«La resolución del Consejo de Seguridad es una base legal firme y evidente; es la diferencia más clara con Irak.» -Trinidad Jiménez, ministra de Exteriores- Está claro que la derecha mediática se la tenía guardada a Zapatero desde Irak, y estos días se regodean en su «Sí a la guerra». Se la están cobrando a […]
«La resolución del Consejo de Seguridad es una base legal firme y evidente; es la diferencia más clara con Irak.» -Trinidad Jiménez, ministra de Exteriores-
Está claro que la derecha mediática se la tenía guardada a Zapatero desde Irak, y estos días se regodean en su «Sí a la guerra». Se la están cobrando a él y a todos los que rechazaron el ataque a Irak y hoy aceptan el de Libia.
Y se ve que los dardos pinchan donde duele, porque los aludidos se defienden precisamente agarrándose al recuerdo de Irak: insisten en comparar Libia con Irak para demostrar que no tiene nada que ver, y así salvar la coherencia. Y es cierto que hay diferencias. También es cierto que puede acabar habiendo más semejanzas de las previstas. Pero sobre todo, que Libia no sea Irak no hace mejor el ataque, no caigamos en esa trampa.
La primera diferencia, nos dicen, es que este bombardeo está avalado por la comunidad internacional. Veamos. De entrada, hablar de comunidad internacional es mucho decir: lo avala el Consejo de Seguridad, que no es precisamente la representación más democrática del mundo. Pero además es la guerra de Estados Unidos y Europa (salvo Alemania), pues no la apoyan China, Rusia, India, la mayor parte de América Latina; y tanto la Unión Africana como la Liga Árabe están a un tris de arrepentirse.
Pero de acuerdo, aceptemos que las normas son las normas, y que está guerra es legal. ¿Con eso nos vale? ¿Es legítima y justa por tener los papeles en regla? O dicho de otra forma, ya que nos gusta tanto evocar Irak: sabiendo lo que hoy sabemos, ¿la guerra de Irak habría sido aceptable con el aval del Consejo de Seguridad?
Segunda diferencia: aquí no habrá invasión, prometen. Bueno, está por ver. Una vez se empieza, puede pasar cualquier cosa, se imponen los hechos consumados. Y si mañana hace falta, ya prepararemos otra resolución, o reinterpretaremos la 1.973. Pero vuelvo a Irak: si hubiese habido sólo bombardeos, sin invasión, ¿no habríamos dicho «No a la guerra»?
Último argumento: aquí no hay engaño de armas de destrucción masiva, sino protección de la población. Ahí no entro, porque no me lo creo, y repito un día más: las matanzas no se paran con matanzas.
No, Libia no es Irak. Pero eso no lo hace mejor
Fuente: http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/03/23/libia-no-es-irak-vale-%C2%BFy-que/