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Madrilonia: Haciendo comunicación en movimiento

Fuentes: Útiles en Movimiento

El pasado mes de Febrero empezó su andadura Madrilonia (y @madrilonia) con el sugerente lema «Porque hasta por respirar se paga». Con forma y estética de «tabloide» para la red, cada día desde entonces difunden noticias, analizan con hilaridad la actualidad política, proponen textos para pensar el momento que atravesamos, se esfuerzan para producir nuevos […]

El pasado mes de Febrero empezó su andadura Madrilonia (y @madrilonia) con el sugerente lema «Porque hasta por respirar se paga». Con forma y estética de «tabloide» para la red, cada día desde entonces difunden noticias, analizan con hilaridad la actualidad política, proponen textos para pensar el momento que atravesamos, se esfuerzan para producir nuevos conceptos para nuevas realidades y además, lanzan campañas de comunicación efectivas y muy divertidas. Hablamos con dos miembros del colectivo editorial de la página.

1.-¿Qué es Madrilonia? ¿Cómo se pone en marcha y cual es el análisis que hacéis para imaginar una herramienta de comunicación de éste tipo?

Madrilonia es un blog que aspira a difundir noticias, convocatorias y reflexiones útiles para la gente cabreada y para los que aún no lo están. Lo pusimos en marcha en febrero del 2011; tal y como se pudo comprobar después en el 15M, había unas enormes ganas de hablar: la gestión de la crisis era de vergüenza, nos las estaban metiendo dobladas y aquí todo el mundo de rositas. Creemos que el mismo hartazgo e indignación que movió a la gente a salir a partir del 15M, fue lo que nos animó a abrir el blog. Nos apetecía hacer algo que mezclase la agitación con la diversión, que aportara un punto de vista crítico pero también animase. No es sólo cuestión de decir lo mal que está todo, sino que es fundamental transmitir alegría.

2.-¿Qué organización concreta tenéis? ¿Hay una redacción, colaboradores? ¿Cómo mantenéis el proyecto para que sea sostenible?

Somos unas siete personas, dos coordinan los contenidos y están pendientes de las redes sociales y las demás escriben de forma más o menos regular. Luego tenemos varios amigos y amigas que colaboran de diferentes maneras: escribiendo artículos, con el mantenimiento informático del blog, poniendo dinerito, etc.

Estamos pensando maneras de hacer del proyecto algo más estable a nivel de trabajo y de financiación. Por ahora el dinero lo hemos puesto nosotras mismas, y ahora se están sumando personas afines. Existen posibilidades: buscar socios, que la gente aporte cantidades si le gustan los artículos o encontrar patrocinadores que no sean empresas malvadas. Lo que está claro es que esto se nos ha ido de las manos, en el buen sentido. Hemos tenido un gran impacto, el blog se ha convertido en un sitio de referencia. La gente busca información independiente y los proyectos necesitan el apoyo de la gente.

3.-Madrilonia es una herramienta que se ha visto atravesada, supongo que como todas, por el nacimiento y consolidación del movimiento 15M. ¿Cómo os ha afectado este nacimiento a la herramienta? ¿Qué os ha hecho replantear?

El 15M ha generado una identificación entre muchos que estábamos hartos, un espacio común. Nacimos casi a la vez y hemos crecido alimentando los debates y replicando lo que el 15M producía. Para nosotros ha supuesto un encuentro con gente de todo tipo que ya no aguanta esta farsa ni de democracia, ni de manipulación mediática. El 15M es como un acelerador de partículas que rompe muchas barreras, ritmos y corsés; los colectivos que ya existían también han tenido que replantearse sus acciones, asumir que no son el centro del movimiento y que debían prestar atención a las ondas sociales. En Madrilonia decidimos ponernos a trabajar para difundir convocatorias, aportar a los debates, sacar información útil, etc. Desde el principio nos hemos sentido 15M, queremos aportar y aprender, opinar, equivocarnos y acertar siendo parte de este movimiento.

