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Entrevista a Sabino Cuadra, diputado de AMAIUR

«Más que una segunda Transición hace falta una primera ‘ruptura’ que deshaga los nudos políticos, económicos y sociales que dejó atados y bien atados la farsa constitucional»

Fuentes: Rebelión

Iñaki Errazkin: Para aclarar de una vez a quienes en el Estado español puedan estar confusos al respecto, ¿cuál es exactamente la ideología de AMAIUR? Sabino Cuadra: AMAIUR es una coalición que se define y actúa como una fuerza política soberanista, independentista y de izquierdas. Entendemos que la liberación nacional y social de Euskal Herria […]

Iñaki Errazkin: Para aclarar de una vez a quienes en el Estado español puedan estar confusos al respecto, ¿cuál es exactamente la ideología de AMAIUR?

Sabino Cuadra: AMAIUR es una coalición que se define y actúa como una fuerza política soberanista, independentista y de izquierdas. Entendemos que la liberación nacional y social de Euskal Herria deben caminar enlazadas de la mano, pues la una sin la otra, y la otra sin la una, serán simplemente caricaturas de libertad, justicia social y solidaridad.

Iñaki Errazkin: ¿En qué se diferencian AMAIUR, Bildu y la Izquierda Abertzale?

Sabino Cuadra: Hoy en día, entre AMAIUR y EH Bildu no existe diferencia alguna por cuanto ambas coaliciones están compuestas por los mismos partidos: izquierda abertzale, Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba. En cualquier caso, AMAIUR circunscribe su ámbito de actuación al marco estatal del Congreso español, mientras que EH Bildu lo hace en el conjunto de Euskal Herria y sus instituciones. En cuanto a la Izquierda Abertzale, como ya se ha señalado, es tan solo una de las cuatro fuerzas que componen estas coaliciones.

Iñaki Errazkin: ¿Se considera AMAIUR la heredera de la proscrita Herri Batasuna?

Sabino Cuadra: Como ya he dicho antes, la izquierda abertzale es tan solo uno de los cuatro componentes de AMAIUR. Por ello, aún cuando el programa político de la coalición y el de la izquierda abertzale presentan muchos puntos en común, estamos hablando de dos fuerzas políticas diferentes, tanto organizativamente como políticamente.

Iñaki Errazkin: ¿Es AMAIUR una coalición revolucionaria?

Sabino Cuadra: Si por ser revolucionario se entiende tener una política que vaya a la raíz de los problemas, AMAIUR tiene como objetivo afirmar el derecho a la más plena soberanía, libertad e independencia para nuestro pueblo, Euskal Herria, rompiendo radicalmente con los actuales marcos estatales asentados en la imposición y el trágala constitucional. En el terreno social, frente a esta sociedad asentada en la propiedad privada y el lucro personal y frente al actual modelo neoliberal al servicio del capital financiero y las grandes multinacionales, AMAIUR defiende otra sociedad diferente estructurada en torno a un fuerte sector público y unos servicios públicos universales, gestionados y controlados democráticamente, y asentada en firmes pilares de justicia social y solidaridad entre las personas y los pueblos.

Iñaki Errazkin: ¿Cómo vives el día a día trabajando con compañeros de creencias opuestas en lo religioso, como, por ejemplo, Rafael Larreina?

Sabino Cuadra: Una de las cosas que más nos está ayudando para llevar adelante nuestro trabajo en esa cueva del más rancio centralismo español y del poder de dinero, cual es el Congreso, es el excelente nivel de relaciones personales que mantenemos en nuestro grupo. Mis convicciones ateas y laicas y las religiosas de Rafa, así como las creencias o increencias del resto de compañeros y compañeras no han afectado a este funcionamiento.

Iñaki Errazkin: ¿Hasta qué punto es difícil defender una ideología progresista e independentista en las Cortes del Reino de España?

Sabino Cuadra: El Congreso español, asentado sobre esa Constitución que afirma unidades indisolubles e indivisibles para la España centralista de siempre, se está mostrando -no podía ser menos- como un marco completamente refractario a las reivindicaciones de soberanía y libertad para Euskal Herria, Catalunya,.. En el terreno social es evidente también que, tanto con los gobiernos del PSOE, como con los del PP, se mantiene en pie el poder que los grandes poderes de la banca y el gran capital ejercen, no solo sobre la economía, sino también sobre las propias instituciones. Hace falta impulsar así, más que una segunda Transición, una primera «ruptura» que deshaga los nudos políticos, económicos y sociales que dejó atados y bien atados la farsa constitucional. En esa dirección trabajamos desde AMAIUR, a pesar del hándicap que supone el habérsenos negado de manera antidemocrática contar con nuestro propio grupo en el Congreso.

Iñaki Errazkin: ¿Crees que todas las bases del llamado MLNV aceptan unánimente el cambio táctico que ha supuesto esta política de alianzas?

