La brutal agresión por parte del Estado de Marruecos al campamento de refugiados Gdaym Iziq a las afueras de Al-Aaiun ha vuelto a poner de actualidad la opresión que padece el pueblo saharaui y ha puesto en evidencia, una vez más, la connivencia del Estado español. La Hiedra ha hablado con Ali Mojtar, delegado del […]
La brutal agresión por parte del Estado de Marruecos al campamento de refugiados Gdaym Iziq a las afueras de Al-Aaiun ha vuelto a poner de actualidad la opresión que padece el pueblo saharaui y ha puesto en evidencia, una vez más, la connivencia del Estado español. La Hiedra ha hablado con Ali Mojtar, delegado del Frente Polisario en la comunidad de Madrid. Entrevista realizada por Ussama Jandali y Luis Zhu.
¿Cuál es la situación en el Sáhara en estos momentos?
En Gdaym Iziq, el campamento de desplazados a las afueras de Al-Aaiun, después de la intervención brutal del ejército marroquí las consecuencias son las que hemos visto en los medios -lo poco que ha salido. La dimensión del drama a consecuencia de esa intervención es realmente dantesca. Estamos hablando de miles de heridos, varios cientos de desaparecidos, cientos de saharauis encarcelados, mujeres violadas, niños prácticamente sin padres…
Poco a poco están aflorando algunas informaciones que más o menos nos indican el grado de crueldad que ha provocado esta intervención . El territorio sigue cerrado para los medios y para los observadores internacionales, a pesar de que Human Rights Watch ha podido informar de ciertas violaciones de los derechos universales; pero todavía no tenemos los detalles. Pero si Marruecos no quiere que los medios entren, que nadie de afuera venga para constatar la realidad que se está viviendo es porque evidentemente se está ocultando una situación que para Marruecos puede representar internacionalmente una violación de los derechos humanos que prácticamente raya un genocidio, porque no estamos exagerando cuando hablamos de una limpieza étnica.
Nosotros, además de lo que ha pasado en Al-Aaiun en estos momentos, debemos tener en cuenta que el pueblo saharaui lleva sufriendo más de 35 años, y a lo largo de estos años Marruecos ha utilizado todo tipo de medios para acabar con este pequeño pueblo, con su resistencia. Entraron el primer día con sus tanques y sus aviones, bombardearon todo el territorio nacional con bombas internacionalmente prohibidas. Hicieron desaparecer a familias enteras. Ahí, las grandes organizaciones de derechos humanos manejan desde hace ya varios años listas de más de 580 desaparecidos, gente que ha muerto en las cárceles. Hay todo un rosario de situaciones dramáticas que ha vivido el pueblo saharaui y que sigue viviendo, que merecen una condena firme por parte de la comunidad internacional en contra de Marruecos. No es de recibo que a estas alturas un país como Marruecos, que está ligado a la UE, que goza de un apoyo a nivel internacional, sobre todo a nivel de grandes países como Estados Unidos o el Estado español, esté violan do los derechos humanos y nadie prácticamente parpadee. Es realmente algo que la humanidad, la comunidad internacional, la conciencia mundial no puede de ninguna manera permitir.
Hablando de las reacciones, ¿Crees que el Frente Polisario debe romper definitivamente las relaciones con el PSOE, ya que este partido no ha condenado la actuación de Marruecos?
Yo no sé si debe realmente romper con el partido [el PSOE]. El partido en sí tiene muchos cuadros importantes en distintas instituciones que siempre han apoyado a la causa saharaui de una manera u otra. Son los dirigentes del partido los que realmente están mirando en este momento a otro lado y no atienden el clamor de sus militantes. Muchos de éstos han manifestado su solidaridad con el pueblo saharaui, y muchos de ellos en distintas instituciones han apoyado mociones y resoluciones que denuncian la ocupación del Sáhara y la violación de los derechos humanos en los territorios ocupados. Es una dirección que recibe órdenes del actual gobierno la que está confundiendo con sus declaraciones la realidad, intenta desvirtuarla, intenta desviar la atención de sus militantes; pero solo se puede tapar con un dedo. Esta es una realidad que la vemos todos los días a través de los medios. Los militantes del PSOE también sienten que aquí realmente hay algo que falla.
En estos momentos, ¿qué aliados le quedan al pueblo saharaui? ¿De dónde puede esperar ayuda?
El pueblo saharaui sigue a la espera de que la comunidad internacional reaccione de una manera firme contra la actitud del gobierno marroquí, contra la ocupación del territorio saharaui, la dirección al pueblo saharaui que se ha iniciado hace más de 35 años, violando y contrariando la legalidad internacional y el derecho internacional, las resoluciones de la ONU, de las distintas organizaciones a nivel mundial, y contrariando la misma voluntad del pueblo saharaui. Porque hasta ahora al pueblo saharaui no se le ha brindado la oportunidad de manifestar su voluntad a través de un referéndum de autodeterminación, tal como exige la ONU, para poder decidir su futuro. Y ésa es la batalla, eso es lo que está pidiendo permanentemente el pueblo saharaui, de forma pacífica.
