Traducido por Alma Allende
Acabamos de saber, la tarde del 17 de mayo, que el gobierno provisional tunecino, cuyo primer ministro se encuentra de visita en París, está considerando recurrir a la ONU tras la caída de algunos obuses en la zona de Dehiba, en la frontera entre Túnez y Libia. En un asunto tan sensible el gobierno provisional debe demostrar entereza y sangre fría en el marco estricto de la autoridad de la que dispone. Sin dejar de exigir firmemente a Libia que deje de intervenir militarmente en territorio tunecino, el gobierno provisional debe evitar dejarse arrastrar al terreno de la internacionalización de este conflicto. Toda internacionalización, en efecto, incluso bajo la cobertura de la ONU, sólo puede ser aprovechado por las fuerzas de la OTAN, que desde hace semanas, y en particular tras las declaraciones del ministro de Defensa británico Liam Fox ante la cámara de los comunes, buscan meter un pie en la frontera tunecino-libia. La integridad territorial de Túnez y su soberanía deben guiar la acción de todas las fuerzas nacionales.
Khaled Falah es responsable de relaciones exteriores del Partido del Trabajo Patriótico y Democrático de Túnez