4.- La web tiene una presencia importante en redes sociales, ¿qué tipo de relación tenéis con estas redes y que usos hacéis de ellas? Más en general, ¿qué usos creéis que el propio movimiento hace de las mismas?

Nosotros utilizamos las redes y nos dejamos utilizar por ellas: somos parte de la comunidad. No tenemos muchos medios, así que las redes nos aportan información y noticias; la gente que participa en las diferentes luchas nos manda artículos sobre el 15M, educación, sanidad, desahucios o redadas racistas. Nosotros tratamos de devolver a las redes en varios sentidos: ser un altavoz, aportar análisis y contenidos y relacionar a diferentes actores de esas redes.

Las redes sociales en Internet han cobrado una importancia fundamental en la organización y la movilización social. El 15M ha recogido las experiencias previas: el «pásalo» del 14 de marzo de 2004, las convocatorias de internet por la vivienda digna y la capacidad de ataque que demostró la lucha contra la Ley Sinde. Si la sociedad contemporánea está fragmentada, si el vínculo social está enormemente debilitado, en twitter y facebook te encuentras con otros que piensan parecido, con los que puedes hacer cosas. Si los políticos hacen oídos sordos, con oiga.me te escuchan. Si dicen que no tenemos propuestas, basta con leer las actas de las asambleas de barrio y los grupos de trabajo. Sin las redes sociales, sería invisible todo lo inmaterial que construimos (las relaciones, las ideas, los llamamientos) y sería mucho más difícil participar de manera discontinua. A lo mejor no puedes ir a la asamblea del sábado, pero sabes que el movimiento sigue en marcha a través de los blogs y los twitts. Y cuando sales el 15O sabes que seremos millones. También hay algo más profundo: el 15M es un experimento de gestión de la diversidad que tiene que ver con las posibilidades futuras de gestión social de los bienes comunes como la sanidad, la educación o el conocimiento, y las redes sociales pueden ser herramientas extremadamente útiles para participar en su organización.

5.- Otro de los elementos que llama la atención de Madrilonia, además del tono irónico de algunos artículos, es vuestra apuesta por la difusión de algunos contenidos en forma de libros. Habéis liberado una serie de artículos englobados dentro de «El Manifiesto de los Comunes», ¿qué es eso de los comunes?

La idea liberal es que sólo el interés individual es racional y cualquier gestión colectiva acabará en tragedia. Pero esto es totalmente falso, de hecho la privatización ha generado desastres naturales o el agotamiento de los recursos, mientras que en la actualidad, hay modelos de gestión colectiva que funcionan muy bien. La premio Nobel de economía Elinor Ostrom lo ha demostrado.

Nuestra contribución es una actualización de una tradición popular. Los comunes evocan al mismo tiempo los bienes que son de todos y las reglas para su mantenimiento y disfrute. Los campesinos de la Edad Media gestionaban de manera colectiva pastos, bosques, ríos o canteras, algo que les permitía resistir las exigencias de los señores feudales y en cierto momento incluso atacar el feudalismo. El capitalismo fue un ataque a esos bienes comunes con el objetivo de destruir las comunidades que vivían de ellos. El proceso de cercamiento de los campos, la pérdida de las tierras, hizo que miles de personas en toda Europa se vieran obligadas a vender su fuerza de trabajo en condiciones terribles. Las comunidades obreras que se opusieron a la explotación salvaje fueron reconstruyendo instituciones que les protegieran y les hiciesen más fuertes, aquellas primeras mutuas obreras o ateneos que serían el embrión de los sindicatos. Después de la II Guerra Mundial, el Estado se hizo cargo de la reproducción social de los trabajadores mediante el llamado Estado del bienestar. Hoy, el problema es defender los servicios públicos o el conocimiento frente a su mercantilización, pero, en nuestra opinión, es necesario oponer nuevas formas de gestión que superen lo privado y lo estatal, que aseguren la sostenibilidad de los recursos, su acceso universalidad y su organización democrática. Por eso miramos al pasado, para sugerir ideas que puedan aportar a ese gran reto.

