Los enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y fuerzas de seguridad se reanudaron ayer en Argelia. La mayor presencia policial en las calles para frenar las revueltas sociales no evitó que volvieran a producirse choques en Argel y Orán, y los disturbios se ampliaran al este del país y a Cabilia, a pesar de los llamamientos a […]
Los enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y fuerzas de seguridad se reanudaron ayer en Argelia. La mayor presencia policial en las calles para frenar las revueltas sociales no evitó que volvieran a producirse choques en Argel y Orán, y los disturbios se ampliaran al este del país y a Cabilia, a pesar de los llamamientos a la calma de las autoridades y de varios imanes.
Durante más de una semana, grupos de jóvenes se han movilizado por todo el país para protestar por las malas condiciones de vida, la carestía, el desempleo -más de un 20% de paro juvenil- y la falta de vivienda.
Para hoy está convocado un Consejo Interministerial que discutirá la forma de frenar el creciente aumento de los precios de los productos básicos, origen de una semana de disturbios en el país, incluyendo las violentas protestas del jueves.
En Argel, grupos de jóvenes se enfrentaron con piedras y botellas a los numerosos policías fuertemente armados desplegados por sus calles, que les reprimieron con cañones de agua y gases lacrimógenos.
En Annaba, hasta ahora al margen de las protestas que afectaron una docena de departamentos, los violentos enfrentamientos estallaron después de las oraciones del viernes. Los enfrentamientos se extendieron luego a la vecina Oleander y a Tebessa, a 230 kilómetros al este de Argel y a 5o de Túnez.
En Orán, la ciudad más grande en el oeste de Argelia, donde muchos edificios del gobierno fueron saqueadas por la noche, los enfrentamientos se reanuda por la tarde. La Policía trató de dispersar con gases lacrimógenos a decenas de jóvenes que respondieron con piedras.
En Tizi Ouzou, capital de Cabilia, se produjeron enfrentamientos y cortes de varias calles con barricadas.
Diecisiete años
Un joven tunecino de 17 años falleció ayer a causa de las heridas sufridas tras quemarse a lo bonzo el lunes en un instituto de enseñanza secundaria de la capital, después de que fuera sancionado por organizar un acto de apoyo a las protestas sociales en el país, informaron a Efe fuentes del centro.
Ayub Alhammi intentó organizar en el instituto Al-Wafa una manifestación de apoyo a las revueltas de Sidi Bouzid y fue expulsado por el director del centro por un periodo de 15 días. Tras ser sancionado, el joven, que estudiaba primer año de secundaria, se quemó a lo bonzo al considerar que se le había impuesto un castigo injusto.
Las protestas en Túnez, reprimidas por las autoridades, se desencadenaron en solidaridad con el joven Mohamed Bouazizi, quien el 16 de diciembre se prendió fuego con gasolina frente a un edificio gubernamental en la localidad de Sidi Bouzid, después de que las autoridades se incautaran de su carro, con el que vendía fruta y hortalizas, por no tener licencia.
Las manifestaciones violentas continuaron ayer en Sidi Bouziz, Siliana, Tela, Redeyef, Um Laraies y Kebil sometidas a un estado de sitio.