En medio de un estallido social en Baltimore por el racismo policial, otro joven afrodescendiente murió baleado por un policía blanco en la ciudad estadounidense de Detroit, donde se esperan multitudinarias protestas, informó hoy The Detroit News. El jefe de la policía de Detroit, James Craig, confirmó que Terrance Kellom, de 20 años de edad, […]
En medio de un estallido social en Baltimore por el racismo policial, otro joven afrodescendiente murió baleado por un policía blanco en la ciudad estadounidense de Detroit, donde se esperan multitudinarias protestas, informó hoy The Detroit News.
El jefe de la policía de Detroit, James Craig, confirmó que Terrance Kellom, de 20 años de edad, murió el lunes luego de ser baleado por un oficial de la fuerza y aseguró que el joven, sospechosos de un asalto, no portaba armas de fuego sino un martillo.
«Mi hijo murió con los puños cerrados. No tenía un martillo … Ellos asesinaron a mi hijo en mi cara», aseguró el padre de Terrance, Kevin Kellom, citado por medios locales.
La Coalición contra la Brutalidad Policial en Detroit organizó una marcha para esta noche para protestar por el incidente, que elevó la tensión en la comunidad sobre la conducta de la policía a la luz de los recientes tiroteos fatales en varias ciudades del país.
«A la luz de los incidentes nacionales, nos encontramos con este último tiroteo terrible, angustioso, y despreciable y con que otro hombre negro joven tiene que ser asesinado en su casa en frente de su familia con varios disparos», se quejó Ron Scott, director de la coalición que convocó la marcha.
La Fiscal federal Barbara McQuade lamentó la «tragedia» y dijo que su oficina ya está investigando el caso.
«El tiroteo de ayer fue una tragedia, y ofrecemos nuestras profundas condolencias a la familia», dijo McQuade en un comunicado.
«El trabajo policial a veces requiere el uso de la fuerza letal, pero los oficiales deben utilizar sólo la cantidad de fuerza que sea razonable para cada caso. En una situación como ésta, es importante proteger los derechos tanto de los fallecidos como el oficial. Por lo tanto, estamos siguiendo de cerca la investigación «, agregó la Fiscal.
Mientras tanto, surgieron más detalles sobre qué fue lo que llevó al oficial de policía a disparar contra Kellom, que estaba siendo buscado por un grupo especial de la fuerza.
Se cree que Kellom fue quien, armado con un rifle, asaltó a un repartidor de comida para sacarle dinero en efectivo y pizzas, el 31 de marzo pasado en un barrio del este de Detroit, según la Oficina del Fiscal del Condado de Wayne.
La muerte de Kelloom ocurrió ayer a las 13.13 (14.13 de Argentina) cuando el equipo de Aprehensión de Fugitivos de Detroit fue a la casa del sospechoso para dar cumplimiento a una orden de arresto y un oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) -que formaba parte del equipo- le disparó y lo mató.
Según la Policía, cuando el grupo de trabajo llegó a la casa, Kellom estaba escondido en el ático. Su padre, al ver la orden de arresto, los dejó entrar.
En un momento, Kellom salió del ático y se acercó a un agente federal con un martillo y el agente respondió con múltiples disparos.
Sin embargo, el padre niega que su hijo haya estado armado y asegura que los oficiales le dijeron que tenían una orden de allanamiento para entrar en la casa. Agregó que la orden de registro no se materializó hasta tres horas después de que su hijo fue muerto a tiros.
El agente que mató a Kellom, cuyo nombre no ha trascendido, no fue despedido sino que goza de una licencia administrativa.
«Ha trabajado para el ICE durante más de siete años sin antecedentes de acciones personales adversas», subrayó Khaalid Paredes, vocero de esa fuerza que fue creada en 2003 para deportar inmigrantes ilegales.
Por su parte, el jefe de policía de Detroit explicó que el agente consideró que el sospechoso era una amenaza y «utilizó la fuerza letal».
Agregó que Kellom, que fue declarado muerto en un hospital de la zona, blandía un martillo cuando llegaron los agentes pero aclaró que no hay evidencias de que portara un arma de fuego.
Además, reveló que el agente disparó su arma mientras Kellom se retiraba.
Craig señaló que cuando llegó a la escena ya había una multitud congregada y había un clima de agitación.
Cámaras de televisión capturaron a oficiales frenando las personas cuando trataban de maniobrar para cruzar la cinta amarilla de la escena del crimen.
Según el Departamento de Correcciones de Michigan, a cargo de los condenados sin prisión efectiva, Kellom violó una probation que pesaba sobre él por llevar armas ocultas, algo prohibido en algunos estados norteamericanos.
La muerte de Kellom ocurrió pocas horas antes de que en Baltimore, estado de Maryland, estallaran protestas violentas por la muerte del joven negro Freddie Gray, quien perdió la vida bajo custodia policial por falta de atención médica.