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32 inmigrantes al fondo del océano. ¿...y ahora qué?

Morir en Fuerteventua

Fuentes: Rebelión

Uno no puede evitar sentir una doble indignación e impotencia ante la tragedia ocurrida hace unos días en aguas próximas a Fuerteventura ante el irresponsable circo político montado por quienes deberían ser llevados ante un tribunal pro derechos humanos por practicar el desamparo y la insolidaridad institucional contra los condenados de la tierra. 1.- La […]

Uno no puede evitar sentir una doble indignación e impotencia ante la tragedia ocurrida hace unos días en aguas próximas a Fuerteventura ante el irresponsable circo político montado por quienes deberían ser llevados ante un tribunal pro derechos humanos por practicar el desamparo y la insolidaridad institucional contra los condenados de la tierra.

1.- La desesperación africana que impulsa a asumir un viaje en unas condiciones de espanto para cualquier ser humano, incluidos nuestros vecinos continentales, tienen unas causas que no nos son ajenas. El hambre, la guerra y demás epidemias en el continente de Mandela son explicables a partir de los intereses coloniales y neo-coloniales de Europa. Etnias enfrentadas, bandas criminales y ejércitos y estados corruptos son armados y convertidos en interlocutores comerciales por la vieja Europa que no pierde oportunidad para acceder a diamantes, petróleo y gas natural, maderas preciosas y demás recursos naturales africanos. La misma Europa que ahora se niega a asumir su responsabilidad interviniendo para evitar carnicerías, invirtiendo en fondos de ayuda al desarrollo o acogiendo a los infelices que tratan de escapar del infierno. Globalización para hacer negocios sí, para la circulación de personas no.

2.- Indignación e impotencia producen también los políticos con responsabilidad de gestión del Gobierno Español, Canario y de Fuerteventura. Menuda sensibilidad e inteligencia la de la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración que declara en Almería «no tenemos los mejores presagios» sobre el destino de los desaparecidos (con olas de 2 a 4 metros a casi 8 millas de la costa y en medio de la noche, con una patrullera de la guardia civil que posiblemente se acercó excesivamente a la patera); o si prefieren «sólo hay un culpable en esta situación, los traficantes». Si culpable es el responsable, pido a la Sra Rumí que asuma su parte de responsabilidad o culpabilidad en la tragedia (casi inexistencia de medios en Canarias para asistir a los que buscan refugio entre nosotros). Precisamente, aunque pretendan pasarse la papa caliente, también comparten esta responsabilidad quienes en estos días, ante un drama ya repetido varias veces, comparecen a enjuagar su parte de insolvencia y de firmeza preventiva en la tragedia, regalándonos ruedas de prensa (Mª del Mar Julios, Agueda Montelongo, Natividad Cano, Mario Cabrera y José Segura). De estas personalidades destacan las majoreras, quienes deberían sentirse armadas de valor moral para pasar a la ofensiva interinstitucional si les quedase algo coraje y humanidad.

¿Cuándo se han enfrentado a salvajadas y anacronismos contra los inmigrantes tales como el uso de la guardia civil como servicio de salvamento cuando debería corresponder a organizaciones civiles y vocacionales que lo han reclamado, como la Cruz Roja o Médicos sin Fronteras?…; ¿cuándo dijeron ¡¡basta ya!! ante el encierro inhumano en la terminal del viejo aeropuerto de Fuerteventura, faltando a los más elementales derechos humanos?…; ¿cuándo han exigido el cierre inmediato del campo de concentración del Matorral en esta isla?…; ¿cuándo se han enfrentado pública y enérgicamente a la Ley de Extranjería que permite estas salvajadas?. No pretendan ahora pasar por indignados defensores de los pobres y que encima nos o creamos. ¿Qué han hecho por la integración de los inmigrantes irregulares entre nosotros? ABSOLUTAMENTE NADA.

Ya está bien de practicar «profesionalmente» la impostura como arma propagandística. Ya está bien de acordarse de la escasez de medios cuando fallecen decenas de inmigrantes «ilegales», mientras en el día a día se consienten toda clase de tropelías contra seres humanos que no han cometido ningún delito, salvo, tal vez, en el de creer que la solidaridad humana existe. Tal vez contaron con la del pueblo majorero o canario o del Estado Español (que existe). ¿Contaron con la de los políticos con responsabilidades en este tema?. Me temo que no.