La ONG Médicos del Mundo ha denunciado que las autoridades marroquíes trasladaron el pasado viernes a un grupo de 53 inmigrantes subsaharianos hasta Kandahar, «una auténtica tierra de nadie» entre el sur del Sáhara occidental y el norte de Mauritania. Los inmigrantes fueron abandonados sin comida ni agua después de haber sido apresados por autoridades […]
La ONG Médicos del Mundo ha denunciado que las autoridades marroquíes trasladaron el pasado viernes a un grupo de 53 inmigrantes subsaharianos hasta Kandahar, «una auténtica tierra de nadie» entre el sur del Sáhara occidental y el norte de Mauritania. Los inmigrantes fueron abandonados sin comida ni agua después de haber sido apresados por autoridades marroquíes durante tres días hasta su expulsión, según aseguró la organización en un comunicado.
Según explicó el coordinador de Médicos del Mundo en Noadhibou, Rashid Sherif, el grupo habría partido de la localidad mauritana de Nouadhibou en cayuco el pasado sábado 19 con destino al archipiélago canario. «Al parecer, el capitán perdió el rumbo y estuvieron dando vueltas en alta mar hasta acabar en la costa sur del Sáhara Occidental», manifestó Sherif. Allí fueron apresados por la gendarmería marroquí que los retuvo durante tres días, «periodo tras el cual fueron llevados en camiones hasta la frontera, donde fueron expulsados sin comida ni agua».
Según el relato de los inmigrantes, ese mismo día, uno de los integrantes del grupo murió. Cuando el equipo de Médicos del Mundo llegó esa noche a la zona encontró el cadáver de un ciudadano de Mali y a otras dos personas en un estado avanzado de deshidratación. «Las dos personas enfermas estaban tan agotadas que tuvieron que ser sus compañeros los que les ayudaran a beber y comer», explicó Sherif.
El coordinador y el logista de la organización desplazados a Kandahar les entregaron alimentos, agua y linternas para pasar la noche. «Nuestra presencia en medio de la noche levantó, en cierta medida, el ánimo de los migrantes que se creían abandonados del mundo», señalaron. Asimismo, les facilitaron víveres, agua, material para la higiene personal y plásticos para la construcción de refugios.
El grupo está integrado en su mayoría por ciudadanos de Mali, aunque también hay migrantes de Senegal, Gambia, Costa de Marfil y Guinea Conakry. «Muchos de ellos habían pasado entre uno y dos meses en Nouadhibou antes de embarcar en cayuco rumbo a Canarias», afirmó el coordinador de la organización humanitaria.
Según ésta, no es la primera vez que ciudadanos subsaharianos son expulsados a esta zona inhabitada. Lo mismo ocurrió a finales de junio cuando cinco marineros subsaharianos fueron expulsados por la gendarmería marroquí a esta franja. Allí permanecieron durante 22 días, durante los que Médicos del Mundo estuvo prestándoles atención médica y provisión de alimentos, agua y refugio. El desbloqueo de la situación y su repatriación sólo fue posible gracias a la colaboración de las autoridades mauritanas.