Amelia Boynton Robinson, una activista defensora de los derechos civiles y símbolo de la marcha de Selma -conocida también como «Domingo Sangriento» en 1965- murió a los 104 años, informó hoy su hijo Bruce Boynton. Defensora de los derechos de los afro-estadounidenses, Robinson promovió además el derecho al voto de los negros y fue la […]
Amelia Boynton Robinson, una activista defensora de los derechos civiles y símbolo de la marcha de Selma -conocida también como «Domingo Sangriento» en 1965- murió a los 104 años, informó hoy su hijo Bruce Boynton. Defensora de los derechos de los afro-estadounidenses, Robinson promovió además el derecho al voto de los negros y fue la primera mujer de esa raza que se postuló al Congreso en Alabama.
La activista fue una de las personas golpeadas durante la marcha en defensa del derecho al voto por el puente Edmund Pettus en Selma, Alabama, en marzo de 1965. Cincuenta años después, la mujer en silla de ruedas cruzó agarrada de la mano del primer presidente negro de Estados Unidos, Barack Obama, el puente de Edmund Pettus, durante una conmemoración.
«A lo largo de sus 104 años, Amelia se comprometió con un principio simple: todos merecen el derecho al voto», afirmó Obama, resaltando que «hace 50 años, Amelia marchó a Selma y el calmo heroísmo de la gente de color que marchó, ayudó a abrir el camino a la Ley del Derecho Electoral», con el cual se concedió el sufragio afro-estadounidense. «Pero continuó marchando por el resto de su vida, para asegurarse que la ley fuese respetada y las barreras vencidas. Estados Unidos es afortunado. Honrar un héroe estadounidense como Amelia requiere seguir el ejemplo», añadió el mandatario.
La activista, que fue hospitalizada en julio después de un ataque de apoplejía, había cumplido 104 años el 18 de agosto. Robinson luchó por los derechos de los afro-estadounidenses a lo largo de toda su vida: «Era una persona amorosa y alentó a los demás; los derechos civiles eran su vida», destacó su hijo, Bruce Boynton, anunciando el deceso de su madre. Robinson había invitado en 1965 a Martin Luther King a unirse a la marcha para reclamar el derecho al voto para los negros. Una marcha que entró en la historia de Estados Unidos como «Domingo Sangriento»: Robinson estaba con otros 600 manifestantes sobre el puente Edmund Pettus, cuando, junto a otros, fue atacada y golpeada por la policía. Una foto que la inmortalizó -inconsciente sobre el puente- recorrió todo Estados Unidos, aumentando la conciencia y la fuerza del movimiento para los derechos civiles. Su batalla por el voto de los ciudadanos negros culminó con la participación, como huésped de honor, en la firma de la Ley del Derecho Electoral por parte del presidente Lyndon B. Johnson.
Fuente: https://www.ansa.it/ansalatina/notizie/fdg/201508262235460937/201508262235460937.html