El acceso a servicios públicos esenciales, como centros de salud y escuelas, se ha reducido significativamente desde 2021.
Según un informe de una organización de derechos humanos, el gobierno de Tanzania está reubicando por la fuerza a los residentes indígenas masais de sus hogares y tierras ancestrales en el Área de Conservación del Ngorongoro (NCA).
Los masais han vivido en esta región durante generaciones.
El plan del gobierno tanzano para reubicar a más de 82.000 personas de la NCA en la aldea de Msomera, a unos 600 kilómetros de distancia, con fines de turismo y conservación, se detalla en el informe de 86 páginas, «Es como matar la cultura».
El acceso a servicios públicos esenciales, como centros de salud y escuelas, se ha reducido significativamente desde 2021. El acceso limitado a áreas culturales, zonas de pastoreo y la prohibición de cultivos, junto con la disminución de infraestructuras y servicios, ha dificultado la vida de los residentes y ha obligado a muchos a reubicarse.
Las asociaciones locales que apoyan a la comunidad masai han recibido tasas de entrada «desorbitadas» por parte de la Autoridad de Conservación de Ngorongoro (NCAA), la entidad gubernamental que administra la región.
El Gobierno tanzano ha expulsado repetidamente al pueblo masai de sus tierras tradicionales de pastoreo desde 1959, momento en que fue desalojado del conocido parque nacional de Serengueti a la ciudad de Loliondo.
A pesar de que las tierras se han estado utilizando para actividades turísticas y de caza deportiva, las fuerzas de seguridad tanzanas realizaron reubicaciones forzadas en el pueblo masai en 2009, 2013, 2017 y 2022, con el fin de preservar el medio ambiente.