Los senegaleses han votado este domingo para elegir a Macky Sall como nuevo presidente de Senegal. La fiesta en las calles de Dakar es total. El propio Abdoulaye Wade llamó a Sall para felicitarlo pese a que no ha terminado el recuento, pero los porcentajes ya hablan por sí mismo (68% Sall frente a 32% […]
Los senegaleses han votado este domingo para elegir a Macky Sall como nuevo presidente de Senegal. La fiesta en las calles de Dakar es total. El propio Abdoulaye Wade llamó a Sall para felicitarlo pese a que no ha terminado el recuento, pero los porcentajes ya hablan por sí mismo (68% Sall frente a 32% Wade)
Macky Sall se ha convertido esta noche en el cuarto presidente de la historia de Senegal. Con una contundente victoria en las urnas que aún no es oficial, de momento van 68% Sall frente a un 32% de Wade y continúa el escrutinio, los senegaleses a través de las urnas han logrado echar del poder a un Wade que pretendía seguir en él más allá de la lógica y la ley y pasando por encima de la voluntad popular, expresada en las calles una y otra vez. En el último instante, Wade no tuvo más remedio que aceptar lo evidente y, hace unas horas, telefoneó a Sall para felicitarle. La fiesta en las calles es total.
La sede del partido de Macky Sall, Alianza por la República (APR), en el barrio de Liberté 6, era la fiesta total. Por las calles, los coches tocaban la bocina sin parar y los conductores se bajaban de los coches y los dejaban en mitad de las calles para ponerse a dar saltos en la carretera. Por el contrario, la sede del PDS (Partido Demócrata Senegalés, el partido de Wade) era un auténtico cementerio, sólo los guardias de seguridad en la puerta.
Los resultados que comenzaron a salir minutos después del cierre de las urnas ya avanzaban lo que iba a suceder. Macky Sall iba ganando mesa a mesa y colegio a colegio con una solvencia que no dejaba lugar a la duda. Por el contrario, Wade sólo lograba victorias parciales en algunos de sus feudos, como Casamance o Touba.
Con el paso de las horas, nada parecía detener el cambio. Macky Sall rozaba porcentajes del 70% y parecía que su victoria era imparable. El momento clave de la noche fue cuando Abdoulaye Wade en persona llamaba a Macky Sall, que se encontraba en el hotel Radisson Blue, para felicitarlo. Serían las diez y media de la noche.
Para ese entonces, la fiesta en las calles ya era total. Han sido dos meses de manifestaciones que costaron la vida a al menos ocho personas, una campaña electoral llena de tensión y miedo, una primera vuelta el 27 de febrero en la que los senegaleses dieron toda una lección de democracia y una segunda vuelta que ha terminado la tarea de echar del poder a un presidente empeñado en seguir en el poder a toda costa.
Esta noche ha ganado Macky Sall. Pero sobre todo ha ganado Senegal que ha demostrado, en un momento en que los golpes de estado y la guerra son triste actualidad, que la democracia sí es posible en África. Lo que no pudieron la violencia y las manifestaciones lo han logrado finalmente las urnas. Ahora toca a Sall gestionar su victoria, para la que ha contado con el apoyo necesario de doce candidatos de la oposición y de buena parte de la sociedad civil. Sin ellos no habría sido posible, así que probablemente tendrán presencia en su gobierno y otras instituciones gente como Moustapha Niasse, Tanor Dieng, Bamba Diéye, Idrissa Seck o Ibrahima Fall.
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=2715