Saif Gadafi, aspirante a príncipe de Gales de la república hereditaria de Libia, estudió en la London School of Economics. El título de su tesis doctoral es un terrible sarcasmo: «El papel de la sociedad civil en la democratización de las instituciones de gobernanza global, del poder blando a la toma colectiva de decisiones». ¿Y […]
Saif Gadafi, aspirante a príncipe de Gales de la república hereditaria de Libia, estudió en la London School of Economics. El título de su tesis doctoral es un terrible sarcasmo: «El papel de la sociedad civil en la democratización de las instituciones de gobernanza global, del poder blando a la toma colectiva de decisiones». ¿Y cuál es el papel, según Saif, de esa sociedad civil libia que clama por la democracia? Sin saber su teoría, está clara la práctica: el papel de víctima. Los Gadafi han sacado su propia lección de las revoluciones de Egipto y Túnez: Mubarak y Ben Ali se pasaron de blandos. El tirano y su chaval han elevado la represión a su potencia: no sólo sacan los tanques a la calle; también la artillería, los helicópteros e incluso los cazabombarderos.
Mientras cierro esta columna, no está claro si los Gadafi huirán de Libia o si, por desgracia, lograrán permanecer en el poder tras el baño de sangre. No sé qué futuro espera al dictador, pero sí conozco su pasado: el de un despótico tirano que en la última década pasó del ostracismo y la repulsa a convertirse en otro amigo más de Occidente, con alfombra roja en Francia, Italia o España. Su rehabilitación fue uno de los milagros de la «guerra contra el terror», tras el 11-S. Fue precisamente Aznar el primer mandatario occidental que visitó Trípoli tras la retirada de las sanciones por parte de la ONU, en septiembre de 2003. En la delegación española, cómo no, viajaba también Repsol. Libia es una dictadura, sí; pero tiene petróleo. Gracias a ese gran hecho diferencial, Zapatero mantuvo después esa misma relación privilegiada.
Mi gran duda es la de siempre: ¿son los intereses de las grandes empresas españolas los intereses de los españoles? ¿Sí? ¿Siempre y bajo cualquier circunstancia? Y la sociedad civil española, ¿qué dice de todo esto?
Fuente: http://www.escolar.net/MT/archives/2011/02/los-gadafi-y-la-sociedad-civil.html