El 4 de julio de 2010, EL PAÍS publicó una entrevista al Ministro de Economía y Finanzas de Marruecos, Sr. Salahedinne Mezouar («Veo a Marruecos como España en los 70», separata de Negocios, pp. 22-23). En sus declaraciones, el señor Mezouar afirmaba que «el tema de Ceuta y Melilla tiene que resolverse (…), son dos […]
El 4 de julio de 2010, EL PAÍS publicó una entrevista al Ministro de Economía y Finanzas de Marruecos, Sr. Salahedinne Mezouar («Veo a Marruecos como España en los 70», separata de Negocios, pp. 22-23). En sus declaraciones, el señor Mezouar afirmaba que «el tema de Ceuta y Melilla tiene que resolverse (…), son dos ciudades que están en nuestro territorio. Es así, aunque no haya un conflicto abierto». Y cuando el periodista le dice que muchos empresarios españoles están a favor del Sáhara, el Ministro marroquí responde que «Argelia ha manipulado a los medios y a la opinión española en este tema (…), necesita liderar el Magreb. Y para ser líder necesita un enemigo. Y nos ha elegido a nosotros. España sabe que el Sáhara es nuestro. Pero Argelia ha hecho una campaña de manipulación para enfrentarnos. Somos una democracia que se abre al mundo y al libre mercado…»
Me pregunto si nuestro ministro de Exteriores, Sr. Moratinos, va a exigir una rectificación al Sr. Mezouar, al igual que ha hecho con Google Earth por adscribir a Marruecos el islote de Perejil, las islas Chafarinas y otros peñones (El País, 7-7-2010). Y también me gustaría que las autoridades argelinas aclarasen al Sr. Mezouar quién manipula a quién y quién «necesita un enemigo».
Ya en 1975, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya dictaminó que el Sáhara Occidental jamás estuvo bajo soberanía de Marruecos. Y, a día de hoy, ese territorio no autónomo sigue estando en la agenda del Comité de Descolonización de la ONU, como también sigue invadido y ocupado por Marruecos, que continúa campando impunemente y a sus anchas, incluso ocupando también la parte del Sáhara invadida por Mauritania como botín derivado de los ilegales Acuerdos Tripartitos de Madrid. Así que los españoles no precisamos de la manipulación de nadie para saber quién miente y viola la legalidad internacional.
En cuanto a la apertura y democracia en Marruecos, mejor correr un tupido velo, o preguntar sobre el tema a Ali Lmrabet, Souleiman Bencheikh, Ali Amar o Aminatou Haidar, por señalar sólo algunos ejemplos; al centenar largo de cristianos recientemente expulsados del país; a los presos políticos saharauis o a las propias asociaciones marroquíes de derechos humanos. En cambio, sí tiene razón el Sr. Mezouar en ver a Marruecos «como España en los 70», esto es, bajo la dictadura franquista.