Sabino Cuadra: Las últimas unanimidades que he conocido las he visto en el último congreso del partido comunista chino en el que varios miles de personas, super-mayoritariamente hombres, vestidos todos de traje gris y corbata roja, votaban al alimón todo lo que les presentaba su dirección. En relación a lo que preguntas, creo poder decir que la opinión en torno a la política de alianzas que ha dado lugar a Amaiur y EH Bildu ha sido muy mayoritaria en cada una de sus formaciones: izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba.

Iñaki Errazkin: A corto y medio plazo, ¿cómo ves el futuro en Hegoalde con Urkullu y Barcina presidiendo los dos gobiernos autónomos?

Sabino Cuadra: Empezando por Yolanda Barcina (UPN), presidenta del Gobierno de Navarra, habría que señalar que, tras la salida del PSN del mismo, dirige un gobierno en minoría. Es éste un gobierno agotado y, yo díría, políticamente ilegítimo, pues carece de respaldo parlamentario y está desobedeciendo uno tras otro los acuerdos adoptados por el propio Parlamento Foral. A ello hay que sumar que con su política de recortes sociales y el seguimiento que hace a pies juntillas de todo lo que dicta el Gobierno central del PP, ha perdido socialmente buena parte del apoyo que pudo tener en las elecciones de hace año y medio. Ese gobierno debe pues dimitir -todo apunta a una convocatoria anticipada de elecciones para últimos de este año- y deben convocarse de inmediato nuevas elecciones.

En cuanto al Gobierno de Urkullu, es un poco pronto aún para hablar del mismo pues a día de hoy, 27 de diciembre, acaba de conformarse. Su discurso de investidura ocultó más que aclaró, lo cual, en principio, no augura nada bueno puesto que parece darse por válida así la política que en el pasado ha llevado el PNV en apoyo a la política neoliberal que implementó en sus anteriores Gobiernos, que aplaudió las reformas laborales y sociales del gobierno de Zapatero y que, en el terreno nacional, no ha ido más allá de la negociación/regateo de competencias para un marco autonómico más que agotado. Nada pues que celebrar del mismo.

Iñaki Errazkin: ¿Qué va a pasar con los presos y presas?

Sabino Cuadra: En materia penitenciaria el Gobierno del PP no solamente no ha dado paso alguno hacia delante, sino todo lo contrario. Su negativa frontal a aplicar incluso la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en relación con la llamada «doctrina Parot» (alargamiento importante de condenas realizado con carácter retroactivo que supone en la práctica la implantación de la cadena perpetua), así como la cruel y sádica postura mantenida ante la situación de los presos que se encuentran gravemente enfermos, incluso en grado terminal, es muestra evidente de que su política penitenciaria es una política de pura y simple venganza, lejos de cualquier planteamiento asentado en criterios de derechos humanos y de simple humanidad.

La única forma de modificar esta política es aumentando la presión social, política e institucional en relación a las exigencias de acercamiento de los presos y presas a las cárceles de Euskal Herria, la derogación de la doctrina Parot y aplicación inmediata de la sentencia del TEDH, la liberación de todos las personas enfermas graves y, finalmente, el reconocimiento pleno de todos los derechos humanos que deben seguir teniendo estas personas en las cárceles. En este sentido, la próxima manifestación a realizar el 12 de enero, en Bilbo -en la anterior por estas fechas participaron más de 110.000 personas-, será un paso importante en esta dirección.

Iñaki Errazkin: ¿Crees que ETA podría retomar la lucha armada si no se logran avances importantes en el plano político?

Sabino Cuadra: Hoy en día, todo el marco político vasco y la propia comunidad internacional (observadores y mediadores participantes en la Declaración y Foros de Aiete -Donostia- y Baiona), está convencida, y así lo han afirmado, que la decisión de ETA de cesar en su lucha armada es definitiva. Las propias declaraciones de esta organización no dejan lugar a dudas y no existe en el panorama político dato alguno que permita pensar en nada diferente.

Iñaki Errazkin: ¿Cómo ves las relaciones de la izquierda independentista vasca con la izquierda del estado español?

Sabino Cuadra: El nuevo escenario en el que se enmarca la situación política vasca está permitiendo que anteriores distancias, suspicacias y fosos existentes entre estas fuerzas estén siendo atemperadas y superadas. Es preciso, en cualquier caso, avanzar aún bastante en el conocimiento y reconocimiento mutuo a fin de asentar los posibles acuerdos y desacuerdos sobre bases reales y firmes, y no tanto sobre prejuicios o valoraciones superficiales. Por parte de AMAIUR, una de las razones principales por las cuales hemos acudido a Madrid ha sido para favorecer y construir un puente con las izquierda políticas y sociales del resto del Estado, así como con las fuerzas soberanistas y de izquierda presentes en las distintas naciones sometidas al centralismo español.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.