Nosotros lo que queremos es que se nos brinde la oportunidad de poder hablar y decidir nuestro futuro en el marco de la legalidad internacional; no estamos exigiendo absolutamente nada. El hecho de que Marruecos lleve 35 años dando la espalda a la comunidad internacional y corroborando con sus últimas acciones que no respeta absolutamente ningún principio más elemental que los derechos humanos, iniciando esta persecución última contra el pueblo saharaui… pues la comunidad internacional debe sacar una conclusión de todo esto y presionar a Marruecos. Para que la legitimidad de Marruecos pueda seguir tienen que ayudar a este régimen. Tienen que colaborar, tienen que apoyar y darle una solución pacífica y democrática a esta situación, y no empujar para que el pueblo saharaui opte por una vía que ha abandonado hace más de 20 años en aras de que pueda reinar la paz y la estabilidad en la región del norte de África, siempre y cuando al pueblo saharaui se le reconozca el derecho que le pertenece y se pueda realmente optar si quiere la independencia en el marco del referéndum.
Pero también -y esta ha sido la gran concesión que hemos hecho el pueblo saharaui a favor de la paz- hemos aceptado que se nos pregunte también si queremos anexarnos a Marruecos o si queremos vivir bajo la soberanía de Marruecos en una autonomía presentada por el mismo Marruecos.
Hablando de Marruecos, sabemos que es un Estado bastante represor. Pero, a pesar de ello, ¿sabes si hay algún movimiento que apoye al pueblo saharaui dentro de Marruecos?
Al principio, cuando empezó el conflicto, ningún ciudadano marroquí, ninguna organización política podía hablar del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. A ninguna persona dentro de Marruecos se le puede permitir que hable abiertamente a favor del derecho del pueblo saharaui. Muchos han terminado en las cárceles, como Scarpati. Otros, precisamente porque han apoyado el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, a lo largo de estos últimos años han empezado a ver medios de prensa que hablan a favor de una solución democrática al conflicto del Sáhara y se preguntan por qué no darle la oportunidad a la comunidad internacional para que organice el referéndum reconocido internacionalmente en el Sáhara y finalizar este dossier de conflagración en la región.
Hace varios años, un partido político llamado Vía Democrática, en sus estatutos estableció claramente que es favorable a que el pueblo saharaui tenga la oportunidad de ejercer su derecho a la autodeterminación. El hecho de que hasta ahora no haya en Marruecos un apoyo a la solución democrática por la vía de la ONU es porque el régimen reprime cualquier opinión contraria a las tesis oficiales de anexar de una forma definitiva el territorio.
Pero yo creo que, después de lo que ha ocurrido en el campamento de Gdaym Iziq, lo más probable es que pronto aparecerá otra forma de ver las cosas dentro del mismo Marruecos, incluso a nivel de sus partidos políticos. Yo no descarto esa probabilidad.
Aquí, desde el Estado español, ¿qué podemos hacer para apoyar a la causa saharaui y vuestro derecho a la autodeterminación?
En el Estado español es donde más se refleja el apoyo incondicional a la causa del pueblo saharaui. Los que han asistido a la manifestación [en Madrid] del 13 de noviembre pasado se habrán podido dar cuenta de la dimensión que tiene el apoyo a la causa saharaui en el Estado español. Prácticamente no hay ninguna comunidad que no se haya pronunciado a nivel de sus parlamentos o a nivel de sus ayuntamientos a favor de la lucha del pueblo saharaui y condenando la represión sistemática de Marruecos en los territorios ocupados.
Hay cientos de asociaciones, cada vez más en toda la geografía española, son miles los niños que vienen a veranear aquí, de los campamentos de refugiados, acogidos en el seno de miles y miles de familias españolas.
Prácticamente hay un consenso a nivel de el Estado español a favor de la causa saharaui. Es el gobierno español, concretamente el actual gobierno de Zapatero, el que debe sacar conclusiones de este apoyo abierto y sin condiciones que el pueblo saharaui recibe de todos los pueblos del Estado. Nosotros desde luego lo que queremos es que este apoyo siga incrementándose. En la medida en que se manifieste, de la forma como se ha manifestado últimamente, también los saharauis nos vamos a sentir apoyados, alentados, y eso desde luego nos hace permanecer firmes en nuestras demandas y en nuestra lucha por los derechos que nos pertenecen; el derecho de existir como pueblo, con nuestra propia identidad nacional y en nuestro propio territorio nacional.
Una última pregunta, Ali. En la prensa española se habla de la posibilidad de un enfrentamiento armado entre el Frente Polisario y Marruecos. ¿Crees que es posible este escenario?
Durante muchos años hubo enfrentamiento. No hay que olvidar que desde 1975 hasta el año 1991, la guerra se extendió por todo el antiguo Sáhara español, pero también al sur de Marruecos y toda Mauritania. En el año 1979 se firma la paz con Mauritania, y en 1991 -concretamente el 6 de septiembre- el pueblo saharaui, el Frente Polisario aceptó dejar las armas a un lado porque Marruecos reconoció y aceptó que iba a permitir que la ONU celebrase el referéndum de autodeterminación.
