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Los nombres de las calles de la Rosa del Fuego, de la que fue también una ciudad antifascista

Fuentes: Rebelión

Despacito y buena letra: El hacer las cosas bien Importa más que el hacerlas. Sin embargo… ¡Ah, sin embargo, importa avivar los remos, dijo el caracol al galgo. Antonio Machado, Proverbios y cantares   Otro nudo que, en contra de lo que suele afirmarse y publicitarse desde plataformas sesgadamente separadoras, aproxima fraternalmente los consistorios municipales […]

Despacito y buena letra:

El hacer las cosas bien

Importa más que el hacerlas.

Sin embargo…

¡Ah, sin embargo,

importa avivar los remos,

dijo el caracol al galgo.

Antonio Machado, Proverbios y cantares

 

Otro nudo que, en contra de lo que suele afirmarse y publicitarse desde plataformas sesgadamente separadoras, aproxima fraternalmente los consistorios municipales de Madrid y Barcelona. También el Ayuntamiento de la Rosa de Fuego, la ex millor botiga del món, apuesta por el cambio de algunos nombres de calles y plazas de la ciudad de Teresa Pàmies y Salvador Puig Antich.

Ada Colau y Barcelona en comú están convencidos «de que hay un notorio desequilibrio en el momenclátor de las calles y en la simbología de la ciudad entre las presentaciones borbónicas y las republicanas» [1]. Nosotras también, sin ninguna duda. La alcaldía se ha comprometido a revisarla y a abrir un debate ciudadano para «actualizar el reflejo de las tradiciones políticas y sociales en las calles y las instituciones del municipio». Se señala también la necesidad de eliminar también vestigios franquistas en calles y plazas.

Con el ánimo de contribuir a este necesario debate ciudadano y más allá de si habría que tener en cuenta, sumando en el debe por supuesto, otras referencias monárquicas, me permito las siguientes sugerencias:

1. Es inadmisible que una escultura dedicada a Francesc Cambó, ubicada significativamente al lado de una dependencia central de CaixaBank en una arteria principal de la ciudad, la Via Laietana, «adorne» las calles de la ciudad antifascista. Las palomas hacen su admirable trabajo… pero no basta.

2. Más aún o por las mismas coordenadas de indignidad: que una avenida, situada a unos 200 metros de la escultura cambista, lleve el nombre del gran patricio catalán colaborador del golpe fascista de 1936 transita por el mismo sendero de abyección.

3. Lo es igualmente que en la comisaría de Laietana no haya ninguna placa que informe que esa temida instalación policial fue durante unas cuatro décadas el centro principal de tortura, barbarie y crimen de la BPS, de la brigada político-social del fascismo en Cataluña.

4. No pudo precisar si alguna instalación o local dependiente del consistorio lleva actualmente el nombre de Joan Antoni-Juan Antonio Samaranch i Torelló, un franquista de toda la vida (como él mismo reconoció en repetidas ocasiones y hasta el final de sus días) que fue despedido con honores de funeral de Estado en 2010, durante el gobierno tripartito presidido por José Montilla, no puedo asegurarlo, decía, aunque a veces se ha hablado incluso designar con su nombre alguna avenida de Montjüic, pero si fuera así es obvio, de toda evidencia, que se impone una anulación inmediata de sentido y referencia.

5 La alcaldía ha retirado del salón de plenos el busto del rey de Juan Carlos I [2]. Mejor imposible; aplausos y más aplausos. Añado: desconozco si en las dependencias municipales figura alguna referencia al ex presidente de la Generalitat, el padre político del cuarto miembro de la lista de los del «Junts pel si», el mismo político profesional, hombres de negocios, que se rió en sede parlamentaria, sin autocrítica posterior, de la forma de hablar castellano de los niños gallegos y andaluces, si fuera así, si alguna fotografía, cuadro o referencia al ex molt honorable, al gran estafador y manipulador, estuviera ubicada en el consistorio, ¿no habría que proceder con urgencia de la misma forma que se obró con el Rey nombrado por el general criminal y fascista?

Más sugerencias en una entrega posterior. No canso más.

Mientras tanto, algunos nombres de ciudadanas, de combatientes antifascistas que merecerían figurar en las calles de una ciudad que, en fraternal unión con otras ciudades españolas, tanto hizo por derrotar al fascismo español (y al de la casa desde luego): Maria Rosa Borràs, Giulia Adinolfi, Pilar Fibla, Neus Porta, Manuel Sacristán, Pere Cullell, Francisco Fernández Buey, Josep Maria Domingo,… y tantos otros.

Una última observación: la CUP apoya las propuestas del consistorio y plantea retirar también las banderas españolas de los edificios municipales. ¿Por qué? ¿Por ser la bicolot? Me temo y supongo que no, que dirían y exigirían lo mismo si se tratara de la bandera republicana. ¿Y por qué no exigen la retirada de la senyera? ¿Porque es la bandera de Cataluña? ¿Todo símbolo catalán vale de entrada y de salida y todo símbolo «español», sea el que fuere, no vale un pimiento y es fascistoide? ¿Es eso?

Si no es eso, nada que decir. Si es eso: pues náuseas y vómitos y una observación cada vez más evidente: algunas prácticas y reflexiones de la CUP tiene que ver con la izquierda lo mismo que el undécimo decimal de pi con el primer concierto mozartiano para flauta. Nada, nada de nada.

PS: Hablando de nombres y de calle. La realidad, se señala en La directa, es que «el grado de implicación de Catalunya en la política colonial española y el tráfico de esclavos durante el siglo XIX fue muy elevado» y, en parte, fue dirigido desde Barcelona. El historiador Martín Rodrigo lo explica en ‘Catalunya i el colonialisme espanyol (1868-1899)’. https://directa.cat/catalunya-va-ser-protagonista-del-comerc-negrer-amb-cuba. Sobre la huella del esclavismo en las calles catalanes: https://directa.cat/petjada-de-lesclavisme-als-carrers-catalans,

Notas:

[1] El País, 14 de agosto de 2015, p. 13.

[2] Una propuesta similar fue realizada por la que suscribe hace años en un pleno de educación del consistorio municipal de la ciudad de Santa Coloma de Gramenet. Las risas de los responsables siguen sonando en el ambiente. ¡Pero qué idiota, qué estúpida, qué izquierdista!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.