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Los archivos de Freedom House

Fuentes: Monthlyreview

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

The Freedom House Files

«Freedom House es una organización no gubernamental independiente que apoya la expansión de la libertad en el mundo.»
Freedom House

Un mes antes del bombardeo de Pearl Harbor en 1941, Field se unió al candidato presidencial republicano Wendell L. Willkie y a algunos grupos antinazis para fundar Freedom House [Casa de la Libertad] «como contraparte a la Braunhaus [casa marrón] nazi, el centro de propaganda de Hitler en Munich.» (3)

Después de la guerra, Freedom House se sumó a otras agencias gubernamentales como la CIA y el Departamento de Estado para combatir «el comunismo soviético y chino, el antisemitismo y la supresión de los derechos humanos en Europa Oriental y en Asia.» (4) Abogó por la OTAN en el extranjero pero apoyó causas liberales en el país, condenando al Ku Klux Klan y el macartismo y compartiendo su central en Nueva York, en Wendell Willkie Memorial Building, con la NAACP [Asociación Nacional por el Progreso de la Gente de Color], la Liga contra la Difamación [ADL], y el Consejo Metropolitano de B’nai B’rith. Field se retiró de su puesto de director ejecutivo en 1967 pero sirvió como secretario del consejo de administración hasta 1970. En los años setenta y ochenta, Freedom House cabildeó en la UNESCO contra la Orden de Información y Comunicaciones del Nuevo Mundo, un intento de países del Tercer Mundo de crear sistemas mediáticos que no fueran dominados por las corporaciones y los gobiernos del Primer Mundo.

Durante los años ochenta, la organización comenzó a recibir la mayor parte de sus ingresos de subvenciones de la recién creada NED [Fundación Nacional por la Democracia] (fundada por el Congreso en 1983), y los contratos para Latinoamérica sobrepasaron de lejos a aquellos orientados hacia Europa Oriental. (5) Bajo los gobiernos de Reagan y Bush, Freedom House siguió promoviendo los objetivos de política exterior de USA en Centroamérica, «apoyando al partido ARENA en El Salvador, vinculado a los escuadrones de la muerte, mientras atacaba al gobierno sandinista en Nicaragua, abogando por líderes de la Contra como Arturo Cruz, y sirviendo como un canal para fondos de la Fundación Nacional por la Democracia.» (6) Considerada «neoconservadora» incluso en esa época, los miembros del consejo de administración y asociados del grupo estaban asociados con el Departamento de Estado, el Consejo Nacional de Seguridad (Jeane Kirkpatrick), la CIA (a través de grupos de fachada), la Agencia de Información de USA, la Comisión Trilateral (Zbigniew Brzezinski), el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el Comité sobre el Peligro Presente, Exactitud en los Medios, el Instituto de la Empresa Usamericana, la Nueva República y PRODEMCA, un grupo que reunía fondos y cabildeaba para los contras. Durante los años ochenta, Freedom House también formó el Centro de Información sobre Afganistán, uno de varios grupos financiados por la NED, que apoyaba a los muyahidín. Esto fue para complementar los 3.000 millones de dólares del gobierno para el financiamiento clandestino de los grupos antisoviéticos. (7)

Según el Formulario 990 de IRS (impuestos internos) de Freedom House, antes de 1997 su financiamiento gubernamental se basaba en «honorarios y contratos gubernamentales,» presumiblemente por trabajo realizado para el Departamento de Estado. Después de ese año, sin embargo, el financiamiento era calificado de «subvenciones.» Pero con neoconservadores como Kenneth Adelman, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Otto Reich, Jeane Kirkpatrick, Samuel Huntington, Zbigniew Brzezinski, y Malcolm Forbes Jr. en su consejo de administración, no se corría peligro de que la organización cambiara su orientación ideológica. (8)

