A la manifestación de Casablanca se ha sumado otra protesta en la capital, Rabat, para denunciar las prácticas de corrupción en el seno del Gobierno marroquí y protestar por el alto nivel de desempleo juvenil. «Estas protestas se realizan en nombre de los jóvenes más que en el nuestro», indicó Redouane Melluk, quien acudió a […]
A la manifestación de Casablanca se ha sumado otra protesta en la capital, Rabat, para denunciar las prácticas de corrupción en el seno del Gobierno marroquí y protestar por el alto nivel de desempleo juvenil.
«Estas protestas se realizan en nombre de los jóvenes más que en el nuestro», indicó Redouane Melluk, quien acudió a la manifestación de Casablanca acompañado por su hijo Mohamed, de 8 años, quien portaba una pancarta con el eslogan «Por un nuevo Marruecos». «Nuestros padres no podían hablar de cuestiones políticas, tenían demasiado miedo. Pero esta situación tiene que cambiar», indicó Melluk.
De igual modo opinaba Ahmed, un hombre de 74 años que acudió a la manifestación para denunciar el precario estado laboral de la juventud marroquí. «Mírelos. Tienen estudios pero se encuentran desocupados, como la mayor parte de los jóvenes marroquíes. Absolutamente todo en este país se consigue a través de privilegios. Es necesario tener un tío o un pariente en algún lado para conseguir llegar a alguna parte», añadió.
A pesar de las reformas prometidas el mes pasado por el rey Mohamed VI para disminuir sus inmensos poderes y asegurar la independencia del poder judicial, los manifestantes exigen aún más cambios, en particular referidos a la influencia de la Familia Real en la economía del país a través de su conglomerado SNI.
De hecho, una de las pancartas exhibidas en Casablanca describía a una de las empresas del monarca como un pulpo cuyos tentáculos se extienden hacia sus compañías subsidiarias. «O dinero o poder», rezaba el texto.
Además, en las protestas de hoy también se ha registrado una importante participación de islamistas que exigían la liberación de todos los presos políticos, a pesar de la reciente liberación de 92 miembros del grupo de la Yihad Islamista Salafista a principios de mes, una muestra del respaldo que estos grupos están dando a estas protestas, aunque su presencia se ha disimulado para evitar ser detenidos por las fuerzas de seguridad.