Foto: ONU/Daniel Dickinson El papel de las mujeres en puestos de liderazgo es vital para la paz del país, ha destacado la vicesecretaria general de la ONU que encabeza una visita de dos días a Níger para resaltar la importancia de la participación femenina en la prevención de conflictos, entre ellos, el extremismo violento. Amina […]
Foto: ONU/Daniel Dickinson
El papel de las mujeres en puestos de liderazgo es vital para la paz del país, ha destacado la vicesecretaria general de la ONU que encabeza una visita de dos días a Níger para resaltar la importancia de la participación femenina en la prevención de conflictos, entre ellos, el extremismo violento.
Amina Mohammed se reunió con el presidente de Nigeria, Mahamadou Issoufu, el sábado en la capital, Niamey, como parte de una misión conjunta de las Naciones Unidas y la Unión Africana (UA). «Le recalqué al presidente la importancia de la participación y el liderazgo de las mujeres en la prevención de conflictos», dijo. «También subrayé la necesidad de incluir a las mujeres en todas las respuestas nacionales y regionales a los desafíos ambientales, humanitarios y de desarrollo en curso que enfrentan Níger y la región del Sahel», agregó.
Mohammed encabeza la visita de la ONU y la UA a Níger, que incluye mujeres líderes de ambas organizaciones, la enviada especial sobre la Mujer, la Paz y la Seguridad, así como a la Ministra de Relaciones Exteriores de Suecia, Margot Wallström.
La visita de dos días busca resaltar la importancia de la participación y el liderazgo de las mujeres en la prevención de conflictos, incluido el extremismo violento.
Y es que la situación de seguridad en Níger ha empeorado desde 2015 cuando los extremistas de Boko Haram lanzaron el primer ataque en Diffa, en el este del país, un atentado que desplazó a unas 300.000 personas, la mayoría de las cuales eran mujeres y niños.
La presencia del grupo terrorista, cuyo objetivo es crear un estado islámico en el norte de Nigeria, ha sido particularmente perjudicial para las mujeres y niñas que han experimentado lo que la ONU ha llamado «asombrosas y múltiples formas de violencia sexual y de género».
La inseguridad que ha causado el desplazamiento y el cambio climático, así como la falta de lluvia, han llevado a un deterioro de la situación humanitaria en Níger. El número de personas necesitadas de asistencia llegó a 2,3 millones en 2018, un aumento de 400,000 en comparación con 2017. El país alberga actualmente a unos 165.000 refugiados, la mayoría del vecino noreste de Nigeria, el epicentro de las actividades de Boko Haram.
Níger es uno de los diez países que forman parte del Plan de Apoyo de la ONU para el Sahel, una región que se extiende desde Chad en el centro de África hasta Mauritania y Senegal en el oeste.
El plan, que fue presentado por la vicesecretaria al margen de la cumbre de la Unión Africana celebrada en la capital de Mauritania, Nouakchott ,el mes pasado, tiene como objetivo construir una paz duradera en diez países. También prioriza el crecimiento económico, el empoderamiento de las mujeres jóvenes y la creación de empleo.
Ibrahim Thiaw, Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sahel, fue parte de la visita conjunta de ONU-UA a Níger.
«Sin duda hay desafíos importantes en esta región, pero también hay oportunidades», dijo a Noticias ONU, «La degradación del medio ambiente, la inseguridad debida al extremismo y el terrorismo son problemas profundamente arraigados. Sin embargo, la región tiene un enorme potencial debido a sus recursos naturales y activos culturales, así como, por supuesto, a su gente «.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar un debate sobre la región del Sahel el miércoles. Los diez países principales en el Plan de Apoyo para el territorio son: Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal.