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Los marroquíes vuelven a las calles exigiendo «dignidad, libertad y justicia social»

Fuentes: Agencias

El movimiento contestatario 20 de Febrero (20F) organizó este domingo una manifestación de protesta en las principales ciudades de Marruecos, la primera en la que sale a la calle tras su divorcio de su aliado, el movimiento islamista Justicia y Caridad. En Rabat, el movimiento logró sacar a centenares de personas en una marcha de […]

El movimiento contestatario 20 de Febrero (20F) organizó este domingo una manifestación de protesta en las principales ciudades de Marruecos, la primera en la que sale a la calle tras su divorcio de su aliado, el movimiento islamista Justicia y Caridad.

En Rabat, el movimiento logró sacar a centenares de personas en una marcha de protesta donde los manifestantes reivindicaron «dignidad, libertad y justicia social», junto a su lema clásico: «El pueblo quiere que caiga la corrupción y el despotismo».

Asimismo, los manifestantes reivindicaron el fin de la monarquía y alzaron fotos de personalidades marroquíes a las que pidieron que se vayan, en particular de Ali Hima, recién nombrado como consejero del rey Mohamed VI, medida que para los militantes del 20F no «augura ninguna posibilidad de cambio en el país».

Es la primera manifestación de protesta que organiza el 20F tras la ruptura de Justicia y Caridad el pasado 19 de diciembre con este movimiento.

Por su parte, una decena de promonárquicos intentaron enfrentarse a los jóvenes izquierdistas y coreaban el himno nacional marroquí y lemas como «Dios, Patria y Rey», en un intento de acallar a los manifestantes que gritaban «Viva el pueblo». Mientras tanto, la policía intervino en la marcha formando un cinturón para impedir el contacto entre los manifestantes y los jóvenes promonárquicos.

Carácter laico

El movimiento islamista justifica su decisión de desligarse de las protestas debido a razones ideológicas por el carácter laico de los impulsores del movimiento y porque, según los islamistas, 20F ya no consigue los objetivos deseados y se convirtió en «un medio de desahogo de la ira popular».

El movimiento islamista se sumó desde hace meses a las protestas en una extraña alianza de izquierdistas e islamistas que compartían apenas los lemas «contra la corrupción y el despotismo».

De hecho, en las distintas manifestaciones prácticamente semanales celebradas desde el pasado mes de febrero en Marruecos, los miembros de Justicia y Caridad marchaban juntos, pero no mezclados, con los manifestantes izquierdistas del 20F.

Según el vicepresidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, Abdelilah Ben Abdeslam, quien asistió a la marcha, dicha manifestación «afirma el continuo proceso de las reivindicaciones del 20F mientras no se escuchen sus demandas».

Uno de los miembros del 20F, Omar el Radi, afirmó que las demandas del movimiento giran en torno a «más democracia, separación de poderes y más libertad», pero puso en duda que «la nueva Constitución o el nuevo Gobierno vayan a realizar alguna de estas reivindicaciones».

El presidente del nuevo Gobierno, el islamista Abdelilah Benkirán, secretario general del partido Justicia y Desarrollo, ganador de las legislativas del 25 de noviembre, ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de dialogar con el 20F.

En otras ciudades, como Tánger y Casablanca, la presencia fue masiva, según los organizadores, y estuvo marcada en Casablanca por la participación de artistas e intelectuales izquierdistas.