Todos aquí están haciendo sus resúmenes de 2018, y casi todos (descartando a la derecha cavernícola que parece estar en un viaje alucinógeno que podría llamarse más bien Alicia en el País de los Horrores) concluyen que ha sido uno de los peores años; lleno de crueldad, mediocridad, asaltos oficiales contra críticas, reveses en política […]
Todos aquí están haciendo sus resúmenes de 2018, y casi todos (descartando a la derecha cavernícola que parece estar en un viaje alucinógeno que podría llamarse más bien Alicia en el País de los Horrores) concluyen que ha sido uno de los peores años; lleno de crueldad, mediocridad, asaltos oficiales contra críticas, reveses en política social y en relaciones internacionales, todo girando en torno al bufón peligroso en la Casa Blanca y a sus aliados y cómplices.
Pero desde los tiempos más antiguos, siempre se ha dicho que justo en las épocas más oscuras, brota la nueva luz. De hecho, fue uno de los años con más sorpresas, más resistencia y rebelión. Tal vez fue el año que marca el fin de la oscuridad que nosotros, como periodistas, hemos sido obligados a documentar cada día.
Hay otro resumen que se puede hacer: el de un año de oposición, resistencia y rebelión en Estados Unidos. Éste tendría que incluir, entre tantas otras cosas, estos elementos:
La Marcha por Nuestras Vidas: un movimiento que nació de la masacre en una preparatoria en Parkland, Florida, encabezada por estudiantes sobrevivientes que cambió la narrativa sobre la violencia armada en este país y que sigue haciendo temblar a las cúpulas. Su primera expresión nacional fue en marzo con cientos de miles marchando por la capital.
Rojo por la Educación: decenas de miles de maestros realizaron una ola de acciones sin precedente en defensa de la educación pública en algunos de los estados más conservadores del país este año, con paros ilegales
en Virginia del Oeste, Oklahoma y Arizona, y con otras acciones en Colorado, Kansas, Kentucky y ahora en Los Ángeles.
El movimiento #MeToo continuó por segundo año derrotando la impunidad de hombres poderosos en varias ramas por sus actos de abuso y hostigamiento sexual, ahora provocando temor entre los que antes se sentían intocables.
Movimientos laborales marcaron triunfos sorprendentes en medio de un clima antitrabajador, entre ellos, miles de agremiados hoteleros en varias ciudades en la cadena Marriott; unos 60 mil trabajadores de comida rápida de Nueva York verán duplicado su salario gracias a la campaña nacional de Lucha por $15; trabajadores lecheros inmigrantes en granjas en Vermont que proveen a la empresa de helados Ben & Jerry’s lograron firmar el primer acuerdo para mejorar sus condiciones laborales empleando el modelo, y gozando del asesoramiento, de la Coalición de Trabajadores de Immokalee en Florida.
El abanico de fuerzas que contribuyeron al triunfo de los opositores del régimen de Trump en las elecciones intermedias, enviando al elenco mas diverso de la historia al Congreso, incluyendo más de 100 mujeres -un récord- entre ellas las primeras musulmanas, dos indígenas, junto con inmigrantes o sus hijas. El llamado caucus progresista
-agrupación de legisladores- se amplió de unos 78 a unos 96, cifra nunca antes alcanzada (su copresidente es el diputado Raul Grijalva, de origen mexicano).
La Campaña de los Pobres, que revivió la última campaña del reverendo Martin Luther King hace 50 años, está impulsando foros, reuniones y acciones de desobediencia civil por todo el país al identificar, como lo hizo King al final de su vida, el racismo, la injusticia económica y el militarismo como los enemigos de la democracia estadunidense.
Las múltiples organizaciones, esfuerzos, proyectos y expresiones solidarias que brotaron por todo el país en defensa de los inmigrantes, de los niños separados de sus padres y de los refugiados buscando asilo.
Nuevas corrientes del movimiento ambiental como el Movimiento Sunrise, fundado y encabezado por jóvenes que se identifican como la generación que serán testigos de la devastación planetaria que la comunidad científica pronostica sin un cambio dramático en las políticas actuales, y que vinculan ese tema con el sistema económico y social, y por ello promueven un New Deal Verde.
Son algunas de las luces que alumbraran 2019 y son la razón por la cual uno puede desear, de manera sincera, en medio de tanta oscuridad de este lado de la frontera, un feliz Año Nuevo para todos.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/12/31/opinion/021o1mun