Así es cómo nació el plan de paz, y eso es lo que explica por qué en este momento existen cascos azules en el territorio saharaui, separando a dos ejércitos (el ejército marroquí y el ejército saharaui) a lo largo de ese muro que divide el territorio saharaui. Y todavía esa misión de Naciones Unidas que se constituyó para la celebración de ese referéndum está esperando que Marruecos permita crear las condiciones objetivas y subjetivas para que el pueblo saharaui pueda tener un referéndum y decidir su futuro. Esa concesión que hizo el Frente Polisario no fue valorada en su justa medida por la comunidad internacional.
El pueblo saharaui ha optado por la vía pacífica, y ha estado esperando todo este tiempo a que la comunidad internacional reconozca la prudencia, la cordura del Frente Polisario y terminar finalmente con esta situación de enfrentamiento de una manera civilizada y pacífica. Pero Marruecos no acepta ninguna solución pacífica, no acepta ningún proceso refrendario, ningún tipo de negociación que pueda llevar precisamente a una solución pacífica del conflicto. Y está alimentando, por su forma de actuar precisamente, que de nuevo surja el conflicto bélico en proyección.
Muchos observadores internacionales se extrañan de la prudencia y de la sangre fría de los dirigentes del Frente Polisario, que hasta este momento no han decidido ir a las armas.
Lo curioso de todo es que, para demostrarle al mundo que efectivamente somos un país pacífico, un pueblo pacífico dirigido por una organización madura, inteligente y que apoya la estabilidad en la región, el Frente Polisario ha ido a conversar con Marruecos justo un día después de haber intervenido violentamente en contra de nuestra población en Gdaym Iziq en el territorio de desplazados saharauis, a quince quilómetros de Al-Aaiun, la capital del Sáhara ocupado.
La impunidad de Maruecos
El rey de Marruecos, Mohamed VI, no está dispuesto a renunciar ni a un grano de arena del Sáhara Occidental (SO), como dijo el año pasado en su discurso de conmemoración de la Marcha Verde, aquella que acabó con la ocupación ilegal de este territorio hace ya 35 años.
No sabemos por qué se sigue interpretando la pantomima de las negociaciones auspiciadas por la ONU, cuando sus intenciones están bien claras y demostradas con palabras y hechos, como los últimos acontecidos desde el brutal desmantelamiento del campamento de protesta saharaui. Según el Frente Polisario, se suceden desapariciones, torturas y asesinatos, y los ciudadanos marroquíes están siendo utilizados para reprimir a la población saharaui mediante saqueos y toda suerte de vejaciones. Si la violación sistemática de los derechos humanos por parte de Marruecos es ya una norma en los territorios ocupados del SO, esta situación ha pasado a ser de emergencia.
Pero, ¿dónde están ahora las fuerzas pacificadoras de la ONU? ¿Por qué la «comunidad internacional» no hace nada al respecto? Marruecos lleva todos estos años desoyendo las resoluciones de la ONU que abogan por la legitimidad de la autodeterminación del pueblo saharaui, violando las leyes internacionales y expoliando las riquezas del territorio ocupado. En lugar de intervenir para que se cumplan estas resoluciones, las potencias mundiales actúan según sus intereses económicos y geoestratégicos.
Hasta hace algunos años, tanto EEUU como Francia mantenían su imparcialidad en este conflicto que mantiene enfrentados a Marruecos y a Argelia. En cambio, ahora el Magreb está en el punto de mira de los grandes capitales para la apertura de nuevos mercados y la satisfacción de las demandas energéticas del mundo occidental. Además, la estabilidad política de la región es fundamental para la estabilidad de los mercados. EEUU y Francia defienden la integración del SO en Marruecos desde que compañías petrolíferas de ambos países tienen la concesión de la explotación de los posibles yacimientos petrolíferos que se encuentran en el SO.
Y no sólo eso. Tanto EEUU como la UE tienen acuerdos preferenciales y de libre comercio con Marruecos que suponen una serie de reducciones arancelarias de manera recíproca. Así, Marruecos se ha convertido en el ‘Israel’ africano, defendiendo mediante el uso de la violencia los intereses occidentales en la zona y constituyéndose como frontera contra las olas migratorias y la expansión árabe. Además, existen muchas empresas europeas instaladas en suelo marroquí (donde la legislación laboral es de las más laxas y la ambiental ni existe). Mientras tanto, el Gobierno español, sobre quien todavía recae la responsabilidad del proceso de descolonización del SO, mantiene una postura también histórica de no intervención en el conflicto e incluso de justificación del proceder de Marruecos. Para la clase política española, el SO sigue siendo moneda de cambio electoral.
Debido al gran apoyo ciudadano que tiene la causa saharaui en el Estado español, tanto el PSOE como el PP la han defendido cuando estaban en la oposición, y han defendido los intereses comerciales cuando de ellos dependía el gobierno.
La pelota está entonces en nuestro tejado. Exijámosle al gobierno español que presione a Marruecos para que respete la legalidad internacional y los derechos humanos en el SO; que haga todo lo posible por una solución del conflicto justa para un pueblo al que nunca debió haber dejado abandonado a su suerte.
Ana Rincón es activista de En lucha