La operación Atalanta contra la piratería se ha quedado sin piratas. La Unión Europea puso en marcha en diciembre de 2008, con un elevado protagonismo español, una operación naval con el objetivo de cortar el secuestro de buques -entre ellos atuneros vascos- y también proteger el transporte del Programa Mundial de Alimentos del que depende […]
La operación Atalanta contra la piratería se ha quedado sin piratas. La Unión Europea puso en marcha en diciembre de 2008, con un elevado protagonismo español, una operación naval con el objetivo de cortar el secuestro de buques -entre ellos atuneros vascos- y también proteger el transporte del Programa Mundial de Alimentos del que depende buena parte de la población somalí.
Esta misión se considera un éxito por parte de los responsables militares y de Defensa, tanto de España como de la Unión Europea, en primer lugar por haber acabado con el problema y ahora por el papel disuasorio de la importante presencia militar europea para los tentados a asaltar pesqueros o mercantes.
La operación Atalanta se presenta también como un modelo por el carácter integral de la intervención militar, principalmente naval pero con derivadas en tierra para la formación de fuerzas de seguridad somalíes, que comenzaron en Uganda y ahora desarrollan su trabajo en suelo somalí, entre ellos una quincena de militares españoles en Mogadiscio. Atalanta se estudia como modelo para actuaciones militares de la UE en Libia o el Golfo de Guinea.
Sin embargo, la operación no ha conseguido estabilizar el país, y una muestra es el gran número de refugiados somalíes en la vecina Kenia -más de 600.000 sólo en el campo de Dabaab- y muy presentes entre los inmigrantes que tratan de cruzar a Europa desde las costas de Libia.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, tras acompañar al presidente del Gobierno este fin de semana a visitar las tropas españoles en Malí y Senegal, se ha trasladado este miércoles a Yibuti, donde ha participado en el acto en el que España asume el mando de la operación Atalanta.
España mantiene en la operación un contingente de alrededor de 300 militares embarcados (en estos momentos de rotación son 500), más un destacamento aéreo de medio centenar de militares con base en la vecina Yibuti, que operan un avión de vigilancia.
Nuestro país vuelve a tomar el mando de esta operación en un momento en el que el número de ataques se encuentra en su nivel más bajo, ya que de hecho desde hace tres años no se ha producido ningún abordaje con éxito.
El ministro se ha se ha dirigido al contingente español desde el buque de asalto anfibio ‘Galicia’, que relevará en los próximos días a otro barco, el ‘Rayo’, para patrullar durante un semestre el corredor náutico de 5,2 millones de kilómetros cuadrados demarcado en el Golfo de Adén, al este de las costas de Somalia, para dar seguridad a los barcos que faenan en la zona.
Para llevar a cabo su misión, el ‘Galicia’ lleva a bordo, además de un contingente de más de un centenar de militares, dos helicópteros y cuatro aviones no tripulados (drones), por lo que será la primera vez que se utilice este tipo de material para la operación antipiratería. Desde el ‘Galicia’ ejercerá el mando de la operación hasta finales de año. Será la quinta vez que España mande esta misión de la UE.
Además del buque ‘Galicia’, España aporta a la operación Atalanta el patrullero Infanta Cristina, además de un avión, D-4 VIGMA con su contingente de 56 militares, en el denominado destacamento Orión, para dar apoyo desde el aire a los barcos que patrullan el Golfo de Adén.
Datos Operación Atalanta
«Actualmente el nivel de piratería en la región es bajo, siendo muy probable que el entramado pirata se encuentre en una situación de debilidad», según información del Estado Mayor de la Defensa (EMAD). «Sin embargo, no se puede bajar la guardia, ya que la amenaza persiste al estar aun presente en Somalia las causas de esta actividad delictiva».
El número de barcos secuestrados en la zona ha pasado de 52 en 2009 a 45 en 2010, 24 en 2011, siete en 2012 y ninguno desde entonces. «Esta evolución favorable es debida al mayor compromiso con las medidas de autoprotección del tráfico mercante, fundamentalmente con el embarque de equipos de seguridad privados, y las neutralizaciones de grupos piratas activos en la mar por parte de las unidades navales de las diferentes agrupaciones», argumentan desde Defensa.
Desde el comienzo de la operación las unidades navales españolas han capturado un total de 168 piratas, de los cuales 50 fueron puestos a disposición judicial (14 en España, siete en Francia, uno en Yibuti, 17 en Kenia y 11 en Seychelles) y 118 liberados en diversos puntos de la costa somalí.
Las horas de vuelo del Destacamento Orión se traducen en la identificación de cerca de 140.000 buques mercantes en tránsito; investigación de más de 3.000 embarcaciones sospechosas; toma de más de 60.000 fotografías e imágenes FLIR (Forward Looking Infra-Red) tanto de buques como de la costa somalí; más 165 enlaces con los pesqueros españoles faenando en el Índico.
Conflicto en Yemen
Más allá de los piratas, la presencia militar de la Unión Europea y España en el cuerno de África y sus aguas tiene una importancia estratégica. En esas mismas aguas hay presencia militar de Estados Unidos, la OTAN, China, Rusia e India. Francia, EE.UU. y Japón disponen de bases militares permanentes en territorio yibutí.
La Alianza Atlántica tiene en la zona la operación ‘Ocean Shield’, a la que España aporta una importante contribución y lideró en 2014 con una fragata F-100 de última generación, con una dotación de 240 militares. La operación de la OTAN se puso en marcha en agosto de 2009 y lleva dos años sin apresar ningún pirata.
La zona vive además en estos momentos un escenario de máxima tensión con la intervención militar liderada por Arabia Saudí sobre Yemen. Más de 1.200 personas han muerto y alrededor de 300.000 han huido de sus viviendas en los casi dos meses de combates desde el inicio de la ofensiva internacional contra los milicianos chiíes para impedir su avance hacia la localidad de Adén (sur).
Naciones Unidas ha informado este martes de que el conflicto en Yemen ha acabado con la vida de al menos 646 civiles desde que Arabia Saudí lanzó una coalición militar para atacar desde el aire las posiciones de los huthis en Yemen el pasado 26 de marzo. De los fallecidos, 131 son niños y hay, además, 1.634 civiles heridos.
Arabia Saudí asumió el liderazgo de la ‘Operación Tormenta Definitiva’, con el objetivo declarado de repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico, junto a una decena de países árabes, entre ellos Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar, Kuwait, Egipto y Marruecos.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas internas no resueltas con la caída del Gobierno de Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes. Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron al presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.
Se desconoce la participación de los medios de la operación Atalanta tanto en el conflicto yemení como en el gran movimiento irregular de inmigrantes que cruza el mar Rojo en el cuerno de África en ambos sentidos.
Tomado de http://contextospnd.blogspot.com.es/2015/05/mision-militar-contra-la-pirateria-sin.html