Traducido para Rebelión por Susana Merino
Mientras Hillary Clinton declara que el exilio de Gadafi «es una posibilidad» el sitio de informaciones de los servicios de inteligencia israelíes Debka anuncia que asesores militares de los EE.UU., británicos y franceses, habrían llegado a la Cirenaica, de mano de los insurgentes, con tres objetivos:
· «Ayudar a los comités revolucionarios a establecer formas de gobierno que provean los servicios esenciales y las materias primas a los dos millones de habitantes de la Libia oriental;
· Organizarlos en unidades paramilitares, enseñarles a manejar las armas sustraídas al ejército libio, restablecer las leyes y el orden y adiestrarlos en la lucha contra las unidades militares que Gadafi ha enviado para reconquistar la Cirenaica;
· Construir la infraestructura necesaria para preparar la llegada de tropas extranjeras. Entre las posibles, unidades egipcias».
Si esta noticia se confirmase sería la primera vez que Occidente interviene directamente en los recientes disturbios del mundo islámico.
Las declaraciones del Primer Ministro británio Cameron en el Parlamento respaldan las indiscreciones de Debka: «Estamos haciendo todo lo posible para aislar al régimen de Gadafi, privarlo de fondos, restringir su poder y asegurar que los responsables de los abusos comparezcan ante la justicia». Entre las posibiles medidas para aumentar la presión «no excluimos ciertamente la utilización de medios militares» dijo el Primer Ministro.
El área de Bengazi es la terminal desde la que se exporta la mayor parte de los suministros de petróleo de Libia.
rCR