El próximo día 17 de julio de 2023, vence el Protocolo de aplicación del Acuerdo Pesquero entre la UE y Marruecos. En consecuencia, a partir de esa fecha, los buques europeos dejarán de faenar en aguas saharauis.
¿Implica eso que, a partir de esa fecha, cesará el saqueo y pillaje de los recursos pesqueros del Sáhara Occidental?
La respuesta es NO.
No sólo no cesará el saqueo de los recursos, sino que se incrementará de modo acelerado para saciar el hambre de un continente particularmente ictiófago.
Es de sobra conocido que la inmensa mayoría de los buques europeos, a los cuales la Comisión Europea ha concedido la pertinente autorización para pescar en aguas del Sáhara Occidental, en virtud del Acuerdo Pesquero, rara vez o nunca han hecho uso de dicha licencia desde que el Acuerdo ha entrado en vigor. Y curiosamente, la UE ha ido pagando religiosamente todos los royalties a Marruecos, con independencia del uso o no de dichas licencias. Sin embargo, nadie se plantea por qué esos buques no salen a la mar para hacer uso de la licencia que les ha sido concedida.
Hay que aclarar que la UE ha suscrito dos acuerdos con Marruecos, uno el pesquero, que permite faenar a los buques europeos en aguas saharauis, y el otro, de Libre Asociación, que permite a las empresas marroquíes introducir el pescado en la UE desde el Sáhara Occidental.
Según los datos del Eurostat la evolución de las capturas de la UE y la de las importaciones revela que desde el año 2010 hasta la actualidad las capturas de las especies más codiciadas y que generan los mayores beneficios económicos han experimentado un descenso constante. Curiosamente ese descenso constante ha ido parejo al aumento de las importaciones de ese mismo producto. Es decir, la UE deja de pescar determinados productos muy valiosos para que otros hagan ese trabajo llevándose con ellos los pingües beneficios que eso genera. Este es el caso del pulpo, por citar un ejemplo.
Actualmente la UE tiene concedidas más de un millar de autorizaciones a empresas pesqueras marroquíes para que importen hacia la UE los productos de la pesca. La mayoría de esas empresas operan en el Sáhara Occidental y se estarán frotando las manos para suplir la escasez que pueda generar el fin de la actividad pesquera de los buques europeos en el Sáhara Occidental.
Pero esas empresas pesqueras marroquíes que exportan hacia la UE todo tipo de productos de la pesca, bajo el paraguas del Acuerdo de Libre Asociación, a menudo son empresas mixtas, con capital europeo.
El mismo fenómeno de la deslocalización que han conocido las empresas europeas en tierra firme, y su fuga hacia otros países, también, se reproduce en las empresas pesqueras.
Y ese entramado de intereses entre los hombres de negocios europeos y la oligarquía dominante en Marruecos es lo que garantiza la aprobación de los infames acuerdos pesqueros UE-Marruecos a pesar de las resoluciones judiciales, es lo que hunde al Europarlamento en la miseria al votar mayoritariamente a favor de dichos acuerdos y es lo que otorga una amplia porosidad a las paredes del Europarlamento, convirtiéndolo en una cámara del poder legislativo marroquí.
Sobra decir que la abundancia de empresas pesqueras marroquíes con autorización para exportar pescado hacia la UE constituye el filón que Marruecos utiliza para seducir a sus panegiristas en Europa tipo Zapatero, González, Moratinos, etc.
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