Traducido para Rebelion por Mariola y Jesús María García Pedrajas
Activistas de derechos humanos en todo el mundo han exigido justicia internacional y el final de la impunidad tras hacerse público el Informe de las Naciones Unidas sobre Abusos de Derechos Humanos en la República Democrática del Congo.
El informe, que cubre el periodo de 1993 a 2003, se hizo público el 1 de octubre, por parte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Navi Pillay declara que, aunque cubre un periodo de tiempo que acaba en 2003, los crímenes continúan, puesto que los perpetradores nunca han sido perseguidos.
Abogados defensores ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) dicen, sin embargo, que no hay ninguna razón para esperar justicia de ningún tribunal penal internacional.
El informe de las Naciones Unidas sugiere una forma de justicia transitoria en tribunales congoleños, pero gran parte de la comunidad internacional ha reaccionado con escepticismo, puesto que el sistema judicial congoleño apenas funciona. Una coalición de grupos de defensores de África, que incluye Friends of the Congo, Africa Faith and Justice Network, y muchos otros, dicen además que la justicia no es posible en Congo porque Ruanda y Uganda ocupan el este de Congo y saquean su riqueza de recursos naturales, con la colaboración del Presidente Joseph Kabila. Estos grupos se centrarán, por el contrario, en presionar al presidente Barack Obama para que cese el prolongado apoyo militar y diplomático al Presidente Paul Kagame, cuyo ejército está implicado de forma muy controvertida en el informe, en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio contra refugiados hutus ruandeses y hutus congoleños en Congo.
El presidente ugandés Yoweri Museveni y su ejército han sido implicados en los mismos crímenes, y ambos reaccionaron con ira al informe. Esta semana Kagame declaró también, en la ceremonia de juramento del cargo de los ministros de su Gabinete, que responderá a las presiones de los donantes extranjeros para que cree espacio político para la oposición en Ruanda.
El sábado por la mañana, 9 de octubre, Victoire Ingabire Umuhoza, lider del FDU-Inkingi, la amplia coalición de partidos de oposición de Ruanda, confirmó que los agentes de seguridad que se encuentran a las puertas de su casa de forma permanente han sido reemplazados por policías con armas de fuego, de los cuales al menos 6 eran visibles desde el interior de la casa.
Pero los abogados defensores del TPIR Christopher Black y Peter Erlinder declaran que el poder de EEUU, Gran Bretaña y sus aliados distorsiona de tal manera los tribunales de justicia internacionales que la justicia internacional no es posible.
El abogado defensor del TPIR Chistopher Black, que recientemente publicó, «El historial sangriento del Frente Patriótico Ruandés y la historia de los encubrimientos de las Naciones Unidas» en Monthly Review Zine1, dice que el TPIR nunca acusará a oficiales del ejército de Kagame porque, si se les acusa, implicarán a sus aliados estadounidenses y europeos:
«Nunca van a acusar al FPR, porque sería demasiado peligroso. Si empiezas a acusar al FPR, los oficiales del FPR, para salvar su pellejo, van a empezar a hablar de otros. Y entonces vas a llegar hasta los estadounidenses y los británicos y los canadienses y los belgas. Todo el tinglado se vendría abajo. No se atreven a hacer eso.»
Peter Erlinder dice que EEUU controla las decisiones del Consejo de Seguridad, y/o las ignora, como hizo, con impunidad en Irak, y que por lo tanto controlará cualquier intento de expandir el mandato del TPIR.
«Si EEUU quiere que pase algo, en el sentido de castigar a estos criminales, hay modo de hacerlo. Si EEUU no quiere que pase, no pasará, con o sin tribunales. Porque EEUU controla el TPIR; porque EEUU controla el Tribunal Penal Internacional; porque EEUU controla el Consejo de Seguridad. Por lo tanto extender el mandato del TPIR no tiene ningún efecto a menos que la política de EEUU cambie, permitiendo perseguir al FPR y a Kagame por los crímenes que ya se sabe que cometieron, crímenes que han sido conocidos durante los últimos 15 años.»
Erlinder está de acuerdo con la postura de la coalición, centrada ahora en la respuesta de Obama al informe. Dice que el objetivo debería ser cambiar la política de EEUU en África Central y del Este, que ha sido moldeada por la determinación de controlar recursos geoestratégicos, sobre todo, los del rico en recursos Congo.
Un extracto del Informe de las Naciones Unidas sobre los abuso contra los derechos humanos en la República Democrática del Congo, 1993-2003, está disponible en Monthly Review Zine, y el informe completo está disponible en la página web del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
1Artículo también recogido por Global Research. Traducido para Rebelión, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=113974&titular=%BFqui%E9n-est%E1-detr%E1s-del-genocidio-ruand%E9s?-
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=21403
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