Los miembros del consejo de administración vinculados al gobierno de Freedom House tienen tradicionalmente puestos en éste junto a mandamases derechistas y corruptos de los sindicatos. En los años ochenta y noventa estuvieron los entusiastas de la guerra fría Lane Kirkland, William Doherty, Albert Shanker, y Sol C. Chaikin. Doherty, presidente de la Asociación Nacional de Carteros, fue director ejecutivo de la AIFLD ligada a la CIA. Albert Shanker, presidente de la Federación USamericana de Maestros, también estuvo en el consejo del Comité sobre el Peligro Presente, la NED y el Instituto de Sindicatos Libres financiado por la NED. Sirvió en un comité del sector privado que asesoró a la Agencia de Información de USA (USIA) sobre asuntos laborales, «ayudando a la USIA a mejorar su programación mediante el mayor uso de las ‘actividades internacionales’ de las organizaciones sindicales de USA.» (9)

Sol Chaikin fue presidente del Sindicato Internacional de Trabajadores de Vestimenta Femenina, y siguió los pasos de su predecesor, el presidente por 30 años, David Dubinsky, que terminó por apoyar «salarios por pieza, compromisos de no realizar huelgas, contratos por cinco años, la oposición al salario mínimo, y la oposición a la ayuda gubernamental» en un intento de mantener a la industria de la vestimenta en la Ciudad de Nueva York. (10) También apoyó la corrupción y el crimen organizado. En 1997, «la industria de la vestimenta de la Ciudad de Nueva York, sindicalizada en su mayor parte, con unos 35.000 trabajadores, se había convertido en un negocio sucio dominado por la mafia que convertía la negociación colectiva en una burla mientras buscaba la reducción de los salarios y el aumento de las horas de trabajo hasta los límites de la resistencia humana.» (11) Chaikin nunca trató de eliminar el crimen organizado o de mejorar las condiciones de trabajo a nivel del tercer mundo de los trabajadores del sindicato, en su mayoría inmigrantes, pero fue un cruzado contra el comunismo en otros países, se unió al Comité sobre el Peligro Presente y al consejo del Instituto de Sindicatos Libres. Chaikin fue reemplazado como presidente de la ILGWU por Jay Mazur, que sirvió entre 1986 y 1995. Mazur es presidente emérito de UNITE, sucesor de la ILGWU, donde cobró más de medio millón de dólares durante su último año en el puesto mientras representaba a trabajadores de los sweatshop de Nueva York (talleres con miserables condiciones de trabajo) que ganaban un promedio de 7.000 dólares por año. (12) Mazur también reemplazó a Chaikin en el consejo de administración de Freedom House. Como Chaikin, Mazur permitió altos niveles de corrupción en su sindicato pero adoptó una línea dura sobre el comunismo internacional, y presidió el Comité de Asuntos Internacionales de la AFL-CIO de 1996 a 2001 y supervisó el Centro de Solidaridad durante ese período. Desde 2004, Mazur fue también miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y de la Comisión Trilateral, según el Centro Wilson. (13)

Los miembros del consejo de administración Terence O’Sullivan padre e hijo, salieron del «monolito mafioso» del sindicalismo, la Unión Internacional de Jornaleros de Norteamérica (LIUNA). En 1975 Sullivan padre, que era secretario-tesorero, «fue forzado a la jubilación anticipada como castigo por hacer estragos» en el funeral de un mafioso «con exigencias inoportunas de ascenso.» (14) Su hijo tenía mejores maneras: como máximo ayudante del títere de la mafia Genovese Arthur Coia Jr., era el segundo en la línea para convertirse en presidente del sindicato cuando éste fue destituido por el Departamento de Justicia en 2000.

Adrian Karatnycky ha sido una parte destacada del mobiliario en Freedom House desde 1993, cuando sirvió como director ejecutivo. Sirvió como presidente desde 1996 a 2003, y luego se convirtió en erudito sénior. Los vínculos de Karatnycky con el sindicalismo parecen originarse en su trabajo político con la AFL-CIO, que en los años ochenta y a comienzos de los noventa continuó su implacable decadencia en USA, pero mostró empeño en ejercer su influencia en el extranjero en la lucha contra el comunismo. Karatnycky supervisó los programas de la AFL-CIO de ayuda a la confederación sindical polaca, Solidaridad, así como a sindicatos independientes en Rusia, Ucrania y otros países del bloque oriental. Desde 1991 hasta 1993 fue ayudante del presidente de la AFL-CIO. Fue nombrado miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y ha colaborado en su revista, Foreign Affairs, así como en el New York Times, The Washington Post, y el Washington Times. (15)

