Un nuevo naufragio dejó al menos 62 muertos, esta vez frente a las costas mauritanas, cerca de la ciudad de Nouadhibou, a 470 kilómetros al norte de Nuakchot, la capital del país. El accidente se produjo en las primeras horas del jueves 5 de diciembre, cuando la embarcación involucrada, con capacidad para 180 personas trasportaba […]
Un nuevo naufragio dejó al menos 62 muertos, esta vez frente a las costas mauritanas, cerca de la ciudad de Nouadhibou, a 470 kilómetros al norte de Nuakchot, la capital del país. El accidente se produjo en las primeras horas del jueves 5 de diciembre, cuando la embarcación involucrada, con capacidad para 180 personas trasportaba desde Gambia hacia Islas Canarias (España) cerca de 150 migrantes, por la llamada «ruta de África Occidental».
Según el Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) 158 personas han muerto en 11 naufragios confirmados este año a lo largo de la ruta de migración de África Occidental, que se extiende por 1.400 kilómetros desde Cabo Verde hasta las Islas Canarias. Ocho de estos naufragios partieron de Marruecos y otros dos en Mauritania. Durante 2018, 43 personas murieron ahogadas en cinco naufragios, en esta misma ruta. La menos transitada, de todas las vías marítimas utilizadas por los tratantes que transportan refugiados a diferentes puertos europeos. Los tres cruces principales son en el del Mediterráneo: la ruta del Mediterráneo Occidental, que desde los enclaves de Ceuta y Melilla se dirigen al sur de España; la del Mediterráneo Central que de puertos libios navegan hacia el sur de Italia y la del Mediterráneo Oriental que desde el norte de Egipto intentan alcanzar Calabria y Apulia, convirtiéndose este en el cruce en más peligroso.
El accidente del jueves 5, se produjo cuando la nave chocó con un arrecife, intentado acercarse a la costa mauritana, para reabastecer combustible, agua y alimentos, para continuar hacia el destina final, las islas Canarias, a donde han llegado hasta octubre 1. 470 personas, un 21 por ciento más que en el mismo período de 2018.
Según las autoridades del puerto de Nouadhibou, después del naufragio 85 personas llegaron nadando a la costa, mientras que 62 cuerpos fueron encontrados sin vidas. La cifra es provisoria ya que el número de pasajeros original no ha podido ser confirmado. El ministro del Interior, Mohamed Salem ould Merzoug, informó que 10 personas fueron hospitalizadas en estado grave.
Este nuevo naufragio se convierte en el más letal producido en esta ruta, la embarcación había salió de Gambia el pasado 27 de noviembre con un contingente en que la mayoría contaba entre 20 y 30 años, incluidas mujeres y niños, se desconoce sus nacionalidades.
En los últimos meses, las autoridades mauritanas han denunciado un fuerte incremento de embarcaciones ilegales que transportan migrantes principalmente senegaleses rumbo a las Canarias. Mientras las autoridades canarias informaron que solo desde mediados de noviembre han llegando a las islas unas 250 personas provenientes de diferentes países africanos.
En la madrugada del último miércoles 6 de noviembre, una patera con un número desconocido de refugiados, se estima en 12 y 16, naufragó cerca de la costa de la isla de Lanzarote, en la zona de Caleta de Caballo, en el municipio de Teguise, tras el accidente se rescataron 8 cuerpos. Hasta el del último jueves, el más letal de los naufragios producidos en la ruta de África Occidental, fue la noche del 15 de febrero de 2009, en el que murieron 25 personas. Accidentes con menor costo de vidas se suceden cada vez de manera más habitual en las costas de ese archipiélago español. Una semana antes al del día seis, cuatro personas murieron y una todavía se encuentra desaparecida cuando el cayuco, en que navegan quedó a la deriva durante quince días, hasta que fue localizado por un petrolero a unas 380 millas náuticas (703 kilómetros) al sur de Gran Canaria. A fínales de octubre una nave con 151 pasajeros fue rescatada cuando navegaba sin rumbo a unas 150 millas náuticas (277 kilómetros) del archipiélago canario.
