Traducido por Rocío Anguiano
Para el líder de la oposición democrática tunecina, Moncef El Marzouki, Túnez está viviendo una segunda independencia. El pueblo ha exigido a Ben Alí que abandonara el poder y lo ha hecho. El Marzouki, presidente del Congreso para la República (CPR) que se encuentra en París en estos momentos, ha decidido volver al país, como el resto de opositores tunecinos, para participar en la instauración de la democracia en marcha en Túnez. Pide que se juzgue a Ben Alí por crímenes contra la humanidad y hace un llamamiento para la formación de un gobierno de unidad nacional y la celebración de elecciones presidenciales y legislativas libres y democráticas.
Ben Alí deja el poder por la presión popular y el Primer Ministro Ghannouchi le sucede interinamente.
El poder está en la calle. Ningún individuo ni ningún grupo puede proclamarse presidente. El pueblo es quien ha derrocado al dictador Ben Alí y es el pueblo el que debe elegir libre y democráticamente a sus dirigentes. Todos los esbirros de Ben Alí deben dejar el poder. Estamos viviendo una segunda independencia. Después de luchar contra la ocupación exterior, el pueblo se subleva contra la ocupación interior, porque se trata realmente de un estado de ocupación en donde una minoría oprime al pueblo desde hace años. Debemos estar a la altura de esta independencia. Por lo que a mí se refiere, vuelvo al país dentro de dos o tres días. El pueblo ha acabado con una de las dictaduras más crueles del mundo. Es el fin de una larga opresión.
El mensaje y la decisión de disolver el gobierno y de celebrar elecciones legislativas anticipadas fueron la última carta del presidente. Se temió que pudiera engañar a la gente, pero rápidamente se vio como el pueblo volvía a tomar la calle hoy (ayer, N.D.L.R.) en todas las ciudades tunecinas y especialmente en la capital. Es una respuesta magnífica. Los manifestantes fueron claros en su reivindicaciones, pedían que Ben Alí se fuera. Se juntaron pacíficamente ante la sede del Ministerio del Interior, que habría que eliminar del mapa para erigir en su lugar una estatua a la libertad. Es nuestra bastilla.
Parece que el ejército ha tomado las riendas de la situación…
Los hechos se precipitan, se aceleran. En efecto, parece que el ejército toma el control del país. El aeropuerto de Túnez está bajo control del ejército; miembros de la familia Trabelsi han sido arrestados allí. El camarada del Partido Comunista Obrero de Túnez (PCOT), Hamma Hammami, acaba de ser puesto en libertad. Nos dirigimos inevitablemente hacia un golpe de Estado. Yo pedí al ejército que interviniera para derrocar al dictador. Pero doy la voz de alarma. El ejército debe desempeñar un papel positivo en la transición democrática.
Algunos partidos de la oposición han retomado decisiones del presidente Ben Alí y han hablado de un gobierno de unidad nacional…
Mire, esos son partidos desconsiderados que han perdido el honor. Tras tanta represión -que ha causado más de cien muertos y miles de heridos- y tras años de cruel dictadura, ni se plantea la posibilidad de trabajar con ese señor. El pueblo sabe que ese presidente es un mentiroso. Desde su llegada al poder, lo único que ha hecho es mentir al pueblo. La solución pasa porque se vaya Ben Alí y se instaure un gobierno de unidad nacional sin Ben Alí ni sus esbirros. Pedimos también que se le juzgue por los crímenes cometidos contra los treinta opositores tunecinos muertos por torturas y los cien tunecinos asesinados durante los últimos sucesos. Que se le juzgue también por el pillaje de todas las riquezas del país y el dinero que han robado al pueblo él, su familia y la de su mujer.
¿Cómo ve la evolución de la situación en el país?
El pueblo acaba de alcanzar una rotunda victoria contra lo arbitrario, que ha durado poco. Es ese pueblo quien tiene que decidir cuál va a ser la nueva dirección del país. Es su victoria. Nosotros militamos desde hace años, hemos sufrido las peores atrocidades de un régimen dictatorial. Pedimos que se celebren elecciones presidenciales y legislativas anticipadas cuanto antes. A parte de esto, ninguna otra propuesta será aceptada ni por el pueblo ni por la oposición. Todas las fuerzas políticas de la oposición están obligadas a actuar y a estar a la altura de los sacrificios que nuestro pueblo ha soportado.
rCR