El defensor de los derechos humanos saharaui pide «protección a los organismos humanitarios internacionales» ante lo que considera «una nueva forma de represión, hostigamiento y provocación»
El portavoz de los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes y activista de derechos humanos reconocido y premiado internacionalmente, Alí Salem Tamek, denunció ayer al Servicio de Comunicación Saharaui en Canarias (SCSC) que se encuentra desde el pasado jueves en la localidad marroquí de Tan Tan después de que las fuerzas de seguridad marroquíes en la frontera impidieran su retorno al territorio del Sahara Occidental ocupado.
Tamek, que sigue desde entonces bloqueado en la zona fronteriza, explicó que «cuando intentaba regresar de un viaje realizado a la zona del sur de Marruecos de Gulimín, fuí abordado por los agentes de seguridad que me comunicaron que por orden de la central del Departamento en Rabat, se me prohibía regresar a mi patria». En este sentido, el activista pidió «protección a los organismos internacionales humanitarios» ante lo que considera «una nueva forma de represión, hostigamiento y provocación» por parte de las autoridades de ocupación marroquí.
Tamek también declaró a SCSC que «los hechos demuestran la falsedad de la propaganda marroquí ya que, a pesar de haber cumplido condenas injustas de prisión, innumerables formas de tortura» se siguen produciendo ataques a ciudadanos saharauis «por el exclusivo hecho de mantener su propia opinión» y quiso llamar la atención sobre «los tintes desconocidos y peligrosos de esta nueva agresión».
Por otro lado, cabe señalar que Tamek precisa desde hace meses salir de territorio saharaui al exterior para recibir atención para las graves enfermedades que sufre a raíz de las torturas practicadas contra su persona durante años, entre las que figura su internamiento en hospitales psiquiátricos con el fin de deteriorar su salud mental o la inyección de productos desconocidos que han provocado graves afecciones en su estado de salud como hipersensibilidad en determinadas zonas de su cuerpo o problemas respiratorios crónicos.
Para Tamek, este nuevo altercado, es «otra forma de encarcelamiento» ya que se le priva de «el derecho a la libre circulación del que disfruta cualquier ciudadano del mundo… bueno, si exceptuamos a los del Sahara».