Recomiendo:
0

Madrazo o República

Fuentes: Insurgente

Reza una canción que «no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió». La II República española, qué duda cabe, no fue un paraíso terrenal, pero supuso una experiencia sin precedentes en suelo patrio, después de décadas y décadas durante las cuales el pueblo español estuvo condenado al ostracismo económico, social y cultural […]

Reza una canción que «no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió». La II República española, qué duda cabe, no fue un paraíso terrenal, pero supuso una experiencia sin precedentes en suelo patrio, después de décadas y décadas durante las cuales el pueblo español estuvo condenado al ostracismo económico, social y cultural por las monarquías, a las que no voy a calificar de extranjeras ya que, a mi entender, toda monarquía es ajena. Todo ese anhelo de cambio se frustró porque a unos señores se les antojó salvar a la madre patria, masacrando y torturando en una Santa Cruzada, para librarla de la locura marxista.

Han tenido que pasar 75 años para que las banderas tricolores vuelvan a ondear en manifestaciones y eventos. El movimiento republicano ha experimentado un avance digno de mención y elogio que, a mi entender, supondrá el germen de ese verdadero movimiento transformador de izquierda que necesitan las Españas. La República y las enseñas rojas, amarillas y moradas fueron condenadas al ostracismo no ya por los garantes del régimen borbónico postfranquista -lo cual era de esperar- sino por esa «izquierdita» que prefirió estar en el reparto del pastel para pillar parte y beneficio, relegando de esta manera al olvido y a la desmemoria a muchos de sus militantes que dieron vida, sudor y lágrimas por la República y la democracia.

Pero esta pseudo-izquierda carrillista-llamazaril no tiene un pelo de tonta y se suma al carro de la lucha por la República, para participar de su éxito, pero también para incidir en ella con artes desmovilizadoras y liquidacionistas. Ya he mencionado que este movimiento ha de tener futuro y, por consiguiente, de ser así, habrá otros y otras que pasarán a mejor vida al estilo de Euskadiko Ezkerra.

En este afán por hacerse sentir republicanos y colgarse las medallas del movimiento por la República (medallas atribuibles exclusivamente a toda la izquierda extraparlamentaria estatal) hemos tenido que asistir a espectáculos verdaderamente dantescos. Como, por ejemplo, pasadas ediciones del 6 de Diciembre, donde lo más honrado y combativo de la militancia de base de Izquierda Unida se manifestaba con otras organizaciones de la izquierda extraparlamentaria por las calles de la capital del Reino, mientras Llamazares y sus muchachos acudían en el Congreso al homenaje con que se le honra año tras año a la «consti», garante del régimen borbónico y capitalista.

Pero como la hipocresía y el cinismo de los jerifaltes de IU no tiene límites, ahora el compartimento estanco de la izquierda super flower power que te rilas por las patas abajo en Vascongadas, con su coordinador general, Krusty el payaso, a la cabeza, va más allá. En un intento por mostrar que aún les queda algo de independencia respecto a quien les da de comer (léase PNV), Ezker Batua-Berdeak, o como se llame esa empresa, se dispone a recoger firmas para que los vascos decidan «Monarquía o República». Ezker Batua ha comenzado una campaña de firmas para proponer la celebración de un referéndum que posibilite que los ciudadanos decidan si prefieren mantener la Monarquía o que comience lo que sería la Tercera República.

Es decir, que para Madrazo and Company la instauración de un régimen republicano pasa por que un puñado de vascas y vascos (que diría quien le abona la nómina a final de mes) se manifieste a favor de la República. Todo ello pone en evidencia que la República a la que aspira Madrazo ha de consisitir en un cambio en la jefatura del Estado, pasando ésta de ser hereditaria a elegirse en las urnas. Una vez más, cambiar todo para que nada cambie. Todo lo contrario de lo que supone el movimiento estatal por la República, que lejos de ser una asociación ludico-festiva-nostálgica, basa el advenimiento de la susodicha en una ruptura con el sistema y el régimen para instaurar la República de los trabajadores y los pueblos. Esta República, Democrática y Popular, no interesa a los dirigentes oportunistas de Ezker Batua, S.A., ya que no podrían salir en la afoto, viajar en coche oficial, cobrar dietas y vivir del cuento. Por ello han hecho de la tricolor su bandera, para hacerse con el monopolio de «lo republicano» y, así intentar combatir al movimiento republicano revolucionario desde sus propias filas, desvirtuándolo, emputenciéndolo y vilipendiándolo.

Hoy la lucha por la reconstrucción de la unidad de la izquierda popular pasa, a mi entender, por lo siguiente:

– Ruptura como método de acceder a la República, nada de pactos ni transiciones con el régimen. – Combate a las ideas de la «izquierda» oportunista: nacionalismo, pacifismo, izquierda verde… – Superación de IU como movimiento de la izquierda plural, ya que ha pasado a ocupar el espacio de la socialdemocracia cuyo único fin es intentar acceder al poder para «gestionar» el sistema. Como muestra un botón: Madrazo.