De refugiados y xenófobos.
Gambia, a pesar de ser el país más pequeño del continente, con una población aproximada de 2 millones cien mil habitantes, tiene una de las tasas de migración más altas del África subsahariana, solo entre 2014 y 2018 más de 39 mil gambianos han llegado a Europa de manera irregular.
Tras la dictadura de 22 años del presidente Yahya Jammeh, que en 2017 después de una sorpresiva derrota en las elecciones, que provocó un conato de golpe militar, se vio obligado a escapar al exilio, rumbo a Guinea Ecuatorial con la escalofriante cifra de 11.400 millones de dólares, dejando literalmente vacíos los tesoros del estado.
La corrupción del gobierno de Jammeh, afecto gravemente la economía gambiana, lo que generó una falta de expectativas en los sectores más jóvenes de la población, que han encontrado en la migración su única esperanza.
Así todo desde la huida de Jammeh, Europa comenzó a presionar a los refugiados gambianos para que retornen a su país. Ignorando que la economía de Gambia está muy lejos de dar posibilidades de desarrollo a su población. A lo que se le agregó a principios de año el quiebre de la británica Thomas Cook, ya que el turismo constituye el 30 por ciento del PBI nacional. Son muchos los refugiados gambianos que expulsados de sus lugares de asilo, particularmente España y Alemania, retorna a su país sin ninguna oportunidad de reinserción laboral.
Con este cuadro de situación, y contra todo lo que se pudiera esperar Gambia, tiene una importante población de refugiados extranjeros llegados en los años noventa miles que escapaban de las guerras civiles que entonces se libraban en Liberia y Sierra Leona.
Esta crisis migratoria obligó al gobierno de Banjul, junto a la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado) a principios de los 2000 a instalar cinco campos de refugiados para los sierraleoneses y liberianos, los que para el 2005 estaban todos cerrados, ya que su habitantes había decidido retornar a sus países o instalarse en áreas urbanas, particularmente en el gran Banjul.
Otra importante cuota de refugiados la ha aportado la crisis en Casamance, (Senegal) cuyo conflicto independentista intermitente y de baja intensidad desde los años ochenta produce un flujo y reflujo constantes e informar de migrantes (Ver: Casamance, una guerra invisible.)
Respecto a los refugiados provenientes de Casamance, el gobierno intento establecérselos en varios campamentos al norte del río Gambia, pero los senegaleses se negaron arguyendo que quedaba muy lejos de sus núcleos originales. En la actualidad se encuentran establecidos próximos a la frontera con Senegal, en unas 86 aldeas Dada la cercanía étnica, cultural y las estrategias de subsistencia, los refugiados están, en general, integrados con las comunidades locales los que les permite subsistir sin más dificultades que en su propio país.
En 2006 el gobierno central gambiano, asignó una cedula de identidad para miles de esos refugiados, que otorga a sus portadores una serie de derechos como los de trabajo en relación de dependencia o por cuenta propia, libertad de tránsito y el acceso a los servicios sociales.
Tanta generosidad por parte de un dictador como lo fue ex presidente Jammeh, oculta razones más de interés político que humanitario, los refugiados provenientes de Casamane, pertenecen a la misma tribu del ex presidente los Jola, a los que utilizó políticamente ya que según la oposición, Jammeh, les habría otorgado certificados de naturalización y tarjetas de votantes para no solo incrementar su popularidad, sino que pudieran ser un contrapeso en las elecciones. Por otra parte Jammeh fue acusado por el gobierno senegalés, de haber dado apoyo a los movimientos separatistas como el de los Luchadores de la Libertad de Casamane.
Según algunos expertos, si bien la presencia de la comunidad de refugiados Jola, no ha sufrido consecuencias a pesar de su alianza con el dictador, temen que si el rumbo económico del país no mejora y la pobreza y la desocupación siguiera en aumentó el estallido xenófobo pudiera darse, lo que sin duda sumará más refugiados a la Ruta de África Occidental.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.
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