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Los rebeldes tutsi del Congo ocupan Rwindi pese a su promesa de alto el fuego

Fuentes: El Mercurio Digital

Los rebeldes tutsi ocuparon ayer la ciudad de Rwindi, en la provincia oriental congoleña de Kivu Norte, pese a la promesa realizada ayer a la ONU por su líder, Laurent Nkunda, de que la guerrilla mantendría el alto el fuego, informó la agencia pública españóla Efe de fuentes de un portavoz de Naciones Unidas. «La […]

Los rebeldes tutsi ocuparon ayer la ciudad de Rwindi, en la provincia oriental congoleña de Kivu Norte, pese a la promesa realizada ayer a la ONU por su líder, Laurent Nkunda, de que la guerrilla mantendría el alto el fuego, informó la agencia pública españóla Efe de fuentes de un portavoz de Naciones Unidas. «La ciudad de Rwindi ha caído en manos de las tropas del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP)», dijo el portavoz militar de la Misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUC), el teniente coronel Jean-Paul Dieutrich.

Image «Hemos advertido a los tropas de Laurent Nkunda que si avanzan más vamos a intervenir», para separar las líneas guerrilleras y del Gobierno, dijo Dietrich, quien comentó que la confusión reina en la zona, donde una patrulla de «cascos azules» quedó atrapada durante un tiempo en el fuego cruzado entre rebeldes y soldados.

Según el portavoz de la MONUC también se registraron combates en Mashaka, 15 kilómetros al sur de Kanyabayonga, en los que se usó artillería pesada y «el CNDP ha acusado al ejército de avanzar en sus posiciones». Según Dietrich, la MONUC ha evacuado de la región al menos a 19 soldados heridos de gravedad de las Fuerzas Armadas de la RDC (FADRC). Además, un casco azul indio resultó herido como consecuencia del estallido de un obús tras los enfrentamientos de ayer en la conflictiva provincia de Kivu Norte, durante los combates entre rebeldes y soldados del ejército congoleño cerca de una base de la MONUC.

El portavoz del CNDP, Bertrand Bisimwa, por su parte, indicó por teléfono que «las Fuerzas Armadas de la RDC han retrocedido hasta Vitshumbi», localidad situada en las orillas del lago Edouard, a unos 20 kilómetros de Rwindi y a 120 de Goma, por lo que no tienen más remedio que huir por el lago o por la selva».

Los enfrentamientos podrían causar nuevas huidas de civiles, que se unirían a los más de 250.000 desplazados de sus hogares por la violencia desde agosto pasado en Kivu Norte, lo que agravaría la situación humanitaria, pues previamente ya había casi un millón de desplazados en la región.

La ONU y las organizaciones no gubernamentales también consiguieron ayer de Nkunda el compromiso de habilitar corredores humanitarios para suministrar a los desplazados comida, medicamentos y cobijo, de los que muchos de ellos carecen desde hace semanas, pero estos enfrentamientos podrían impedir su apertura.

Los enfrentamientos comenzaron de mañana con la toma de la población de Ndeko, contrastan con las declaraciones de ayer de Nkunda y el optimismo manifestado por el enviado especial la ONU en la RDC, el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, tras la reunión que mantuvieron ambos en la ciudad de Jomba, en Kivu Norte. En cualquier caso, Nkunda restó importancia a los enfrentamientos de los últimos días y dijo que «no son combates verdaderos, sino solo unos incidentes entre ambos bandos».

En declaraciones a los medios de comunicación, Nkunda expresó su firme voluntad de negociar con el Gobierno de Kinshasa, mientras que Obasanjo anunció que había llegado a un acuerdo con el jefe rebelde sobre la creación de un comité tripartito.

Obasanjo, que actúa como representante especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo ayer que Nkunda había aceptado crear un comité tripartito de vigilancia del alto el fuego, con participación de un representante del Gobierno, uno de los rebeldes y un tercero neutral. «El alto el fuego es como bailar un tango: no se puede hacer a solas», dijo Obasanjo.

El pasado viernes, los ministros de Exteriores de la RDC y Ruanda se reunieron en Kigali y decidieron potenciar sus relaciones diplomáticas y colaborar para el desarme de las guerrillas de ambos países, en el encuentro de más alto nivel entre ambos países en los diez últimos años.

La colaboración entre los gobiernos de Kinshasa, que preside Joseph Kabila, y de Kigali, que encabeza Paul Kagame, es considerada esencial para acabar con el conflicto del este del Congo. Unos cinco millones y medio de personas se calcula que han muerto por la violencia en la República Democrática del Congo desde 1998, lo que supone unos 1.500 muertos al día.