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Cuarto día de huelga en Nigeria

Los sindicatos nigerianos amenazan con parar la producción de petróleo

Fuentes: Guin Guin Bali

Nigeria ha vivido este jueves su cuarto día de huelga y movilizaciones consecutivas y los representantes sindicales han subido el tono de la protesta, asegurando que, de continuar el Gobierno con su decisión de no subvencionar el combustible, la extracción de petróleo podría quedar completamente paralizada. Algunas fuentes, principalmente funcionarios relacionados con la industria del […]

Nigeria ha vivido este jueves su cuarto día de huelga y movilizaciones consecutivas y los representantes sindicales han subido el tono de la protesta, asegurando que, de continuar el Gobierno con su decisión de no subvencionar el combustible, la extracción de petróleo podría quedar completamente paralizada.

Algunas fuentes, principalmente funcionarios relacionados con la industria del petróleo, aseguran que no es posible una paralización completa, ya que buena parte del proceso de realiza de forma automática y no todos los trabajadores están secundando la huelga, pero las plataformas de extracción ya están en alerta roja ante lo que pueda pasar.

De momento, lo que sí se encuentra paralizado son las grandes ciudades del país, donde miles de personas se han echado a las calles, de forma pacífica aunque con algunos enfrentamientos aislados. Las protestas están siendo especialmente significativas en Lagos, la capital económica, y otras grandes ciudades. Del aeropuerto de Lagos no ha salido ningún avión desde el lunes y sus calles -por las que estos días no circula apenas ningún vehículo a pesar de que generalmente están atestadas- han presenciado la sentada de protesta en la que participaron unas 10.000 personas. Tal y como explica el corresponsal de la CNN en la ciudad, gente de todo tipo y condición se ha sumado a las protestas: «hay gente mayor y joven. Gente que se baja de sus Mercedes y Land Rovers y gente que va descalza». En la ciudad de Kano, la segunda más importante del país y situada en el norte del mismo, la situación no ha sido muy distinta y ya son muchas las tiendas y familias que sufren la falta de abastecimientos tras cuatro días de parálisis. Al mismo tiempo, en un país en el que la tasa de penetración de Internet es de alrededor de un 30%, la protesta ha corrido como la pólvora por las redes sociales, que se han movilizado bajo el lema #occupynigeria, y entre la diáspora guineana por todo el mundo, especialmente Reino Unido y Norteamérica.

Nadie termina de entender que el gobierno haya quitado de golpe, y de la noche a la mañana, el subsidio que desde hace años permitía a los ciudadanos disfrutar de gasolina barata, el único de los beneficios del petróleo que hasta ahora ha visto buena parte del país. El razonamiento del Ejecutivo es que el dinero ahorrado en los subsidios podrá ser invertido en la creación de infraestructuras y mejora de servicios, pero la trayectoria de corrupción y desvío de fondos del país hace que la ciudadanía desconfíe absolutamente de las promesas del presidente, Goodluck Jonathan, contra el que se ha desatado la ira. Nigeria produce unos 2,4 millones de barriles de crudo al día, pero eso no ha servido para mejorar las condiciones de vida del país, donde un 57% de la población vive con menos de dos dólares al día. Ahora, con la brutal subida de la gasolina – ha pasado de unos 30 céntimos el litro a casi 70- y el consiguiente aumento del precio de muchos productos, buena parte de la población se encuentra aún más sumida en la pobreza.

Crece la violencia

Hasta el momento, según datos de la Cruz Roja nigeriana, los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía se han cobrado ya 16 víctimas mortales y han dejado 205 heridos. En algunos lugares, como en el Estado de Níger, al noroeste del país, se ha impuesto el toque de queda durante las próximas 24 horas debido a los enfrentamientos, y en otras regiones también se han producido escenas violentas.

La situación es cada vez más tensa, especialmente en la zona norte donde al conflicto económico se suma la violencia desatada desde hace ya unas semanas por la secta islámica Boko Haram, que ha llevado a cabo numerosos atentados contra cristianos. Por si fuera poco, el propio presidente sugirió a principios de semana que la secta podría tener apoyos dentro del mismo Gobierno, http://www.thenational.ae/news/world/africa/boko-haram-has-supporters-in-nigerian-government-says-president aumentando la tensión entre los propios miembros de su gabinete.

En este sentido, los tres intelectuales más importantes del país, Wole Soyinka (premio Nóbel de Literatura), Chinua Achebe y J.P. Clark. han alertado del peligro de la confrontación religiosa a través de un manifiesto titulado «No dejemos que el fuego se extienda», en el que hacen un llamamiento a todos los nigerianos para que opten por el diálogo y la paz».

Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=1&id=2451