Dos políticos ruandeses: Faustin Twagiramungu, dirigente de la formación RDI-Rwanda Rwiza y Gerard Karangwa Semushi, vicepresidente de PDP-Imanzi, decidieron regresar a su país Ruanda el 20 de junio después de años de exilio. Se enfrentan, si las presiones internacionales de grupos proderechos humanos no lo impiden, con su ingreso en prisión y quizás con una […]
Dos políticos ruandeses: Faustin Twagiramungu, dirigente de la formación RDI-Rwanda Rwiza y Gerard Karangwa Semushi, vicepresidente de PDP-Imanzi, decidieron regresar a su país Ruanda el 20 de junio después de años de exilio. Se enfrentan, si las presiones internacionales de grupos proderechos humanos no lo impiden, con su ingreso en prisión y quizás con una condena de por vida. Su delito es hacer política y tener opiniones diferentes de las que dicta el partido gobernante. Faustin Twagiramungu fue primer ministro de Ruanda justo después del genocidio de 1994, puesto que abandono exiliándose en Europa. Gerard Karangwa es un tutsi que perteneció al Frente Popular Revolucionario (FPR) partido actualmente en el Gobierno y que ha querido, antes de regresar a Ruanda, pasar por Palma de Mallorca para agradecer el apoyo que organizaciones locales brindaron al diálogo interruandés allí celebrado. Dialogamos con él.
¿Qué busca con su decisión de regresar a Ruanda después de diez años en el exilio europeo?
Antes de nada, gracias por darme la oportunidad de expresarme sobre la situación en mi país. Efectivamente, hace diez años que queremos volver a nuestro país. Nunca es tarde. Nunca elegimos estar fuera del país. Optamos por la política para provocar cambios en nuestro país, pero no se podía hacer desde dentro. Durante todos estos años nunca dejamos de denunciar las inclinaciones dictatoriales del Gobierno actual de mi país. En los primeros años de exilio fue muy difícil la denuncia, pues la comunidad internacional estaba muy condicionada por el drama del genocidio contra los tutsis del año 1994. Además, el Gobierno ruandés supo proclamar muy alto que ellos solos habían parado el genocidio.
¿Se ha acusado a partidos de la oposición de no reconocer el genocidio contra los tutsis?
No rechazamos el genocidio. Reconocemos la inmensa tragedia que supuso. Las muertes, las atrocidades de todo tipo y todos los atropellos de los derechos humanos. Pero nosotros seguimos denunciando a los que siguen explotando aquella tragedia con fines políticos Hemos privilegiado siempre la solución del diálogo para que los ruandeses sentados en una sola mesa encuentren una solución. Examinando su historia común.
¿El conflicto ruandés se ha transmitido a otros países vecinos como la República Democrática del Congo?
Estamos convencidos que no se trata de un problema exclusivamente ruandés pues ahora mismo se ha convertido en un problema de toda la región de África central. Nos inclinamos ante la memoria de las víctimas congoleñas producto de la exportación del conflicto ruandés al territorio congoleño. Llamamos la atención de la comunidad internacional recordándole que mientras no se resuelva el conflicto en Ruanda, no habrá paz en el Congo y en las demás regiones del centro de África, porque el nudo del conflicto está en Ruanda. También quisiera dar las gracias a todos aquellos que nos animan en la vía del diálogo incluido Umoya así como nuestra gratitud a la comunidad de Mallorca y a todos los españoles que están sosteniendo y apoyando nuestra vía para el diálogo entre ruandeses.
El Gobierno ruandés justifica su presencia en territorio de la R.D. Congo para protegerse de las guerrillas del FDLR. ¿Qué opina?
Las guerrillas del FDLR, quedaron prácticamente desmanteladas en el año 2004, cuando Paul Rwarakabije, que era su principal general se paso al Ejército de Ruanda junto con los principales altos oficiales de dicha guerrilla. Posteriomente, incluso se dividió más, se escindió en una rama exclusivamente política (RUD-URUNANA) y otra militar (FDLR-FOCA). La facción militar es mínima y está muy infiltrada por el Gobierno ruandés que ha comprado a sus principales jefes. Hoy no representa ningún peligro.
¿Tiene esperanzas en que puedan cambiar las cosas en Ruanda?
Actualmente la comunidad internacional parece estar comprendiendo, poco a poco, la problemática de Ruanda. Uno de los ejemplos típicos actuales es que algunos de los países antiguamente amigos del régimen ruandés han paralizado la ayuda que le brindaban, exigiéndole una apertura democrática. Esto nos anima a seguir en el mismo camino descubriendo que poco a poco y después de muchos años va surgiendo alguna esperanza de ser comprendidos.
Si estamos reclamando un espacio político es para ejercer nuestra política en Ruanda. No es quedándonos en Europa o América como encontraremos ese espacio político. Por eso seguiremos reclamando la apertura política junto a aquellos hermanos nuestros ruandeses que están en las cárceles de Ruanda. Vamos también para reclamar la libertad de nuestros compatriotas que están en cárceles por el mismo motivo. Quisiera citar aquí entre otros muchos a nuestro presidente del partido PDP-Imanzi, Deogratias Mushayidi, a la señora Victoire Ingabiri, presidenta de la FDU-Inkingi, y tantos otros…
Queremos decirle al Gobierno que el lugar de esos líderes no es la cárcel, sino que con ellos libres se podrá construir un país libre y democrático. Un nuevo elemento que nos anima a irnos es que estamos pensando que incluso las autoridades actuales de Ruanda, se están dando cuenta de que nada es eterno y que su política durante los últimos 20 años no ha conducido a la paz ni en Ruanda ni en la región. Queremos proponerles una manera nueva de hacer política. Queremos gritar a nuestro país que necesitamos la paz y podemos conseguirla juntos. Creemos que si dejamos que continúe la actual situación, corremos el riesgo de volver a los años ’90 y ’94. Las mismas causas produciendo los mismos efectos.
Por eso apelamos a la comunidad internacional y al Gobierno ruandés para que apoyen esta vía política y pacífica, para que podamos tener un diálogo interruandés, donde podamos reexaminar nuestra historia y descubrir que fue lo que falló, así podemos construir finalmente un futuro mejor para todos y que los vecinos de Ruanda, sobre todo en la República Democrática del Congo, puedan vivir en paz y armonía con el pueblo ruandés. Queremos que Ruanda deje ser un Estado beligerante y esperamos que viva en armonía con los demás países según mandan nuestras costumbres africanas.