Freedom House también ha mantenido tradicionalmente a periodistas en su consejo de administración. Actualmente estos incluyen a Mara Liasson de National Public Radio, P.J. O’Rourke de Rolling Stone, y el antiguo asistente de Reagan y de Bush padre, la escritora de discursos Peggy Noonan, actualmente editora colaboradora de The Wall Street Journal. El vicepresidente para comunicaciones de NPR, Andi Sporkin, dijo en un correo a la autora el 22 de junio de 2006, que Liasson, corresponsal de política nacional de NPR desde 1985, ya no forma parte del consejo de administración de Freedom House; sin embargo aparece en la lista como si lo fuera, desde por lo menos 1997 hasta hoy en día. (16)

Objetivo Cuba

En 1995, al mismo tiempo que exiliados cubanos y sus amigos en el gobierno pronosticaban la rápida caída de la revolución cubana, Freedom House comenzó su Programa Cuba financiado por USAID y el Departamento de Estado para «suministrar ayuda a la sociedad civil de Cuba» y para «aumentar la conciencia en las audiencias internacionales respecto a la necesidad de un proceso pacífico de transición en Cuba.» Desde 1995 a 1997, este programa fue dirigido por Frank Calzon, una primera figura de Freedom House desde 1989. (17) Actualmente es dirigido por Xavier Utset en Washington, DC. El periodista Walter Lippmann dice que Freedom House recibió 2,1 millones de dólares para su programa Cuba en 2004. (18)

El 11 de mayo de 2001, el representante permanente de Cuba ante la ONU presentó una queja ante el Comité de ONG, afirmando que Freedom House realizaba actividades que violaban su condición consultiva, objetando a «esas ONG que están siendo utilizadas como agentes por ciertos gobiernos para violar la soberanía de otros Estados.» (19) La organización era «una maquinaria de subversión, más cercana a un servicio de inteligencia que a una ONG,» dijo. «Hay documentos que muestran el recibo de dinero por parte de grupos ilegales en Cuba y evidencian actividades clandestinas. El actual programa Cuba de Freedom House está involucrado en el reclutamiento y el entrenamiento de periodistas de Europa Oriental y en su envío a Cuba para realizar actividades subversivas.» (20)

Cuba dijo que durante la 57 sesión de la Comisión de Derechos Humanos, «la ONG había acreditado como sus representantes a miembros de organizaciones terroristas. También, representantes acreditados de Freedom House prestaron sus placas a personas no acreditadas de origen cubano para que entraran al Palais des Nations, lo que no fue sólo ilegal sino que puso en riesgo a diplomáticos.»

El bibliotecario neoyorquino, Robert Kent, expulsado de Cuba en 1999 por espionaje, declaró al New York Times que Freedom House pagó por «algunos de sus 10 viajes» a Cuba (21) y mencionó el nombre de Frank Calzon mientras estaba allí reuniéndose con «disidentes» pagados.» (22) Pero Amanda Abrams, encargada de prensa de la organización, dijo que nadie en Freedom House conoce a Kent.

Haití y Venezuela en la mira

El Departamento de Estado y Freedom House también apuntaron a Haití y Venezuela para cambios de régimen. La organización reaccionó favorablemente cuando el presidente Hugo Chávez fue brevemente derrocado en 2002, (23) afirmando en su sitio en la Red que «en Venezuela, trabajó con los que buscaban detener la dirección autoritaria del gobierno Chávez.» Pero Abrams afirma que Freedom House sólo ha estado apoyando grupos de oposición en Venezuela desde 2004, financiada por la Oficina de Iniciativas de Transición de USAID. (24)

El 17 de marzo de 2004, días después del golpe contra el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, The Washington Post publicó un editorial de Adrian Karatnycky, intitulado, «Caída de un pseudo-demócrata,» (25) que justificaba la destitución de Aristide. Karatnycky calificó a Haití y Venezuela de «pseudo-democracias» para justificar el derrocamiento de gobiernos democráticos que no eran del gusto de Washington. Esta estratagema — decir que el gobierno objetivo no era una genuina democracia – fue utilizada previamente por la Dra. Jennifer McCoy del Centro Carter, que declaró a un subcomité de USA el 15 de marzo de 2000, que el gobierno Chávez era un ejemplo de «nuevas formas más sutiles de autoritarismo mediante la opción electoral.» (26) McCoy inventó el término, «democracias híbridas,» para describir a democracias que producen resultados con los que USA está en desacuerdo.

