Dos días después de la investidura como presidente de Daniel Ortega, Nicaragua y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) decidieron establecer relaciones diplomáticas entre ambos países. El texto, firmado ayer en Managua por los ministros de Asuntos exteriores de los dos gobiernos, establece este acuerdo «en provecho de los lazos de amistad y cooperación» de […]
Dos días después de la investidura como presidente de Daniel Ortega, Nicaragua y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) decidieron establecer relaciones diplomáticas entre ambos países.
El texto, firmado ayer en Managua por los ministros de Asuntos exteriores de los dos gobiernos, establece este acuerdo «en provecho de los lazos de amistad y cooperación» de los pueblos nicaragüense y saharaui, según se indicó en un comunicado conjunto publicado tras el acto protocolario.
La nota también precisa que la iniciativa fue acordada ante la necesidad de «respetar el derecho de libre autodeterminación de los pueblos y la igualdad jurídica entre los estados, como base para la paz, la seguridad y la cooperación en las relaciones internacionales».
Desde su proclamación el 27 de febrero de 1975, la RASD, que fue miembro fundador de la Unión africana, ha sido reconocida por 83 países en el mundo. El último en hacerlo fue Haití, el pasado 22 de noviembre de 2006.
Acto de investidura
El Presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, estuvo presente el miércoles en Managua en la investidura de Daniel Ortega, que prestó juramento como nuevo Presidente de Nicaragua, con la presencia de unos quince Jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Bolivia, Evo Morales.
A su llegada el martes a Managua, el Jefe del Estado saharaui se reunió con el nuevo Presidente electo, con el que mantuvo un intercambio fraternal, centrado en «los caminos y medios de reforzar las relaciones bilaterales entre los dos países, así como sobre los últimos acontecimientos de la situación en el Sáhara Occidental, caracterizada por la intransigencia del Gobierno marroquí y su rebelión contra el Derecho y la legalidad internacional», según concretó a SPS una fuente próxima a la delegación presidencial.
Daniel Ortega reafirmó a su homólogo saharaui «el apoyo de su país a la República Saharaui, a la legalidad internacional y al respeto del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos», añadió la misma fuente.