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Metro de Madrid: una lección de unidad obrera, un día más sin servicios mínimos

Los trabajadores de Metro ejemplifican lo que significa el derecho a la huelga

Fuentes: Rebelión

El martes más de 2.500 empleados de Metro decidieron por «unanimidad» en asamblea seguir con los paros sin respetar los servicios mínimos. Para hoy miércoles está prevista la tercera jornada de huelga, y de no alcanzarse un acuerdo ésta podría hacerse indefinida a partir del jueves, 1 de julio. Los medios y la huelga Durante […]

El martes más de 2.500 empleados de Metro decidieron por «unanimidad» en asamblea seguir con los paros sin respetar los servicios mínimos. Para hoy miércoles está prevista la tercera jornada de huelga, y de no alcanzarse un acuerdo ésta podría hacerse indefinida a partir del jueves, 1 de julio.

Los medios y la huelga

Durante la segunda jornada de la huelga de Metro, Madrid vivió horas de colapso circulatorio como hacía mucho que no se veía. Cierto que hubo kilómetros de retenciones en las carreteras de acceso, mientras que en el interior de la ciudad los autobuses circulaban saturados, pero los medios de prensa fracasaron a la hora de enfrentar a la población contra los trabajadores en huelga. Existe una sensación cada vez más extendida de que acciones de este tipo son las que hacen falta ante las brutales medidas del gobierno, y a las que habrá que añadir las próximas subidas del gas, la luz y el IVA.

En sus crónicas, Falsimedia no dudó en achacar a los huelguistas todos los problemas del transporte, público y privado, mientras que la dirección del Metro y los responsables políticos de la Comunidad de Madrid parecían no tener ninguna responsabilidad en una huelga que únicamente se debe a sus decisiones e intransigencia.

No es que los piquetes impidieran la salida de los trenes -como aseguraba Falsimedia-, es que no había ni siquiera esquiroles para conducirlos. ¿O es que alguién puede creer que de haberlos habido los antidisturbios no se habrían empleado a fondo contra los trabajadores concentrados en las cocheras? Aún así, Metro abrió las estaciones para informar a los viajeros de que no había servicio debido a la huelga.

Expedientes por incumplir los servicios mínimos

El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid (CAM), José Ignacio Echeverría, ordenó la apertura de expedientes disciplinarios a todos los trabajadores que incumplan los servicios mínimos establecidos por la Comunidad. En declaraciones a Telemadrid advirtió de que mientras los servicios mínimos no se respeten «no va a haber negociación» porque «nadie se va a sentar con unos señores que están incumpliendo la ley. Después ya veremos».

Se le olvidó aclarar que la huelga se debía precisamente a que el gobierno de la Comunidad de Madrid fue el primero en vulnerar la ley, violando el convenio con los trabajadores de Metro que ellos mismos habían firmado. Y que de no haberlo hecho, se habría evitado el conflicto.

Pero Echeverría echó leña al fuego y acusó a los empleados de ser «unos trabajadores privilegiados de la Comunidad de Madrid» criticando que no quieran asumir los «sacrificios» que el Gobierno de la Comunidad ha aplicados a «todos». ¿Se refería a los sueldos de los directores generales y los secretarios generales técnicos de la CAM que, pese a su rebaja, siguen siendo superiores en 4 mil euros a los 78.185 euros que percibe Zapatero? ¿O a los 90 mil que percibirá Esperanza Aguirre?

Reventar la huelga

A media tarde, el gobierno autonómico decidió reventar la huelga obligando a conductores de reserva para que se hicieran cargo de 5 convoys de la línea 8 (con destino al aeropuerto de Barajas). Metro de Madrid reabrió todas las estaciones de la línea, con 5 policías y equipos de seguridad privada en cada convoy. La empresa pensaba que algún trabajador rompería la huelga, pero se equivocó. Responsables de Metro aseguraron no haber encontrado «conductores suficientes». ¿Suficientes para qué? Les habría bastado con encontrar a 1 para haber podido vender la noticia de que, pese a la huelga, la línea 8 ofrecía servicio. Pero fue imposible, ningún conductor cedió a las presiones para colocarse al frente de los trenes.

La Comunidad de Madrid intentó también desplegar por las calles madrileñas los autobuses nocturnos que habitualmente hacen el mismo recorrido que las líneas del metro los fines de semana. Pero tampoco hallaron conductores de la EMT dispuestos.

Como última esperanza, Aguirre evaluaba a última hora de ayer contratar autobuses privados para reforzar las líneas municipales y afrontar una nueva jornada de huelga sin servicios mínimos.

Motivos para una huelga

La huelga está convocada por los representantes de los trabajadores (Sindicato de Conductores, CC OO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Estaciones) en contra de los recortes salariales del 5% que la Asamblea de Madrid ha establecido para los funcionarios, amparándose en que así lo dictaba el decreto ley aprobado por el Gobierno. De ese modo la aplicación del recorte salarial para los trabajadores del sector público se aplicaría en el Metro, de manera progresiva, comenzando en 2010 por una bajada del 2,15%.

Sin embargo, según los trabajadores de Metro, la Comunidad de Madrid fue más allá del decreto del Gobierno puesto que éste «excluía a las sociedades mercantiles, como es Metro de Madrid y como son Renfe, Adif o Aena, que además de ser sociedades mercantiles tienen convenio propio», explicó Ignacio Arribas secretario general de Comisiones Obreras de Metro de Madrid.