6.- El paso de la defensa de lo público a la construcción de lo común podría entenderse también como una dimensión «pública en movimiento». ¿Qué rasgos de luchas por lo común podemos encontrar en las movilizaciones de la Marea Verde o en Stop Retallades en la sanidad catalana?

Está claro que los políticos están aprovechando la crisis para poner la sanidad, la educación o las pensiones al servicio del beneficio privado. Contra este ataque los sindicatos no han querido o sabido responder a tiempo. Ahora, en gran parte por el ambiente que ha generado el 15M, las luchas sectoriales por la educación o la sanidad han saltado al debate general y han confluido en la calle con la gente que quiere apostar por lo público.

Pero a la vez, en Marea Verde o en Stop Retallades, se nota que hay ganas de reinventar, de mejorar lo público: tantos años en manos de gestores ha hecho que se pierda la sensación de que los servicios públicos son de todos, no se participa en su organización y mejora, parece que los hospitales, por ejemplo, son del Estado y no de la sociedad. Al juntarnos para defender lo público, al nombrar las razones que nos mueven, recordamos que lo público era algo más que un servicio gestionado por el Estado, que los principios de universalidad y equidad, fundamentos de lo público frente a lo privado, construían en sí mismos una sociedad más justa. Por eso el debate no es si el Estado gestiona mejor que las empresas: nuestra educación y nuestra salud deben estar en nuestras manos y no regirse por el lucro; el debate en todo caso será cómo mejorar la gestión pública y cómo incluir a la población en las decisiones. Lo que es de todos no puede dejarse en manos ni de los políticos, ni de los tecnócratas, ni de las empresas. El reto es que lo público no sea ni privatizado ni dependa del Estado, sino que los profesionales y los usuarios intervengan en su gestión y que se le dote de un estatuto de «común social» inalienable que lo proteja.

7.- Uno de los textos más importantes que habéis publicado y sobre el que estáis trabajando propone una renovación en las formas de Huelga con lo que llamáis «Huelga Social Euromediterránea», ¿qué es eso? ¿qué pasos concretos se podrían dar para iniciarla?

Dentro del 15M hay un debate sobre cómo llevar el movimiento a los centros de trabajo. Pero detrás de este objetivo hay dos preguntas que es importante hacerse: ¿Quién y cómo puede hacerse huelga hoy en día? ¿Cuál es la huelga que queremos convocar? Pensamos que el movimiento 15M ha llenado un vacío existente para mucha gente que no está organizada en el mundo laboral, pero no porque pase o no quiera, sino porque la precariedad se lo impide. Mucha gente no puede responder (sin entrar en la pérdida de legitimidad de los sindicatos) a una convocatoria de huelga general, sencillamente porque es autónoma, está en el paro, tiene una beca, no tiene papeles, cuida a otros o su contrato es temporal. Pensamos que hay que convocar una huelga inclusiva, que vaya más allá del trabajador fijo y organizado. Pero también que transcienda el marco nacional, es decir, que sea convocada a la vez dentro de un área mayor con múltiples interrelaciones como puede ser la zona euromediterránea.

La huelga social sería aquella en la que todos podemos participar desde las diferentes facetas de nuestra vida: huelga de alquileres e hipotecas, huelga financiera (retirada de fondos), huelga de consumo, huelga de cuidados, huelga de pequeños comercios, «día sin migrantes» (siguiendo el ejemplo del primero de mayo migrante en Estados Unidos), etc; tendría que bloquear la circulación de mercancías e información y servir para reapropiarnos de viviendas y espacios públicos. Para construir esta convocatoria, es fundamental conocernos, afianzar y ampliar las redes internacionales; como ha confirmado el 15O, si se lanza una buena propuesta, es probable que sea recogida en otros lugares. Quizá podríamos proponer una fecha a medio plazo y empezar a prepararla, sabiendo que quizá la primera no salga perfecta. El neoliberalismo es global y solo desde una respuesta global podremos empujar las transformaciones.