En «Caída de un pseudo-demócrata,» Karatnycky imputó que el presidente Aristide había «desperdiciado su mandato democrático al manipular elecciones, intimidar a la oposición y al tolerar una corrupción generalizada.» Si alguna de esas acusaciones fuera realmente verídica – aunque no existe evidencia alguna de que lo sean – Karatnycky, como portavoz de una organización que pretende que su misión es promover la democracia, debería saber que la manera democrática de cambiar un gobierno no es a través de un golpe militar, sino mediante elecciones. Este vale especialmente cuando, como en el caso de Haití, los dirigentes del golpe son conocidos violadores de los derechos humanos. El golpe fue seguido previsiblemente por un baño de sangre y una persecución general de los partidarios del gobierno elegido, que fueron encarcelados sin acusación o ejecutados con sus manos atadas tras sus espaldas. Según un estudio publicado por el periódico médico, Lancet, 8.000 personas fueron asesinadas y 35.000 mujeres y niños fueron violados sólo en el área general de Port Au Prince, bajo el gobierno interino instalado con el golpe.

Utilizando una comparación falaz, la Dra. McCoy comparó el gobierno Chávez con la dictadura de Alberto Fujimori en Perú en su testimonio ante el Congreso. Karatnycky colocó a Aristide y a Chávez en la categoría de líderes antidemocráticos: «Hugo Chávez de Venezuela, habiendo sobrevivido a un intento de golpe en 2002, enfrenta un descontento masivo e intensa y creciente presión cívica porque se ha apartado del camino democrático.» Un ataque aún más odioso contra Chávez de Freedom House fue publicado en el Miami Herald en agosto de 2006. (26)

En la actualidad, Freedom House sigue sirviendo de gabinete estratégico y de financista de la «sociedad civil» como parte del complejo moderno de «promoción de la democracia» del Departamento de Estado. Citada frecuentemente en la prensa y en trabajos académicos, los informes y los estudios producidos por Freedom House y sus afiliados promueven la ideología neoconservadora de los miembros de su consejo de administración y de sus patrocinadores en el gobierno. Aunque algunos nombres y afiliaciones han cambiado, el grupo sigue siendo dominado por neoconservadores. Brzezinski, Kirkpatrick, y Forbes siguen estando en el consejo de administración, así como Liasson, O’Rourke, y Noonan. El miembro del consejo Ken Adelman es un colaborador del Proyecto de un Nuevo Siglo USamericano, junto con el ex director de la CIA R. James Woolsey, que se unió a Freedom House en 2000. Adelman fue ayudante de Rumsfeld de 1975 a 1977, embajador en la ONU y director de control de armas bajo Reagan, y es actualmente miembro del Consejo de Política de Defensa. Escribió un artículo para The Washington Post en 2002 intitulado: «Paseo en Iraq» (28) en el que dijo: «Creo que la demolición del poder militar de Husein y liberar Iraq sería un paseo.» Otro miembro del consejo, el profesor de Harvard, Samuel P. Huntington, es el autor USamericano del informe de la Comisión Trilateral: «La crisis de la democracia y el choque de civilizaciones y la reforma del Orden Mundial (1996).

NOTAS

1 Freedom House, «Freedom House Statement on the Passing of George Field,» 1 de junio de 2006. Recuperado el 1 de enero de 2007.

2 Robert D. McFadden, «George Field, Defender of Human Rights, Is Dead at 101,» New York Times 30 de mayo de 2006.

3 Ibíd.

4 Ibíd.

5 Michael Flynn, «Freedom House,» Interhemispheric Resource Center, Right Web Profile. 26 de julio de 2005. Recuperado el 1 de enero de 2007. El ingreso total de Freedom House durante el año fiscal 1987 fue de 2.108.320 dólares. Su ingreso total de subvenciones y contribuciones fue de 1.315.759. Suponiendo que tanto NED y Freedom House se traslapan en la mayor parte, eso significa que Freedom House recibió todo un 35% de su ingreso total de la Fundación durante 1987. De su ingreso total por subvenciones, esa cifra se convierte en un asombroso 57%.»

