado.
Varios políticos, intelectuales y artistas progresistas aquí y en otras partes del mundo han demandado el enjuiciamiento de Posada Carriles por actos de terrorismo. Entre quienes han firmado peticiones en este sentido en días recientes están Gore Vidal, Noam Chomsky, Howard Zinn, la escritores Alice Walker y Russell Banks. Además, el representante federal y candidato presidencial Dennis Kucinich envió una carta al gobierno de Bush en la cual exige que Posada Carriles sea extraditado a Venezuela para enfrentar un juicio ahí.
Otras figuras mundiales que se han sumado a la demanda de un juicio criminal contra Posada Carriles incluyen a Tariq Ali, Adolfo Sánchez Vázquez, Eduardo Galeano, Eric Toussaint, Walter Salles, María Rojo, Manu Chao, Danny Rivera y Daniel Viglietti. La petición se puede revisar en www.porlajusticia.com.