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Los etíopes y sus aliados somalíes entran en Mogadiscio

Fuentes: Gara

Las tropas etíopes y sus aliados somalíes entraron ayer sin encontrar resistencia en la capital de Somalia, Mogadiscio, horas después de que los milicianos de los Tribunales Islámicos abandonaran la ciudad, retirada que el jeque Sharif Ahmed calificó de «táctica» en declaraciones a la cadena Al Jazeera. El primer ministro etíope, Meles Zenawi, dijo que […]

Las tropas etíopes y sus aliados somalíes entraron ayer sin encontrar resistencia en la capital de Somalia, Mogadiscio, horas después de que los milicianos de los Tribunales Islámicos abandonaran la ciudad, retirada que el jeque Sharif Ahmed calificó de «táctica» en declaraciones a la cadena Al Jazeera. El primer ministro etíope, Meles Zenawi, dijo que sus tropas saldrán del país en los «próximos días o semanas».

«Ya estamos en Mogadiscio… las fuerzas nacionales han tenido éxito en su misión de forzar a los militantes islámicos a salir de la ciudad», afirmó el primer ministro del gobierno interino, Mohamed Ali Gedi, desde la población de Afgoye, a unos 20 kilómetros al norte de la capital. Gedi hizo sus declaraciones después de reunirse con los líderes tribales de Mogadiscio, a quienes intenta persuadir para que apoyen sus planes para la capital. Los líderes tribales, que habían sido desarmados por los islamistas, pidieron armas. Gedi no dijo una palabra sobre el imprescindible apoyo de Etiopía, sin el que el eufórico primer ministro seguiría atrincherado en Baidoa.

El Ejército etíope y los milicianos del gobierno interino controlan ya algunos puntos estratégicos de la ciudad tras penetrar por el norte y el sur. Las tropas entraron a bordo de unas 200 camionetas con ametralladoras ­conocidas como «vehículos técnicos»­, unos 70 tanques y blindados etíopes y artillería.

Los comercios de la ciudad se encuentran cerrados y en las calles sólo se ven camionetas con milicianos de señores de la guerra. Entretanto, la población teme la venganza de los antiguos dueños de la ciudad.

Horas antes abandonaban la ciudad los milicianos islámicos. El líder del movimiento, el jeque Sharif Ahmed, confirmó a la cadena Al Jazeera una retira que describió como «táctica».

Ahmed afirmó que «los etíopes desean bombardear Mogadiscio, así que nos retiramos para no darles esa oportunidad porque las fuerzas etíopes están cometiendo un genocidio con los somalíes».

Afirmó que la ciudad se encontraba en estado de desorden por la llegada de grupos organizados por Etiopía y el gobierno interino, que «han comenzado a robar». Asimismo, desmintió noticias que aseguran que en la ciudad continúan cientos de milicianos islámicos.

Por su parte, el primer ministro etíope, Meles Zenawi, prometió derrotar completamente al movimiento islamista, al tiempo que esperaba que el conflicto finalizara en días, si no en unas pocas semanas». «Estamos discutiendo lo que tenemos que hacer para que Mogadiscio no descienda hacia el caos. No dejaremos que la capital arda», señaló el líder etíope.

Respecto a la salida de las tropas etíopes de Somalia, Zenawi afirmó en Addis Abeba que «espero que en los próximos días, quizá en las próximas semanas, pero seguramente no en los próximos meses».

Cine y «khat»

Asimismo, Zenawi, afirmó que entre 2.000 y 3.000 combatientes islámicos han muerto en Somalia en los últimos días. «Los cálculos que tenemos hasta ahora es que entre 2.000 y 3.000 elementos de los tribunales islámicos y sus aliados han muerto, mientras que entre 4.000 y 5.000 han resultado heridos», añadió Meles, que no dio datos de bajas de su Ejército.

Sí habló de su misión y dijo que «calculo que cerca del 75% de nuestra misión se ha completado», dijo Zenawi. El resto, añadió, es dar alcance a los principales líderes islámicos. «Necesitamos perseguirlos para estar seguros de que no volverán a desestabilizar Somalia», dijo el responsable etíope de la invasión del vecino país.

Desde la salida anoche de los milicianos de los Tribunales Islámicos reinó el caos en Mogadiscio, con tiroteos, saqueos y retenes improvisados instalados por los señores de la guerra, que esperan recuperar el poder que perdieron hace seis meses. Los odiado retenes, donde los señores de la guerra esquilmaban a los ciudadanos de la ciudad, fueron suprimidos por los islamistas.

Nada más llegar las tropas etíopes y del gobierno interino, fueron reabiertos los cines de Mogadiscio, que habían sido cerrados por los islamistas, y se comenzó a consumir de nuevo el khat, un estimulante muy popular entre la población.

Entertanto, al menos 13 personas murieron en los episodios violentos en la capital, mientras que miles de personas se han visto desplazadas de sus hogares huyendo de la violencia, según dijo ayer la agencia de la ONU IRIN. Asimismo, fuentes médicas confirmaron el ingreso de al menos 20 personas que presentaban heridas.

Se desconoce si en el futuro seguirá teniendo éxito la alianza entre los etíopes y su aliado somalí. Somalia y Etiopía libraron una guerra por la región de Ogadén entre 1977 y 1978, y desde entonces los etíopes no son bien vistos en Somalia.

El fracaso estadounidense

WASHINGTON

El apoyo estadounidenses a la agresión militar de Etiopía a Somalia ilustra el fracaso estadounidenses a la hora de priorizar los medios militares en lugar de la diplomacia para ayuda a sus aliados en la región supuestamente amenazados por los islamistas, estiman expertos estadounidenses.

El departamento de Estado justifica su apoyo a Addis Abeba indicando que la operación militar etíope era necesaria para terminar con la presión islamista, pero expertos aseguran que esta actitud demuestra la incapacidad de la Administración de George W. Bush para tratar de solucionar la crisis entre los islamistas y el débil gobierno interino por medio de una negociación.

Al respecto, John Prendergast, experto en cuestiones sobre Africa del International Crisis Group (ICG), afirma que «EEUU mantiene una política exclusivamente militar hacia Somalia, excluyendo todos los elementos para la búsqueda de la paz». Curiosamente, EEUU, en su llamada «guerra contra el terrorismo», apoya en la actualidad a los señores de la guerra que en 1993 mataron a 18 de sus soldados. Entonces eran «terroristas», ahora quizá sean «demócratas».

Dos barcos naufragan al ser atacados desde Yemen

Al menos 17 personas murieron y otras 141 seguían desaparecidas tras el hundimiento de dos barcos cargados de pasajeros que trataban de huir de Somalia y llegar a las costas de Yemen a través del Golfo de Aden, informó ayer el ACNUR. Fueron tiroteados por las Fuerzas de Seguridad yemeníes, que trataban de impedir que recalaran en sus costas. Otras dos embarcaciones lograron desembarcar a sus pasajeros. Las dos primeras se hundieron cuando huían a alta mar. ACNUR cifró en 400 los supervivientes. –