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La industria del diamante intenta contarrestar los daños a su imagen

Los bosquimanos de Botswana intentan utilizar el rodaje de una película para recuperar sus tierras

Fuentes: Umoya

Los indígenas bosquimanos que llevan años luchando por recuperar sus tierras ancestrales, han pedido al actor estadounidense Leonardo DiCaprio su mediación para dar a conocer su extrema situación. DiCaprio protagoniza la película Blood Diamond, (Diamantes de sangre), que se estrenará en Estados Unidos en diciembre, en la que interpreta a un mercenario sudafricano que va […]

Los indígenas bosquimanos que llevan años luchando por recuperar sus tierras ancestrales, han pedido al actor estadounidense Leonardo DiCaprio su mediación para dar a conocer su extrema situación. DiCaprio protagoniza la película Blood Diamond, (Diamantes de sangre), que se estrenará en Estados Unidos en diciembre, en la que interpreta a un mercenario sudafricano que va en busca de un raro diamante rosa que se encuentra en el territorio controlado por los rebeldes de Sierra Leona. Los bosquimanos han dirigido una carta al famoso actor en la que le piden su apoyo. «Cuando se encontraron diamantes en nuestras tierras, fuimos expulsados… «Esos diamantes son una maldición. Esperamos que use su película para dar a conocer que nosotros también somos víctimas de los diamantes y que queremos volver a nuestras tierras».

La película Blood Diamond denuncia cómo el tráfico y comercio ilegal de diamantes ha servido en múltiples ocasiones para alimentar conflictos y mantener guerrillas y milicias, como sucedió en los años 90 en Sierra Leona, Liberia, Angola o la República Democrática del Congo. Las protestas por parte de algunos representantes de la industria del diamante no se han hecho esperar. El presidente del Consejo Mundial del Diamante, Eli Izhahoff, ha acusado a Hollywood de trivializar el tema y de contar una historia que pasaba en los años 90, pero que ahora está superada… Sin embargo, y a pesar de algunos avances, todavía existen conflictos abiertos en África en los que el contrabando de diamantes, al igual que el de otros minerales estratégicos, sigue alimentando conflictos, como en el Este de la R. D. de Congo o en Costa de Marfil, donde los rebeldes que se alzaron contra el Gobierno en el año 2002 controlan las zonas diamantíferas que se encuentran en el norte.

Por su parte, la mayor empresa mundial dedicada al comercio de diamantes, De Beers, se gastará 12 millones de euros en publicidad para contrarrestar los daños que podría suponer el estreno de la película. De hecho, una quinta parte de las ventas al por menor de diamantes corresponden al periodo navideño, que coincidirá con el estreno de la película.