8.- Nos encontramos en una fase nueva del movimiento tras lo masivo de las movilizaciones del 15O, ¿cuáles creéis que son los elementos fundamentales de ésta nueva fase?

Los objetivos del neoliberalismo están claros: evitar una reforma fiscal que haga pagar a los rentistas, altos ejecutivos y flujos financieros, degradar los servicios públicos para aumentar los seguros privados, mantener los precios de la vivienda para garantizar el valor de sus activos, seguir culpando a las personas de su desempleo y recortar los subsidios para obligarlas a trabajar casi gratis, presionar a los estados para que inyecten el dinero necesario en bancos y cajas y desregulen el mercado laboral.

Reforma fiscal, servicios públicos, vivienda, renta básica e impago de la deuda pueden ser líneas de trabajo en distintos niveles y con distintas formas de organización. Podemos apoyar las movilizaciones contra los recortes a la vez que en los encierros de institutos y hospitales empezamos a pensar juntos cómo queremos gestionar lo que es de todos. Podemos ocupar casas para desahuciados y para todos aquellos que no podemos acceder a una vivienda hasta que se apruebe la dación en pago y el alquiler social universal. Podemos avanzar en la construcción de la huelga social euromediterránea para exigir una reforma fiscal y la renta básica.

A nivel europeo, la presión de la troika sobre Grecia y la extensión a otros países del chantaje de la deuda puede aumentar las solidaridades y producir un encadenamiento de movilizaciones que fortalezcan al 15M. «No debemos, no vendemos, no pagamos», como dicen en Grecia, puede ser un buen principio para mostrar la desvinculación de la población de las exigencias de los mercados. Frente al «no hay» que justifica los recortes debemos anteponer lo único que realmente importa: la democracia y la sociedad europea.

Si pensamos en clave territorial, podemos decir que la coyuntura cambiará después de la supuesta victoria de la derechona. El PSOE se ha quedado sin legitimidad y se ha llevado consigo a la cultura progre de la transición. Las urnas van a mostrar un país fragmentado: por un lado el PP y por otro todo los que están en contra; y tanto la derecha como la izquierda institucional tratarán de sacar partido de esta división. Aquí es donde el 15M tiene que aparecer con fuerza e inteligencia, ser capaz de ilusionar a la gente que no vote, a la que vote nulo o en blanco, a los que confían en partidos pequeños y a todos los que voten al PSOE por evitar que gane la derecha. Somos mayoría y si el PP avanza con más recortes y más desgravaciones a los ricos puede encontrarse con una situación de ingobernabilidad. Será el momento de mostrar la ilegitimidad de un sistema que deja fuera de la representación y la vida digna al 99 %. Pero necesitamos a los movimientos hermanos de Europa y del mundo: si nos quedamos encerrados en una lucha «nacional», nuestra potencia de transformación será mucho menor.

9.- Por el contrario, ¿qué límites encontráis en el interior del movimiento en este momento?

Los límites tienen que ver con la urgencia, con la necesidad de seguir enfrentando desahucios o salir a la calle contra leyes injustas y a la vez generar pensamiento, reflexión sobre cómo hacer las cosas bien. Es importante mantener la cabeza fría, no podemos seguir un ritmo que genere cansancio e impotencia. No se trata de apagar todos los fuegos, sino de aprovechar los abusos e injusticias para acercarse a más gente, que se extienda un «sentido común» en el que se tenga claro que esta gestión de la crisis impuesta por los mercados no nos va a llevar al final del túnel, sino que nos va a empobrecer todavía más. Y estar atentos para empujar en la misma dirección cuando podamos conseguir una victoria.

10.- ¿Queréis decir algo más?

Queremos animar a la gente a que escriba, haga vídeos, comparta sus ideas, comunique la información que tiene. Cada personas somos un medio de comunicación y todos juntos somos el mayor medio de comunicación del mundo.

Fuente: http://librodenotas.com/utilesenmovimiento/21339/madrilonia-haciendo-comunicacion-en-movimiento