6 Interhemispheric Resource Center, «Freedom House,» Group Watch Profile. Marzo de 1990. Recuperado el 1 de enero de 2007.

7 Jim Lobe y Abid Aslam, «Afghanistan,» Foreign Policy in Focus. 20 de noviembre de 2003. Recuperado el 1 de enero de 2007.

8 Freedom House IRS Form 990, 1997.

9 IRC, 1990.

10 Robert Fitch, Solidarity for Sale (New York: PublicAffairs, 2006): 200.

11 Ibíd, p. 193.

12 Ibíd, p. 197.

13 Woodrow Wilson International Center for Scholars, «Jay Mazur,» 26 de febrero de 2004. Recuperado el 1 de enero de 2007.

14 Fitch, p. 143-144.

15 Yuri Shevchuk, «INTERVIEW: Adrian Karatnycky Speaks on Ukraine’s Internal and Foreign Affairs,» Ukrainian Weekly 43.71, 26 de octubre de 2003. Recuperado el 29 de diciembre de 2006.

16 Freedom House, «Board of Trustees,» 2006. Recuperado el 28 de diciembre de 2006.

17 IRC, 1990.

18 Walter Lippmann, «Overt U.S. government funding for Cuban ‘Dissidents’ 2004.» Recuperado el 28 de diciembre de 2006.

19 «NGO Committee Considers Case of Freedom House,» Scienceblog.com. Recuperado el 28 de diciembre de 2006.

20 Ibíd.

21 Felicia R. Lee, «A Library In Cuba: What Is It?» New York Times, 28 de junio de 2003: B.7.

22 Eliades Acosta Matos, «The Truth About Robert Kent,» Cuban Libraries Solidarity Group, 20 June 2005. Recuperado el 1 de enero de 2007.

23 Diana Barahona, «Uneasy Standoff in Venezuela’s Media Wars,» CounterPunch, 16 de agosto de 2005. Steve Chapman fue el autor de un editorial a favor del golpe publicado el 13 de agosto de 2002 en el Chicago Tribune. Dijo en una conversación telefónica que no era muy conocedor de Venezuela y que para escribir el editorial había hecho llamados telefónicos a Freedom House, y consultó recortes de Los Angeles Times, Washington Post y el New York Times. Dijo que no sabía que FH era financiado por el Departamento de Estado hasta que yo se lo dije.

24 Amanda Abrams, 2006. Respuesta por correo a consulta de la autora:

«Freedom House ha tenido un Programa Venezuela para defensores de los derechos humanos desde 2004. El programa es financiado por USAID, la Oficina de Iniciativas de Transición. El programa Venezuela de Freedom House es un esfuerzo regional por vincular los unos con los otros a los defensores de derechos humanos en toda Latinoamérica, compartiendo las mejores prácticas y las lecciones aprendidas, mediante intercambios específicos y talleres concentrados en importantes temas de derechos humanos. El programa está concebido para fortalecer la capacidad de los defensores de derechos humanos venezolanos para que hagan su trabajo y vincularlos con sus homólogos en otros países.»

25 Adrian Karatnycky, «Fall of a Pseudo-Democrat,» Washington Post 17 de marzo de 2004. Recuperado el 1 de enero de 2007.

26 Justin Delacour y Diana Barahona, «The Carter Center’s Jennifer McCoy: Can She Be an Impartial Observer of Venezuela’s Referendum?» CounterPunch 14 de agosto de 2004.

27 C. Walker and S. Tatic, «Eroding Democracy,» The Miami Herald 3 de agosto de 2006. Recuperado el 28 de diciembre de 2006

28 Kenneth Adelman, «Cakewalk in Iraq,» Washington Post, 13 de febrero de 2002. Recuperado el 28 de diciembre de 2006

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* Diana Barahona es una periodista independiente.

http://mrzine.monthlyreview.org/barahona030107.html