Según Global Times, el ataque de Ucrania con misiles estadounidenses Atacms contra Rusia crea obstáculos al manejo de Trump del conflicto entre Rusia y Ucrania, e incrementa la dificultad de orquestar charlas de paz.
Song Zhongping (SZ) explaya que “un ataque de Ucrania con armas occidentales de largo alcance brinda a Rusia amplia justificación para atacar las armas y las líneas de abasto que Occidente provee a Ucrania”.
SZ juzga que si “Biden intenta maximizar su ayuda a Kiev, daña de hecho a Ucrania, ya que tales misiles no pueden derrotar a Rusia o infligirle significativo daño sustancial y conceden a Rusia la razón para expandir sus triunfos en el campo de batalla por lo menos dos meses más (https://bit.ly/4i7MbvQ)”.
Cuatro días después de la advertencia de Putin, el pasado 12 septiembre sobre las consecuencias nucleares de lanzar misiles Atacms contra Rusia, el megapugnaz senador republicano Lindsey Graham (LG) develó la realidad geoeconómica –curiosamente estando junto al ilegítimo presidente jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Zelensky en Kiev–: Están sentados sobre billones de dólares que valen sus minerales que pueden ser buenos para nuestra economía; lo único que necesitan son armas.
Ya 3 meses antes en su entrevista a CBS, LG había proclamado que “Ucrania está sentada en una mina de oro ( sic). Están sentados entre de 10 a 12 billones de dólares de minerales críticos. Puede ser el país más rico de toda (sic) Europa. Y no deseo ( sic) entregar ese dinero y esos activos a que Putin los comparta con China”. Agregó que es un gran acuerdo, como concluye Ucrania. Vamos a ayudarles a ganar la guerra que no podemos permitirnos perder y que “sería ridículo compartir con China (https://bit.ly/4fBqoL8)”.
A LG se le pasó por alto que, en contraste a su estéril cacofonía, la mayoría silenciosa de EU le sufragaría un mandato apabullante dos meses más tarde a Trump, quien arrasó con el voto electoral que le otorgó la presidencia, las mayorías en el Senado y la Cámara de Representantes, el voto popular y, además, el control de la Suprema Corte de Justicia.
Hoy, los grandes perdedores del 5 de noviembre son los globalistas depredadores George Soros, BlackRock, Bill Gates, etc. (https://bit.ly/4hV02W8) Ya en su momento señalé la coreografía globalista de las inversiones de BlackRock y JPMorgan Chase para el “fondo de reconstrucción ( sic)” de Ucrania (https://bit.ly/40PV72E).
Vale la pena consultar el libro El Imperio Secreto de BlackRock (https://bit.ly/3ZgaBvq).
Después de que el vicepresidente electo J.D. Vance arrojó a Zelensky debajo del autobús y Trump manifestó su voluntad de promover la paz entre Rusia y Ucrania, BlackRock y sus socios ad latere entraron en pánico financiero por sufrir cuantiosas pérdidas en sus dislocadas inversiones. Razón por la cual, quizá, sus aliados de los servicios de inteligencia en el Deep State filtraron en The Washington Post (WP), presunto oráculo de la CIA, el megafake news de que Trump había hablado con su homólogo Putin para regalarle Ucrania (https://bit.ly/48WHkcE).
Tal fake news del WP equivalió a un misil desinformativo de largo alcance y que ahora es secundado siete días después con los Atacms contra Rusia.
Se desprenden tres escenarios de la respuesta rusa de menor a mayor probabilidad: 1. Inicio de la Tercera Guerra Mundial Nuclear; 2. Autocontrol y aplomo de Rusia, y 3. Esperar sabiamente a que Trump acceda al poder el 20 de enero (https://bit.ly/3OiP6UO).
El partido Demócrata es rehén de los axiomas caducos de Brzezinski, mientras que sus nuevos aliados siempre pugnaces, los otrora republicanos hoy derrotados –Cheney (padre e hija), la dinastía Bush, John Bolton, etc.– lo son del británico Halford McKinder.
¿Quién triunfó el 5 de noviembre en EE.UU.: Putin o Trump o los dos? No existe creatividad geopolítica en Occidente que sigue anclada a esquemas nihilistas de hace 117 años que practican los confesos seguidores jázaros de Brzezinski: los muy novatos disfuncionales Jacobo Jeremías Sullivan, asesor de seguridad nacional, y Antony Blinken, secretario de Estado.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/11/20/opinion/014o1pol