El Fiscal del Tribunal militar de Paris ha abierto una información judicial (instrucción previa) por «complicidad en genocidio y/o complicidad en crimen contra la humanidad». Esta decisión es consecuencia de la denuncia presentada por 6 ruandeses a los que un juez de instrucción francés escuchó el mes pasado en Kigali. Acusan a los soldados franceses […]
El Fiscal del Tribunal militar de Paris ha abierto una información judicial (instrucción previa) por «complicidad en genocidio y/o complicidad en crimen contra la humanidad». Esta decisión es consecuencia de la denuncia presentada por 6 ruandeses a los que un juez de instrucción francés escuchó el mes pasado en Kigali. Acusan a los soldados franceses de haber ayudado a los genocidas durante la Operación Turquesa, en 1994.
Se ha franqueado una etapa judicial suplementaria en la instrucción de las acusaciones que tienen como objetivo al Ejército francés por su acción en Ruanda en el momento del genocidio en 1994. El viernes, víspera del fin de semana de navidad, el Fiscal Militar de París anunció la apertura de una información judicial que apunta a soldados franceses, no identificados por el momento.
Esta decisión se produce cerca de un mes después del desplazamiento a Ruanda de la Juez de Instrucción del Tribunal Militar de París. La Magistrada, Brigitte Raynaud fue a Ruanda para escuchar a los 6 ruandeses que han denunciado a X por «complicidad en genocidio y/o crimen contra la humanidad». Una denuncia que apunta, sin designar nominalmente a unos 2.500 soldados de la Operación Turquesa, emprendida por Francia En 1994 para establecer «una zona humanitaria segura» en Ruanda en el momento en que se estaba produciendo el genocidio que provocó 800.000 muertos, según la ONU, en el seno de la minoría tutsi y que provocó muchas víctimas también entre los hutus opuestos al poder in situ en aquella época.
Admitidas 2 denuncias sobre 6 juzgados.
La información judicial abierta el viernes solo afecta a 2 de las 6 denuncias presentadas. El Fiscal estima, a la vista de los testimonios recogidos por la Magistrada, que 4 de las denuncias no pueden admitirse. Estas personas «no pueden prevalecerse de hechos supuestos, susceptibles de constituir crimen de complicidad en genocidio», indica una fuente judicial contactada con AFP.
Los testimonios juzgados como admisibles son los de Aurea Mukakalisa, que tenía 14 años en el momento de los hechos e Innocent Gisanura, que tenía 27 años en 1994. La primera aseguró a la juez de instrucción en el mes de noviembre que » los milicianos hutus entraban en el campamento [de Murambi] y designaban a tutsis que los militares franceses obligaban a salir del campamento». Prosigue: «Vi a los milicianos matando a los tutsis que habían salido del campamento. Digo, y es la verdad, que he visto a militares franceses matar a tutsis utilizando cuchillos brillantes de grandes dimensiones». Por su parte, Innocent Gisanura da testimonio de la situación, principalmente de Bisesero: «Los milicianos nos asaltaban y perseguían y afirmo que los militares franceses asistía al espectáculo desde sus coches, sin hacer nada (…). Se trataba de franceses, porque hablaban francés, eran blancos con la bandera francesa en la manga».
«Un paso importante»
Esta restricción a solo dos de información judicial de las 6 denuncias depositadas, se juzga como una «semi medida» por parte de uno de los abogados de la acusación. Sien embargo, el abogado cree que «es un paso importante» y que «la ampliación de las investigaciones a los hechos denunciados por los otros 4 denunciantes es inexorable».
El análisis del abogado no es el del Ministerio de Defensa. Michèle Alliot-Marie declaró el 9 de diciembre pasado «que es inadmisible que los militares franceses puedan ser acusados de esa manera y de cosas que, en su mayoría, son estrambóticas». La Ministra Recordaba además que «la comunidad internacional no quiso intervenir en este asunto [en 1994]» y que «Francia fue la única que tuvo el valor de enviar militares para intentar que parara el genocidio para limitar al máximo sus efectos».
La información judicial, que constituye una instrucción previa, debería permitir al juez de instrucción del Tribunal Militar de París continuar sus investigaciones referentes a las denuncias presentadas.