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Los empleados públicos sudafricanos, en huelga indefinida, desafían la orden judicial de regresar a sus trabajos

Fuentes: Rebelión/Agencias

Funcionarios públicos en huelga desafiaron el lunes una orden judicial para regresar a sus trabajos en Sudáfrica y la policía disparó balas de goma para dispersar a manifestantes que bloqueaban el ingreso a un hospital de Johannesburgo. Más de 60 manifestantes fueron arrestados en todo el país por obstruir vías y destruir propiedades en violentas […]

Funcionarios públicos en huelga desafiaron el lunes una orden judicial para regresar a sus trabajos en Sudáfrica y la policía disparó balas de goma para dispersar a manifestantes que bloqueaban el ingreso a un hospital de Johannesburgo.

Más de 60 manifestantes fueron arrestados en todo el país por obstruir vías y destruir propiedades en violentas protestas.

El Gobierno dijo el sábado que una corte laboral confirmó un mandato judicial que prohíbe a los trabajadores públicos en servicios esenciales tomar parte en la huelga, que ha cerrado escuelas y causó un caos en hospitales desde su inicio el miércoles pasado.

«No se espera que nadie vuelva al trabajo hoy. Desafiaremos esa orden judicial si su intención es intimidar a nuestros miembros a la sumisión», manifestaba Sizwe Pamla, un portavoz del sindicato de trabajadores de la salud NEHAWU.

La policía disparó balas de goma contra los huelguistas que bloqueaban el acceso a un hospital de Johannesburgo.

«Los huelguistas resistieron el arresto en un hospital y la policía disparó balas de goma para dispersar a la multitud. No tenemos conocimiento de ningún herido», afirmó el coronel Eugene Opperman, un portavoz de la policía de Gauteng.

La huelga involucra a 1,3 millones de empleados estatales, contando a profesores, policías, guardias de prisión, funcionarios de inmigración y administrativos.

La orden judicial aplica a una parte del total, en su mayoría empleados de la salud y otros sectores catalogados por el Gobierno como «esenciales».

El mandato judicial también evita que los trabajadores en huelga ataquen a colegas que se reportan para trabajar e intimiden a las personas en búsqueda de servicios.

Las manifestaciones se volvieron violentas la semana pasada, llevando a la policía a disparar balas de goma a los manifestantes que bloqueaban los grandes caminos y entradas a los hospitales.

La imagen de los sindicatos se ha visto afectada por las declaraciones del ministro de Salud calificando a los huelguistas como «asesinos» por abandonar el cuidado de los enfermos.

Analistas esperan un acuerdo antes de septiembre, lo que podría minimizar el impacto de la paralización sobre la mayor economía de Africa.

El Gobierno puede disparar a quienes ignoren la orden judicial y arrestar a quienes sean sospechosos de intimidación, pero hasta el momento ningún empleado ha sido castigado.